Los Orígenes Del Estado Revolucionario.

Resumen

El Estado mexicano posrevolucionario es una creación de la Revolución de 1910. Para Armando Córdova, el estado posrevolucionario es la continuación de Estado porfiriano.

La Revolución había destruido en gran medida la incipiente industria, el comercio, las comunicaciones y transportes que se habían organizado durante el régimen de Díaz.

Berta Ulloa señala que para 1914: La situación económica del país empeoro por la lucha armada y las precisiones económicas y diplomáticas que ejerció Estados Unidos, uno de los sectores más afectados fue el del comercio interior, pues la guerra absorbió un gran número de brazos, tanto por la leva con que se nutria el ejercito federal, como por los rebeldes levantados en armas. Se acentuó la destrucción de los transportes y de vías de comunicación que dejaron total o irregularmente incomunicadas extensas zonas del país.

A partir del régimen de Carranza, se empieza a configurar un nuevo liderazgo nacional sosteniendo básicamente por grupos populares armados. Hacia septiembre de 1917 fue promulgada la Constitución, que daba un amplio marco legal a la fundación del nuevo Estado.

La experiencia del gobierno de Salvador Alvarado en Yucatán, prefigura algunas de las líneas generales de funcionamiento del Estado mexicano que se construiría después del final de la lucha armada.

Sobre la primera etapa formativa del Estado (1917-1928), Carlos Pereyra dice: “después de la insurrección campesina y de la guerra civil desata para aplacar a las masas desbordadas comienza la lenta reconstrucción del Estado mexicano, que solo avanza en la medida que el grupo político victorioso adquiere legitimidad por la vía de incorporar en el programa de gobierno las demandas campesina y populares básicas”.

El grado de aceptación general y de legitimidad que consigue gradualmente el nuevo Estado, permiten afirmar que ya desde entonces no existió acción política nación significativa que no hubiera sido promovida por él. La principal preocupación de los promotores del Estado mexicano en su primera fase de la formación fue lograr el desarrollo económico y, aparejado a él, la protección a las masas populares.

En 1924 y 1928, se promueve una gran tarea de reconstrucción del país acentuando la infraestructura: carreteras, servicios públicos, escuelas, hospitales.

En la primera etapa de formativa del Estado mexicano, Jean Mayer dice que era un aparato a la vez omnipotente y débil. Señala Mayeren ese trabajo que lo sorprendente no es tanto su poder real, sino el aniquilamiento progresivo de cualquier otro poder o recurso de intermediación.

La primera etapa fue protagonizada fundamentalmente por los caudillos, sus seguidores y sus aliados: Carranza, Obregón. Calles y, en menor grado, don Adolfo de la Huerta.

La segunda fase de desarrollo del Estado está marcada por la superación de la grave crisis política que se produjo en el asesinato de presidente reelecto, Alvaro Obregón.

La muerte de Obregón 1928, existían cientos de partidos y organizaciones políticos, lo que relevaba evidencias de mas real dispersión del poder. En esta etapa se inicia la superación del caudillismo. La acción que promueve esa superación la emprende el propio presidente Calles, quien renuncia a la reelección. Calles acepto ser secretario de la Defensa.

Esta transición entre el caudillismo y la situación más propiamente institucional dura 7 años, de 1929 a 1935. Cuando Cárdenas expulsa al jefe máximo, Plutarco Elías Calles, del país y del poder.

El partido del Estado nace como una gran confederación de pequeños y medianos partidos regionales y locales. Los partidos revolucionarios al nuevo PNR; con excepción del Partido Laborista Mexicano y, desde luego, del Partido Comunista que no es invitado a la nueva formación política.

Cárdenas decide suprimir la jefatura máxima desde que asume el gobierno e inicia una serie de acciones desde 1934 para controlar los mandos del ejército, los gobiernos de los estados y el Poder Legislativo.

Dentro de esta segunda fase formativa del Estado mexicano, el periodo más importante es el gobierno del general Lázaro Cárdenas (1934-1940). La lucha política que se libero años atrás entre el partido del Estado y la oposición vasconcelista, puso en claro que toda contienda por posiciones importantes de gobierno tenía que ser resueltas en la cúpula del Estado y procesada por el partido del Estado.

La Constitución en 1917 y 1946, los presidentes fueron militares con solo des excepciones de presidentes civiles que lo fueron por poco tiempo y dentro del maximato del general Calles: el abogado Emilio Portes Gil, presidente interino entre Calles y la celebración de nuevas elecciones; y el Ing. Pascual Ortiz Rubio, presidente electo del maximato callista.

Durante el gobierno de Obregón y de Calles, la central obrera de mayor significación fue la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), fundada desde 1918.

Las primeras se acentuaron en forma importante en la organización de trabajadores que participo activamente en la revolución armada del lado carrancista: la Casa del Obrero Mundial (COM). Para 1924, la CROM había crecido considerablemente y había desarrollado una dirección muy amplia con un alto grado de autorización y con una corrupción no pequeña. Esta central había lanzado su propio partido político, el Laborista Mexicano (PLM), que otorgaba y recibía apoyo de los gobiernos de Obregón y de Calles.

El PLM había sido fundado por la CROM desde 1919, para contender en la elecciones del año siguiente. El líder de esa central Luis Napoleón

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