Leer Y Escribir En La Escuela
Enviado por alejandralc • 16 de Mayo de 2015 • 3.863 Palabras (16 Páginas) • 429 Visitas
Antes de realizar la lectura te sugerimos responder lo siguiente para que compares tu comprensión inicial y así advertir los cambios en tu percepción sobre la lectura y la escritura en la escuela.
¿Lectura y escritura son prácticas vivas y vitales para ti?
Si, la lectura y la escritura son un derecho y una responsabilidad que todo ciudadano tiene para reorganizar los propios pensamientos adquirir conocimientos y lograr producir y expresar textos.
¿Crees que leer y escribir deben cubrir estrictamente un objetivo curricular? Por qué:
Son muchos años los que abarca la educación básica y para que los alumnos puedan aprender distintas materias, como sociales, artes, matemáticas, historia, etc. Deben primero saber leer y escribir para poder adquirir nuevos aprendizajes.
¿Cuál es tu idea sobre el papel que juegan la lectura y la escritura en la vida cotidiana?
Leer y escribir pertenecen a nuestra cultura, es necesario aprender para poder seguir nuevas cosas y transmitir mediante lo escrito nuestros pensamientos o nuestras propias ideas, además que en todo momento en nuestro alrededor presencian las letras, las oraciones y son necesarias para comunicarnos con los demás.
Fomentar una cultura de lectura por placer, así como la autorregulación de los aprendizajes de los alumnos, es un desafío porque:
Es un desafío porque se enfrentan distintas dificultades en la escuela y fuera de ella.
Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario
D. Lerner
Leer y escribir... Palabras familiares para todos los educadores, palabras que han marcado y siguen marcando una función esencial –quizá la función esencial– de la escolaridad obligatoria. Redefinir el sentido de esta función –y explicitar, por tanto, el significado que puede atribuirse hoy a esos términos tan arraigados en la institución escolar– es una tarea ineludible.
Enseñar a leer y escribir es un desafío que trasciende ampliamente la alfabetización en sentido estricto. El desafío que hoy enfrenta la escuela es el de incorporar a todos los alumnos a la cultura de lo escrito, es el de lograr que todos sus exalumnos lleguen a ser miembros plenos de la comunidad de lectores y escritores .
Participar en la cultura escrita supone apropiarse de una tradición de lectura y escritura, supone asumir una herencia cultural que involucra el ejercicio de diversas operaciones con los textos y la puesta en acción de conocimientos sobre las relaciones entre los textos; entre ellos y sus autores; entre los autores mismos; entre los autores, los textos y su contexto... Aquí ya hay una idea sobre la manera de participar en la cultura escrita.
Ahora bien, para concretar el propósito de formar a todos los alumnos como practicantes en la cultura escrita, es necesario reconceptualizar el objeto de enseñanza y construirlo tomando como referencia fundamental las prácticas sociales de lectura y escritura . Poner en escena una versión escolar de estas prácticas que guarde cierta fidelidad a la versión social (no escolar) requiere que la escuela funcione como una microcomunidad de lectores y escritores. Suena interesante ¿verdad?
Lo necesario es hacer de la escuela una comunidad de lectores que acudan a los textos buscando respuesta para los problemas que necesitan resolver, tratando de encontrar información para comprender mejor algún aspecto del mundo que es objeto de sus preocupaciones, buscando argumentos para defender una posición con la que están comprometidos o para rebatir otra que consideran peligrosa o injusta, deseando conocer otros modos de vida, identificarse con otros autores y personajes o diferenciarse de ellos, correr otras aventuras, enterarse de otras historias, descubrir otras formas de utilizar el lenguaje para crear nuevos sentidos...
Lo necesario es hacer de la escuela una comunidad de escritores que producen sus propios textos para dar a conocer sus ideas, para informar sobre hechos que los destinatarios necesitan o deben conocer, para incitar a sus lectores a emprender acciones que consideran valiosas, para convencerlos de la validez de los puntos de vista o las propuestas que intentan promover, para protestar o reclamar, para compartir con los demás una bella frase o un buen escrito, para intrigar o hacer reír... Lo necesario es hacer de la escuela un ámbito donde lectura y escritura sean prácticas vivas y vitales, donde leer y escribir sean instrumentos poderosos que permitan repensar el mundo y reorganizar el propio pensamiento, donde interpretar y producir textos sean derechos que es legítimo ejercer y responsabilidades que es necesario asumir. ¿Te imaginas una comunidad que se comporta en este sentido?
Lo necesario es, en síntesis, preservar el sentido del objeto de enseñanza para el sujeto del aprendizaje, lo necesario es preservar en la escuela el sentido que la lectura y la escritura tienen como prácticas sociales para lograr que los alumnos se apropien de ellas y puedan incorporarse a la comunidad de lectores y escritores, para que lleguen a ser ciudadanos de la cultura escrita. Una frase inspiradora sin duda ¿no te lo parece?
Lo real es que llevar a la práctica lo necesario es una tarea difícil para la escuela. Conocer las dificultades y comprender en qué medida se derivan (o no) de necesidades legítimas de la institución escolar constituyen pasos indispensables para construir alternativas que permitan superarlas. Es por eso que, antes de formular soluciones –antes de desplegar lo posible–, es necesario enunciar y analizar las dificultades.
La tarea es difícil porque:
1. La escolarización de las prácticas de lectura y escritura plantea arduos problemas.
2. Los propósitos que se persiguen en la escuela al leer y escribir son diferentes de los que orientan la lectura y la escritura fuera de ella.
3. La inevitable distribución de los contenidos en el tiempo puede conducir a parcelar el objeto de enseñanza.
4. La necesidad institucional de controlar el aprendizaje lleva a poner en primer plano sólo los aspectos más accesibles a la evaluación.
5. La manera en que se distribuyen los derechos y obligaciones entre el maestro y los alumnos determina cuáles son los conocimientos y estrategias que los niños tienen o no tienen oportunidad de ejercer y, por tanto, cuáles podrán o no podrán aprender.
Analicemos ahora cada una de las cuestiones mencionadas.
Dificultades involucradas en la escolarización de las prácticas
Precisamente por ser prácticas, la lectura y la escritura presentan rasgos que obstaculizan su escolarización; a diferencia de los saberes típicamente escolarizables -que se caracterizan por ser explícitos, públicos
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