Las cabezas colosales.

Las cabezas colosales

CAPITULO I

Historia de los descubridores

En 1862 José melgar encuentra la cabeza colosal de hueyapan que es designada con el nombre del monumento A de tres zapotes. En el año de 1869 da a conocer este hecho en una breve noticia en el boletín de la sociedad mexicana, nos narra cómo se descubrió esta, la primera cabeza colosal, nos dice que esta fue encontrada en el estado de Veracruz. Le da crédito a un peón que estaba haciendo una roza para una milpa, dio aviso a su amo y excavan hasta que se descubre que es una cabeza colosal, dice que no la movieron de ahí ya que era una estructura demasiado pesada. Con el descubrimiento de esta cabeza colosal melgar concluye que, por las coracteristicas que contiene la cabeza había posibilidad de que entre los indígenas americanos había población negra.

Quizá podría pensarse que la cabeza colosal sería un recurso atractivo para los arqueólogos e historiadores, pero nadie se hace cargo del monumento hasta 1905 que fue visitado por el arqueólogo alemán Eduardo seler y su esposa  Cecilia seler Sachs.

Alfredo chavero, historiador mexicano en su libro México a través de los siglos menciona las relaciones entre Asia y américa diciendo que el tocado que se puede apreciar en las cabeza colosales recuerda a algún tipo sagrado de asia, utiliza como prueba lo dicho por melgar.

La cabeza encontrada en tres zapotes fue visitado por  Mathew W. Stirling entre el año 1938 y 1939, excavo a su alrededor y quito todo el escombro que tenía, gracias a él se tuvo la primera fotografía completa de esta cabeza colosal.

Pasaron muchos años para que se tuviera informe del descubrimiento de otra cabeza colosal, Franz blom y Oliver la farge  comisionados por la universidad de Tulane de nueva Orleans realizaron un viaje y se adentraron a las regiones selváticas del sur de mexico,en su recorrido se toparon con el islote de la venta en el cual encontraron la cabeza conocida como el monumento 1 de La venta. La venta es el más grande centro olmeca con pirámides de arcilla y numerosas esculturas de piedra. El descubrimiento de la cabeza colosal la mencionan en el libro de tribes and temples.

Después de que el tribes y temples, la palabra “olmeca” comenzó a utilizarse  en la literatura arqueológica.

Olmeca es derivado del náhuatl ollin que significa hule, puede ser traducida como la gente de la tierra del hule. Se hicieron muchos intentos de desplazar este término, se propuso sustituirlo con “cultura de la venta” y olmecas arqueológicos pero no se obtuvo éxito, el objetivo era distinguirlos de otros olmecas.  

Marshall saville fue quien impuso  el término olmeca. Para el año 1929 la cultura olmeca  quedaba incorporada a las otras culturas que formaban parte de la civilización mesoamericana.

Después de varios años del descubrimiento de la farge y blom, Stirling visito las cabeza colosal, era más difícil apreciarla ya que, Stirling dice que esta cabeza era más grande que la encontrada en tres zapotes.

El trabajo de Stirling jugo un papel muy importante en el conocimiento de la cultura olmeca ya que fue él quien descubrió la mayoría de las cabezas colosales de las que se tiene conocimiento actualmente.

En 1936 a 1937 realizo su trabajo de campo en tierras olmecas. En esta exploración con ayuda de un niño que observaba el trabajo que estaba realizando encontró tres cabezas colosales. Stirling menciona que dos de ellas eran diferentes a las ya encontradas anteriormente ya que estaban equipadas con dientes.

Al finalizar la temporada de exploración Stirling había localizado más de veinte esculturas, este menciona que algunas de las esculturas que localizo estaban mutiladas, descarto la idea de que los mismos olmecas hubieran causado daño a su trabajo así que concluyo que podría ser que los conquistadores lo habían hecho en intento de destruir a los dioses paganos que tenían e imponerles su religión.

En 1945 Stirling  encontró dos cabezas colosales más esta vez en san Lorenzo, la primera la descubrieron justo entrando a san Lorenzo, quitaron hierba y lodo y descubrieron el ojo de esta, la desenterraron un año después. La segunda cabeza  estaba semienterrada, fue bautizada como el rey por su tamaño ya que era considerablemente más grande que la encontrada en la venta. Contaba con aproximadamente nueve pies de largo, y se encontraba casi intacta a excepción de un pequeño daño que tenía  en el ojo derecho pero fue reparado.

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