Liberalismo y zapatismo de la revolucion mexicana

 ¿Por qué las doctrinas liberalistas de las elites de la revolución mexicana nunca pudieron ajustarse a las demandas de los sectores populares?

Para poder entender este conflicto, es importante remontarse a la época de la independencia mexicana, en donde se crea el problema del reparto agrario, y después, con la llegada de la constitución de 1857, este problema se agrava de una manera más grande, los propietarios de las tierras comunales, de las cuales muchas pertenecieron a las “republicas de indios” de la era colonial, quedan totalmente desprotegidas de los latifundistas, quienes comienzan a comprar y despojar de estas a sus antiguos propietarios, para así poder crear grandes haciendas y rancherías. Sin duda alguna, el problema de la tierra fue uno de los factores más importantes y más discutidos, durante la Revolución mexicana, con dos bandos marcados de una manera muy general, quienes tienen la tierra (latifundistas) y quienes quieren la tierra (campesinos, peones, jornaleros, etc.), entonces, esta lucha entre estos dos bandos, seria la tónica que predominaría en la mayor parte de los conflictos de la lucha armada revolucionaria.

Tras finalizar la primera etapa de la revolución mexicana, en la cual mediante el plan de san Luis, proclamado por el señor Francisco I. Madero, se esperaba que este mismo cumpliera las promesas que habían sido escritas en el plan, que básicamente se ocupaban de resolver el problema de la repartición de la tierra, que era un grave problema para los campesinos de la zona sur de México, debido a que las grandes haciendas habían invadido sus terrenos comunales durante toda la etapa del porfiriato, haciendas que pertenecían a la clase burguesa de ese entonces.

Previo al inicio de la revolución del 20 de noviembre, se conforma la junta de defensa de las tierras de Anenecuilco, donde se empezarían a analizar documentos que se originaron en el virreinato que acreditaban los derechos de propiedad de los campesinos sobre sus tierras, los cuales habían sido negados por las Leyes de Reforma. En septiembre de 1909, Emiliano Zapata fue elegido calpuleque (palabra náhuatl, que significa jefe, líder o presidente) de la junta.

Posteriormente, Francisco I. Madero promulga el 5 de octubre de 1910 su plan de san Luis, con el cual convoca a iniciar la revolución el 20 de noviembre para deponer al regente del país Porfirio Díaz, y también promete devolver las tierras a los indígenas del sur comandados por Zapata, quien se levanta en armas para apoyar a Madero y finalmente en 1911 logran su objetivo primario de deponer a don Porfirio, pero este solo entregará el poder si se mantiene la estructura gubernamental que él había construido durante sus 33 años de mandato en el país, lo cual involucra mantener las grandes haciendas en manos de los latifundistas burgueses, Madero acepta y de esta forma zapata proclama el plan de Ayala el 28 de noviembre de 1911, donde desconoce a Madero como presidente y llama a las armas de nuevo, ya que para él y para sus seguidores el objetivo aún está muy lejos de cumplirse.

¿Cuál fue la causa de que las promesas de Madero a los Zapatistas no se cumplieran? Como ya se mencionó, tras la caída de Porfirio Díaz, todo su régimen se mantuvo, lo único que cambío fue la persona en la silla presidencial. Pero indaguemos un poco en la persona de Madero, el nació y creció en el seno de una familia acomodada, dueña de haciendas, minas y varios negocios. Estudió en el colegio jesuita de San Juan Nepomuceno Saltillo; en 1886 hizo estudios de agricultura en Maryland, Estados Unidos, y de peritaje mercantil en París (Francia), y estudió en el departamento de agricultura en la Universidad de California en Berkeley. En 1893 regresa a Coahuila y se encarga de administrar una de las haciendas de su padre. Al ser Madero perteneciente a esta clase burguesa latifundista, este hecho podría ser una causa de que Madero no cumpliera sus promesas de reparto de las tierras, ya que el hacerlo podría tomarse como un acto cuasi fraticida, porque estaría atentando contra los intereses de su propia clase social. De esta manera, se contrastan los ideales zapatistas y maderistas, Zapata en su plan de Ayala señala:

“teniendo en consideración que el supradicho sr. Francisco I. Madero, actual Presidente de la República trata de eludir el cumplimiento de las promesas que hizo a la Nación en el Plan de S. Luis Potosí, siñiendo las precitadas promesas a los convenios de Ciudad Juárez, ya nulificando, encarcelando persiguiendo o matando a los elementos revolucionarios que le ayudaron a que ocupara el alto puesto de Presidente de la República por medio de sus falsas promesas y numerosas intrigas a la Nación”

En este fragmento se puede ver el sentir de los sectores campesinos que siguen a Zapata y del propio Zapata, quienes se sienten traicionados por Madero, como ya se ha dicho, los intereses particulares de Madero están con los de los latifundistas y muy lejos de los de la clase campesina, así que resulta normal que los intereses del campesinado fueran ignorados de manera abrupta por Madero.

Madero no solo había causado descontento en los sectores populares de campesinos, sino también entre los obreros y otros sectores de influyentes, lo cual causa que se inicie una conspiración en su contra para lograr deponerlo, de esta manera se llega a la famosa decena trágica que culmina con su deposición el 18 de febrero de 1813. En un principio el plan era poner a Félix Díaz -sobrino de Porfirio- como presidente, pero Victoriano Huerta, quien tras la muerte de Madero había sido nombrado presidente interino, decidió mantenerse en el poder e interrumpir el curso de la conspiración con la cual se había derrocado a Madero, entonces, en el norte se empiezan a fraguar conspiraciones contra el régimen de Huerta y, el 26 de marzo, Venustiano Carranza, desde Coahuila, promulga el plan de Guadalupe con el cual busca derrocar a huerta, a él se le suman fuerzas provenientes del estado de Sonora, de entre las cuales se encuentra el general Villa, el otro caudillo popular.

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