Los Pueblos Mesoamericanos Y Su Conquista
Enviado por jairomizael • 16 de Octubre de 2012 • 904 Palabras (4 Páginas) • 7.907 Visitas
Moctezuma sale al encuentro de Cortés
Así las cosas, llegaron (los españoles) hasta Xoloco. Allí llegan a su término, allí está la meta.
En este tiempo se adereza, se engalana Moctezuma para ir a darles el encuentro. También los demás grandes príncipes, los nobles, sus magnates, sus caballeros. Ya van todos a dar el encuentro a los que llegan.
En grandes bateas han colocado flores de las finas: la flor del escudo, la del corazón; en medio se yergue la flor de buen aroma, y la amarilla fragante, la valiosa. Son guirnaldas, con travesaños para el pecho.
También van portando collares de oro, collares de cuentas colgantes gruesas, collares de tejido de petatillo.
Pues allí en Huitzillan les sale al encuentro Moctezuma. Luego hace dones al capitán, al que rige la gente, y a los que vienen a guerrear. Los regala con dones, les pone flores en el cuello, les da collares de flores y sartales de flores para cruzarse el pecho, les pone en la cabeza guirnaldas de flores.
Pone en seguida delante los collares de oro, todo género de dones, de obsequios de bienvenida.
Actitud de los españoles y de los otros
señores indígenas
En cuanto a los españoles, lo ven, ven cosa por cosa. Apean del caballo, suben de nuevo, bajan otra vez, al ir viendo aquello.
Y éstos son todos los magnates que se hallaron a su lado:
El primero, Cacamatzin, rey de Tetzcuco.
El segundo, Tetlepanquetzaltzin, rey de Tlacopan.
El tercero, Itzcuauhtzin, el Tlacochcálcatl, rey de Tlatilulco.
El cuarto, Topantemoctzin, tesorero que era de Moctezuma en Tlatilulco.
Estos estuvieron allá en hilera.
Y éstos son los demás príncipes de Tenochtitlán:
Atlixcatzin, Tlacatécatl .
Tepeoatzin, Tlacochcálcatl.
Quetzalaztatzin ,tizacahuácatl.
Totomotzin.
Hecatempatitzin.,
Cuappiatzin.
¡Cuando fue preso Moctezuma, no más se escondieron, se ocultaron, lo dejaron en abandono con toda perfidia!
Entrada de los españoles a México-Tenochtitlán
Y cuando hubieron llegado y entrado a la Casa Real, luego lo tuvieron en guardia, lo mantuvieron en vigilancia. No fue exclusivo de él, también a Itzcuauhtzin juntamente. En cuanto a los demás salieron fuera.
Y así las cosas, luego se disparó un cañón: como que se confundió todo. Se corría sin rumbo, se dispersaba la gente sin ton ni son, se desbandaban, como si los persiguieran de prisa.
Todo esto era así como si todos hubieran comido hongos estupefacientes, como si hubieran visto algo espantoso. Dominaba en todos el terror, como si todo el mundo estuviera descorazonado. Y cuando anochecía, era grande el espanto, el pavor se tendía sobre todos, el miedo dominaba a todos, se les iba el sueño,
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