Los Andinas
Enviado por ericben • 28 de Septiembre de 2014 • 308 Palabras (2 Páginas) • 223 Visitas
Las ruinas indias
¡Qué hermosa era Tenochtitlan, la ciudad capital de los aztecas, cuando Cortés llegó a México!
Era como una mañana todo el día, y la ciudad parecía siempre como en feria. Las calles eran de agua unas, y los alrededores sembrados de una gran arboleda. Por los canales andaban las canoas, tan veloces y diestras como si tuviesen entendimiento; y había tantas a veces que se podía andar sobre ellas como sobre la tierra firme.
En unas vendían frutas, y en otras flores, y en otras jarrones y tazas, y demás cosas de la alfarería.
En los mercados hervía la gente, saludándose, yendo de puesto en puesto, celebrando al rey o diciendo mal de él, curioseando y vendiendo. Las casas eran de adobe, que es ladrillo sin cocer, o de calicanto, si el dueño era rico.
Y en su pirámide de cinco terrazas se levantaba por toda la ciudad, con sus cuarenta templos menores a los pies, el templo magno de Huitzilopochtli, de ébano y jaspes, con mármol como nubes y con cedros de olor, sin apagar jamás allá en el tope, las llamas sagradas de sus seiscientos braseros.
En las calles, abajo, la gente iba y venía, en sus túnicas cortas y sin mangas, blancas o de colores, o blancas y bordadas, y unos zapatos flojos, que eran como sandalias de botín.
Por una esquina salía un grupo de niños disparando con la cerbatana semillas de frutas, o tocando a compás en sus pitos de barro, de camino para la escuela, donde aprendían oficios de mano, baile y canto, con sus lecciones de lanza y flecha y sus horas para la siembra y el cultivo: porque todo hombre ha de aprender a trabajar en el campo, a hacer las cosas con sus propias manos y a defenderse.
Fragmento tomado de “Las ruinas indias”, del libro
La Edad de Oro de José Martí.
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