Las XII Tablas
Enviado por guerreromichi • 14 de Noviembre de 2013 • 5.352 Palabras (22 Páginas) • 327 Visitas
LEY DE LAS XII TABLAS
La ley de las XII tablas (lex duodecim tabularum o duodecim tabularum leges), también llamada “Ley Decenviral”, fue una ley de mediados del siglo V (451 A.C. – 449 A.C.), que se votó en Roma por exigencia de los plebeyos. El texto original no se conservó, según la tradición, después del asalto e incendio de Roma por las huestes celtas de Brenno, cuando se destruyeron los textos originarios de las XII tablas, aunque según esta misma tradición se volvieron a escribir y publicar. Lo que conocemos ahora sobre ellas de debe a las citas y referencias de los juristas romanos y autores literarios romanos y griegos posteriores (citas y referencias que no siempre serán exactas y confiables).
Desde el siglo XVI al XIX, se han intentado muchos ensayos de reconstrucción reuniendo y clasificando los relatos y referencias de los comentaristas sobre el tema. Quienes comentaron las XII Tablas fueron los jurisconsultos romanos Sexto Elio Peto, Servio Sulpicio Rufo; Labeón y Gayo. No se conservaron estos comentarios, pero los 20 fragmentos encontrados del de este último han servido de base para ordenar la reconstrucción.
No es seguro que los fragmentos agrupados formen el texto original, ya que el lenguaje en el que están escritos es lengua arcaica y difícilmente entendible de las inscripciones o fragmentos literarios del siglo V ni tampoco del siglo IV. En comparación diferencia de la fecha dada a la aparición de las XII Tablas, están modernizadas tanto en su lenguaje como en su contenido al trasmitirse de generación en generación. El latín en el que están escritos es latín antiguo, muy simple y conciso, pero con problemas gramaticales tanto en el tiempo como en persona de los verbos.
Existen dudas sobre si representan un producto original del Derecho consuetudinario de Roma o si posee influencias exteriores. Se acentúa hoy en día que las XII Tablas se vieron influenciadas por elementos del Derecho Griego, esto corroboraría la tradición de la misión enviada a Grecia.
CAUSAS
Las diferencias entre los patricios y plebeyos se destacaba en los aspectos económicos, religiosos y civiles; se cree que estas diferencias iniciaron por el hecho de que los únicos líderes de La Revolución del 509 fueron los patricios; esto dejó a los plebeyos en desigualdad política frente a los patricios. A esto se le puede agregar la opinión de muchos historiadores, que afirman que el inicio de la desigualdad civil fue la prohibición del matrimonio entre patricios y plebeyos que apareció en la ley de Las XII Tablas de forma intencional, al inicio de la republica. Los siguientes son algunos de los aspectos de la desigualdad que se consideran causales:
• En lo civil; la prohibición del matrimonio entre miembros de ambas clases sociales.
• En lo político: los patricios tenían monopolizado el gobierno, poseían las Magistraturas, los Senados, los Comicios Curiados y el control de los Comicios Centuriados. Los plebeyos participaban en esta última asamblea pero sin esperanzas de que sus opiniones fueran tomadas en cuenta gracias a la desigualdad que privaba en la votación. Esta desigualdad era característica de los primeros años de la republica. Mommsen afirma que habían senadores plebeyos, pero que, “teniendo los cónsules patricios el derecho formal y absoluto de revisar y modificar las listas senatoriales cada cuatro años, este derecho, sin fuerza contra la nobleza, podía ejercitarse perfectamente a favor de sus intereses: todo plebeyo que no era de su agrado se veía eliminado y aun expulsado del senado”.
• En lo religioso; los plebeyos no tenían acceso a la religión romana, no podían celebrar culto, ni contraer matrimonio bajo el auspicio de los dioses romanos, no podían ser miembros de los colegios sacerdotales ni mucho menos pontífices máximos.
• En lo económico; la situación de pobreza en que estaba la masa plebeya, la cual sufría por tres razones: las deudas, que la llevaban a la esclavitud, la falta de tierras y la escasez de víveres.
Hay que tener en cuenta que la mayor parte de tierras en Roma, tanto urbanas como rurales, estaba acaparadas por las antiguas familias patricias. Por esto cuando cae la monarquía etrusca (la casta dominante en Roma) el patriciado organizado en gentes y en curias intentaron mantener sus privilegios ancestrales. Los patricios se esforzaron por perpetuar la antigua comunidad económica de la gens; sin embargo, debían faltar cada vez más espacios en el territorio romano ya que las parcelas de tierras tomadas de la propiedad de los gens que habían sido concebidas a titulo temporal a miembros y clientes de la misma, con el tiempo tomaron el carácter de propiedades privadas, hereditarias e inalienables. A causa de ello, la comunidad de las gens perdieron su razón económica y prácticamente se descompusieron.
Como consecuencia de ello, los patricios adquirieron un mayor interés en las tierras del ager publicus (tierras del Estado) que no habían sido repartidas entre los patricios o que habían sido adquiridas por conquistas, ya que necesitaban aumentarlas rápidamente, de esta manera ellos defendían sus derechos ancestrales al monopolio del disfrute de éstas tierras.
El problema de las deudas aprisionaba a las capas inferiores plebeyas en el siglo V; parte de las familias plebeyas que vivían como arrendatarios en las fincas patricias del ager publicus se encontraban reducidas a la esclavitud por deudas y el resto estaban amenazadas de correr con la misma suerte.
León Homo opina así sobre el tema:
La plebe pobre se encontraba sujeta a una situación económica de las más precarias: sufría necesidades materiales que exigían una solución inmediata. Tres cuestiones brutales, de las que no admitían espera se planteaban para ella con un rigor absoluto: la cuestión de las deudas, la agraria y la alimentaria.
El régimen de las deudas pesaba fuertemente sobre la masa de los pequeños propietarios territoriales que constituían la plebe rural: las guerras incesantes, las devastaciones del enemigo y las malas cosechas obligaban frecuentemente a acudir al préstamo. Ahora bien, el tipo de interés era al mismo tiempo arbitrario y muy elevado. Además, la legislación sobre las deudas era especialmente dura y la situación del deudor insolvente era terrible. En principio, la persona respondía a la deuda. El deudor que no había podido cumplir sus compromisos debía continuar trabajando, esta vez para el acreedor, hasta la liberación de la misma. Podía ser, en caso de addictio (adjudicación), vendido como esclavo e incluso, eventualmente, muerto. Las reivindicaciones plebeyas relativas a la cuestión
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