Leyenda e la cobra
Enviado por denisse14 • 11 de Septiembre de 2013 • Informe • 938 Palabras (4 Páginas) • 2.792 Visitas
Leyenda e la cobra
Leyenda de la Cobra Grande La Cobra grande es una leyenda amazónica que habla de una inmensa cobra, también llamada a a Boiúna, que crece de forma absurda y amenazadora, abandonando la floresta y pasando a habitar la parte profunda de los ríos. Al rastrear por la tierra firme, los surcos que deja se transforman en los regatos. Cuenta la leyenda que la cobra-grande puede si transformar en embarcaciones u otros seres. Aparece en numerosos cuentos indígenas. De ellos cuenta que en una cierta tribu indígena de Amazonia, una India, embarazada de la Boiúna, dio a la luz a dos niños gemelos. De ellas, mala, atacaba los barcos, naufragándolos. Esta historia se volvió célebre en el poema Cobra Norato, de Raul Bopp, siendo escenificado incluso, en teatros de varios países. La verdadera cobra grande A sucuriju ousucuri é la temida anaconda de Amazonia: su largura puede alcanzar más de 10 metros. Mata sus presas por constricción, achuchándolas hasta la muerte. Celebrizada en las películas de terror, es temida por la población ribera, pues habita las áreas inundabais y es dotada de grande fuerza, siendo capaz de neutralizar cualquier tentativa de defensa de la víctima.
EL SAPO KUARTAM-TAN
Cuenta la historia que hace muchos años un Shuar caminaba por la bella selva del oriente, iba de cacería en medio de la noche y para pasar desapercibido y no ahuyentar a los animales que quería cazar imitó el canto del sapo. Y cantó “Kuartam-tan, Kuartam-tan”. Esa noche no pudo cazarnada y tampoco vió al sapo.
Pasaron algunos días y cada que el Shuar iba de cacería cantaba “Kuartam-tan, Kuartam-tan" y como nunca vió al sapo y para pasar el tiempo empezó a decir "¿Kuartam-tan dónde estás? A ver si me comes”, mientras reía.
Un día su mujer muy preocupada por el le pidió que no lo volviera hacer pues sabían que aquel sapo a la vista era inofensivo, pero cuando se enojaba era mortal.
Un día Kuartam, el sapo, al oírlo nuevamente cantar, se le acercó y de repente se convirtió en un hermoso pero feroz tigre y se lo comió. Nada se escuchó del ataque, pero la mitad del cuerpo del Shuar había desaparecido.
Al amanecer, la mujer del Shuar salió a buscarlo, al encontrar la mitad del cuerpo del que era su marido inmediatamente pensó en el sapo Kuartam, así que decidió matar a Kuartam. Llegó hasta el árbol donde el batracio cantó la noche anterior. Y luego de varios machetazos tumbó el árbol que al caer mató a Kuartam, que ya se había convertido nuevamente en un sapo con un estómago inmenso.
La mujer cortó rápidamente la panza de Kuartam sin ningún recelo y los pedazos del Shuar rodaron por los suelos. La venganza no le devolvió la vida al Shuar, pero su mujer pudo contar que nunca es bueno imitar a Kuartam. Pues aunque ella creía haberlo matado, a lo lejos de la tupida floresta se escuchaba un nuevo canto: “kuartam-tan,
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