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Los Hechos Historicos


Enviado por   •  21 de Octubre de 2013  •  2.132 Palabras (9 Páginas)  •  496 Visitas

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El culto a los Hechos nace en Alemania en siglo XIX se convirtió en la hegemonía del proceso de realizar historia, los pensadores sintieron que era la forma de llegar al conocimiento Pero el desapego a los Hechos fue cambiando paulatinamente gracias a los nuevos pensadores y crisis que asolaron Europa como la primera Guerra Mundial. En el ensayo siguiente se aborda la visión de E.H.Carr sobre el culto a los hechos, y el análisis de los detractores de esta forma de hacer historia, entre ellos importantes historiadores como Croce y Collingwood, que a principio del siglo XX, mostraron el otro extremo de abordar la historia.

Finalmente Carr entrega su propia forma de hacer historia

La importancia de los hechos historicos.

El autor señala la importancia de los hechos históricos en el proceso de escribir la historia, comenta que son la materia prima del historiador, es la base donde descansa la labor de hacer historia. La precisión de los datos es un deber, procurando apoyarse en la arqueología, la epigrafía y la cronología. También menciona que los hechos no tienen cualidades por sí mismos, necesitan del historiador para darle la categoría que este decida. El historiador ordena y contextualiza los hechos, antes de eso los hechos son indeterminados. Además indica la falacia de que existan hechos independientes y objetivos fuera del alcance de la interpretación del historiador. En mi opinión, los hechos para el historiador son como las notas musicales para el cantautor, es la base del proceso de creación de una obra, sin embargo, es el músico quien decide el orden y la intensidad de las notas. Lo mismo pasa con el historiador, tiene como base los hechos que son incuestionables, pero la interpretación es la que entrega vida y estilo a los hechos.

Carr señala que para convertir un acontecimiento cualquiera en hecho histórico primero debe ser citado por un historiador y segundo dependerá de la interpretación de otros historiadores a futuro. En este punto creo que no solo depende de los historiadores, darle valor histórico a los hechos, sino también de los efectos que cause este hecho en la sociedad a futuro. Las consecuencias sociales también darán un parámetro para los hechos.

A continuación Carr nos quiere señalar con una anécdota de su vida universitaria, lo pocos hechos históricos que poseemos de la antigüedad y el Medievo. Cuando tuvo que dedicarse a Grecia en la guerras médicas, se encontró con una cantidad de 20 libros aproximadamente sobre el tema, y pensó que esa cantidad de datos había sufrido un proceso de selección entre miles de hechos adicionales que con seguridad sucedieron. Comenta que la historia antigua y medieval es controlable y fascinante porque todo lo conocido son hechos históricos. Como dijo Bury “el acervo de datos con que cuenta la historia antigua y medieval está plagado de lagunas”. Pero después señala que el principal problema no son las lagunas de información, sino que la selección de los hechos históricos fue realizada por un reducido grupo de personas, que no dieron cabida a otra visión diferente. Por ejemplo de Atenas no sabemos la opinión que tenias los esclavos, espartanos o extranjeros que vivían en Atenas. Por eso la información que nos ha llegado ha sido seleccionada y contextualizada según el criterio de algunas personas. También Carr hace mención a la Edad Media como un proceso de selección de cronistas religiosos, que exaltaban la religión sobre todo lo demás, y queda la duda si era cierto que la sociedad medieval era tan creyente como lo señalan los libros. Lo mismo pasó con la imagen de campesino religioso ruso que fue destruida por la revolución de 1917. El profesor Barraclough señala de la Edad Media “aunque basada en los hechos, no es, en puridad, en absoluto fáctica, sino más bien una serie de juicios admitidos”. Con estas ideas Carr nos indica lo cuidadoso que debemos ser con la historia antigua y medieval, aparte de la lagunas que existen, lo más peligroso es la interpretación de la historia solo por unas personas, no tenemos la visión de mas agentes sociales. A mi juicio la historia debe ser interpretada desde diferentes ópticas, para crear un debate en los lectores y la sociedad, las diferentes visiones enriquecen los hechos históricos.

Carr señala que los historiadores de la época moderna y contemporánea deben rendirle culto a la ignorancia, como señala Lytton Strachey “el primer requisito del historiador es la ignorancia, una ignorancia que simplifica y aclara, selecciona y omite”. Al tener más información tanto más se acerca al presente, deben cultivar la ignorancia descubriendo los datos relevantes para transformarlos en hechos históricos y desechando los hechos ahistóricos.

Críticas al culto a los hechos.

El autor critica seriamente a los historiadores decimonónicos señalando la herejía que cometieron al dedicarse a compilar la mayor cantidad posible de datos irrefutables y objetivos, que trajo consigo durante los últimos 100 año en Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos, una amplia cantidad de obras fácticas. Carr cree que para los historiadores decimonónicos no era necesario plantearse la pregunta ¿Qué es la Historia?, porque la respuesta estaba dada por el culto a los datos, y pensaban que estos hablaban por sí solos. El autor manifiesta el otro error que cometían los historiadores decimonónicos, al no realizar un proceso de elaboración histórica con los documentos, solo le rendían amor incondicional, no los manipulaban ni interpretaban, pensaban en la verdad absoluta de los documentos.

Estoy de acuerdo con el autor, en cuanto que la historia no puede presentarse como una compilación de datos entregados por los hechos y documentos. La información necesita ser discriminada e interpretada por un historiador. Los hechos y documentos por si solos no representan la historia.

Carr plantea que los historiadores decimonónicos se sentían cómodos con la forma de realizar historia rindiéndole culto a los hechos, porque en el ambiente intelectual del siglo XIX se respiraba confianza y optimismo, eso les daba más energía para continuar el camino establecido. Señala que a los historiadores no les intereso hacerse preguntas filosóficas acerca de la naturaleza de la historia, sentían que habían conseguido llegar a la máxima expresión en su especialidad dominada por los hechos.

Porque cuestionarse

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