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Las fuentes y sus problemas de interpretación


Enviado por   •  25 de Junio de 2017  •  Resumen  •  5.829 Palabras (24 Páginas)  •  254 Visitas

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         Eduardo Manzano Moreno [pic 1]

  1. Los Orígenes del Islam
  1. Las fuentes y sus problemas de interpretación

El islam es la religión cuya aparición presenta unos perfiles históricos más acusados. La predicación de Mahoma tuvo una época muy concreta y un territorio con unas condiciones muy específicas: predominio de grupos tribales.

Contamos con tres tipos de fuentes para conocer los orígenes del islam:

  1. El Corán. Libro sagrado de los musulmanes que contiene la revelación que Allah le hizo a Mahoma a lo largo de la vida de éste.
  2. Una biografía (sira) de Mahoma, compuesta a mediados del siglo VIII (más de cien años después de la muerte del profeta) por Ibn Ishaq. Pero sólo nos ha llegado una versión realizada por un autor egipcio, Ibn Hisam.
  3. Los dichos y hechos pronunciados y realizados por Mahoma transmitidos oralmente a sus sucesores. Durante el siglo IX, dos siglos después de la muerte de Mahoma, estas tradiciones orales fueron puestas por escrito, conocidas con el nombre de hadit: “he oído de A quien a su vez lo escuchó a B quien oyó a C…” Por lo general transmite algo que tiene que ser tomado como ejemplo o bien algo relevante para la exégesis (interpretación crítica) religiosa.

Los transmisores orales son fundamentales: el isnad.

No es de extrañar que en ocasiones se inventen para justificar actuaciones. Para corroborar su veracidad se desarrolla una ciencia encargada de ello, creándose así diferentes escuelas o cánones que difieren entre sí.

Es difícil determinar dónde termina la elaboración religiosa y dónde comienzan los perfiles estrictamente históricos de nuestros datos, ya que al ser una historia sagrada está profundamente condicionada por el mensaje religioso implícito en ella.

Debido a esto, la fecha del nacimiento de Mahoma es difícil de saber a ciencia cierta.

Hay por tanto dos corrientes de interpretación:

  1. Historiadores que creen aprovechables los datos de la tradición musulmana para reconstruir la historia de los orígenes del islam.
  2. Los escépticos que los consideran inservibles.

1.2  Arabia y el próximo oriente Vísperas del surgimiento del Islam

En vísperas de la aparición del Islam eran dos las potencias que rivalizaban por el dominio de la zona de Oriente Medio:

Bizancio: Heredero de Oriente del antiguo imperio romano, controlaba Siria, Egipto y la alta Mesopotamia.

Imperio Sasánida: Centro en Ctesifonte (a 30 km de Bagdad), dominaba la media y baja Mesopotamia junto con los extensos territorios al este del Tigris. Heredero de la gran tradición política y cultural persa, remontable a los tiempos de los Aqueménides y de los Partos.

Tanto unos como otros intentaron mantener buenas relaciones con los árabes vecinos.

De hecho, Bizancio recurrió al reclutamiento de árabes establecidos en las tierras limítrofes con Siria para vigilar estas áreas desérticas frente a los ataques de nómadas del interior de Arabia. Establecían relaciones con la aristocracia emergente de estas tribus, y otorgaban al jefe el título de filarca.

Durante el siglo VI, el principal apoyo de Bizancio fueron las tribus dirigidas por la familia Banu Gassan.

Los sasánidas hicieron lo mismo, pero con una tribu llamada Banu Lajm. Eso sí, al contrario de los Gassaníes, los lajmíes sí contaban con un centro urbano de consideración: la ciudad de al-Hira, cerca del Eufrates, cuyo mayor apogeo fue en la 1ª ½ del VI d.C.

Ambos imperios tuvieron problemas de revueltas con sus respectivos aliados árabes. De hecho el emperador sasánida Jusraw II depuso a los lajmíes e incorporó al-Hira a sus dominios. Siete años después tribus árabes del interior infligieron a los sasánidas una resonante derrota en la batalla de Du l-Qar.

La influencia de los dos imperios en la Península Arábiga había sido el factor determinante que contribuyó a crear entre las tribus árabes el caldo de cultivo necesario para que de su seno surgiera un poder político bien consolidado con ganas de expandirse. Esta tarea la llevarán a cabo Mahoma y sus sucesores.

1.3 El Hiyaz y La Meca

Tanto el Hiyaz como La Meca eran lugares inhóspitos para la agricultura, lejanos a puntos hidráulicos. Es difícil entender por qué existe un asentamiento humano en este enclave. La razón según la tradición musulmana es que existía un santuario en La Meca fundado por el patriarca bíblico Abraham, este santuario (haram) servía como lugar de peregrinación. Pese a que Abraham había dedicado el santuario a un dios único, los árabes de tiempos posteriores habían caído en la “ignorancia” (yahiliyya) cediendo a la tentación de adorar a las divinidades paganas.

Ya en época de Mahoma, La Meca se había convertido en un centro urbano de considerable importancia.

Según la tradición musulmana, en la primera mitad del siglo VI d.C., un individuo llamado Qusayy consiguió hacerse dueño de La Meca, algo que engrandeció a su grupo, la tribu de Los Qurays (qurasíes), quienes custodiaron el santuario.

Los descendientes de este tal Qusayy lograron establecer una extensa red comercial con Etiopía y Yemen, Siria e Iraq. Las tribus del interior de Arabia dejaban paso a las caravanas comerciales a cambio de participar del comercio.

Esta teoría se contradice con investigaciones recientes que cuestionan la importancia de esta ruta a favor de la ruta marítima a través del mar rojo. La cuestión del comercio mequense sigue siendo muy debatida. Pero sin duda es difícil negar la existencia de un comercio a mayor o menor escala en época de Mahoma.

Lo cierto es que esta ciudad pasó a estar en el punto de mira de los poderes circundante, como el imperio bizantino.

1.4 Sociedad en época preislámica

El interior de la península Arábiga en época preislámica estaba dominado por grupos tribales. Algunos sedentarios y otros nómadas. Grandes tribus con un antepasado común. Por ejemplo: Banu Sulaym, proceden todos de un tal Sulaym.

Pero más que realidad, estos lazos de parentesco eran conveniencias: Establecían entre sí alianzas políticas que se sellaban simulando un lejano parentesco común.

Dentro de los grupos tribales había clanes, que puede que sí tuvieran lazos de parentesco. Estos clanes tenían una sólida estructura patriarcal. Poligamia y repudio de esposas eran prácticas habituales. Preponderancia del varón.

En las zonas cercanas al imperio bizantino, los grupos allí existentes como los banu gassan o los banu lajm tenían como religión el cristianismo, en concreto monofisismo y nestorianismo respectivamente.

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