Libro Negro

Pan y circo es un capítulo del libro negro de las marcas de Klaus Werner y Hans Weiss donde describe las maquilas que se hace en países tercermundistas para la fabricación de juguetes. Desde edades tempranas los seres humanos se les implanta en la memoria y el conocimiento que las marcas están presentes en todo. Se ha empezado asociar a una marca como un factor de identidad. Se ha llegado al punto en que las empresas ya no venden productos, sino, marcas. Dicho en otras palabras, lo que menos importa es la calidad del producto, el diseño o que en el mundo hay más de doce millones de niños que se desploman para fabricar artículos de exportación barata, debido a que solamente importa que traiga un logotipo.

Las empresas invierten allí donde la producción es más barata. Esto puede observarse con gran claridad en la industria del juguete, las compañías norteamericanas radicaron su producción a Hong Kong, Taiwan y Corea del Sur.

La gente con frecuencia sólo ve lo positivo, porque es lo único que se da a conocer en los medios de información masivos que hacen ver las cosas positivas tales como: Construir áreas deportivas, donaciones a la gente en desgracia que llama la atención, organizar eventos culturales o deportivos y, patrocinar deportistas de bajos recursos. Esto tiene relación con lo ocurrido en China en Zhili Handicraft Factory, allí se fabricaban juguetes que luego distribuía la empresa italiana Artsana S.p.A./Chicco. Donde las empleadas (la mayoría menor de 17 años) trabajaban sin descanso para recibir a cambio un salario que sólo les alcanzaba para sobrevivir y los dos gerentes comerciales vivían acosados por el temor de que sus empleadas les robaran la mercadería y por ende pusieron rejas a todas las ventanas y clausuraron todas las salidas de emergencia y volvieron la empresa como una especie de cárcel, tanto así que las empleadas dormían en la fábrica. Entonces, la tarde del 19 de noviembre de 1993, se produjo un incendio que se extendió rápidamente por todo la edificación trayendo como consecuencia un total de 87 personas muertas calcinadas, y otras 47 sufrieron heridas graves. Como consecuencia del incendio en Zhili, en 1994 se unieron en Hong Kong numerosas agrupaciones sindicales y de derechos humanos para formar la Toy Coalition, y así luchar contra las terribles condiciones. Pasaron tres años hasta que el gerente responsable de Artsana S.p.A./Chicco, Michele Catelli, finalmente se mostró dispuesto a pagar a los 134 damnificados (heridos graves y familiares de los fallecidos) en las fábricas chinas, pero tras uno años después declararon que el dinero ya había sido distribuido hacía rato a tres talleres chinos para

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