Los barrios de San Luis de Potosí.

[pic 1][pic 2][pic 3]

INTRODUCCIÓN        

Situado en el área central del país, San Luis Potosí en su proceso histórico contó en forma determinante con grupos étnicos, que poblaron cada zona hasta el siglo guaxabames, guamares, guachichiles.

 Cuando se fundó la cuidad, la población española se estableció en el lugar que hoy ocupa la plaza fundadores. En torno al sitio erigieron siete pueblos de indios que fueron elevados después  a la categoría de Villas por con contar con un ayuntamiento.

Poco a poco el número de habitantes aumento y la cuidad creció a costa de esas villas.

Ya integradas al conjunto urbano dieron lugar a los siete barrios que hoy caracterizan a la capital.

El primero de esos pueblos se fundó con tlaxcaltecas y recibió el nombre de Tlaxcala o Tlaxcalilla; casi de manera simultánea se estableció el pueblo de Santiago del Río con población guachichil

, y unos años después el de Tequisquiapam.

Posteriormente se fundó San Miguelito, también con tlaxcaltecas, luego San Cristóbal del Montecillo, y más tarde  San Sebastián con otomíes. Finalmente, ochenta y cuatro años después de la fundación del primer pueblo de indios, se estableció el de San Juan de Guadalupe.

Cada uno de estos pueblos tuvo su propio gobierno, aunque todos estuvieron sujetos  la autoridad del alcalde mayor de San Luis Potosí. Los habitantes de un pueblo no se mezclaban con los de otro, por lo que cada uno fue adquiriendo una identidad propia. Actualmente, cada barrio posee particularidades que lo diferencian de los demás y del resto de la población capitalina.

Los pueblos de indios se formaron en torno a una iglesia. Hoy, estos templos, con las plazas o jardines que se establecieron frente a ellos, son el corazón del barrio y el punto de referencia de sus habitantes , quienes conservan vivas añejas tradiciones y mantienes estrechos lazos de comunidad.

Durante la fiesta patronal del barrio el papel picado viste de colores sus calles; los juegos mecánicos, los fuegos artificiales y la música reúnen a los vecinos en la plaza, mientras lo vendedores de comida ofrecen en sus puestos los platillo de la cocina potosina tradicional: los tacos rojos que, acompañados con cueritos se transforman en tacos Camila; las enchiladas potosinas elaboradas con tortillas coloradas, las gorditas de horno y el asado de bodas.

Lo mismo que en el centro histórico, en los siete barrios se conservan muestras de arquitectura potosina de antaño, sin embargo, San Luis Potosí es también una ciudad moderna que cuenta con amplios centros comerciales, importantes zonas industriales, vastas áreas residenciales y extensos parques, comunicados por anchas avenidas y ejes viales.

MONTECILLO

Se ubica detrás de la alameda Juan Sarabia, y su origen se sitúa en el año 1600. Desde la última década del siglo XIX la vida de este ha estado ligada al ferrocarril. Así lo consta el monumento que aparece en la fotografía el cual está dedicado al Héroe de Nacozari el cual estaba ubicado frente a la iglesia del montecillo, actualmente se encuentra dentro del museo del ferrocarril. La escultura es obra de Joaquín Arias y representa al ferrocarrilero Jesús García, quien evitó una tragedia al sacar un tren en llamas cargado de explosivos de la estación de Nacozari, Sonora. Su heroico acto se convirtió en un símbolo para los trabajadores de los rieles. La llegada a la cuidad de dos líneas de ferrocarril las más importantes del siglo XIX, trajo como consecuencia el tendido de vías férreas y la instalación de tres estaciones además de talleres y de otros inmuebles que dieron servicio a amabas líneas; con ellas, la cuidad de San Luis Potosí quedó comunicada con el norte y el centro del país y con el Golfo de México. Sin embargo, el montaje de infraestructura ferroviaria también  se convirtió en una barrera difícil de librar y prácticamente aisló a este barrio del resto de la cuidad.

Para dar  paso a las vías, la parroquia de San Cristóbal de Montecillo tuvo que ser modificada: el atrio desapareció y se clausuró la fachada original, que se veía al poniente, trasladándose el acceso a la parte posterior.  El historiador Rafael Montejano escribió que también en este barrio se construyó la primera plaza de toros que tuvo la cuidad, misma que también habría de desaparecer para colocar la infraestructura ferroviaria.

A un costado de la iglesia se encuentra la plaza Ramón López Velarde, llamada así en honor al poeta zacatecano que vivió durante varios años en la capital potosina y donde también escribió parte de su obra literaria.

A dos cuadras de la parroquia se localiza el inmueble que albergó al hospital de los ferrocarrileros. Se trata quizás de la construcción más completa y mejor conservada entre las que dieron servicio a las empresas ferroviarias del siglo XIX . El inmueble, de una sola planta , con armoniosa fachada y características propias de la arquitectura ferroviaria, está destinado actualmente para servicios escolares. Un porche elevado a medio nivel como resultado del sótano conduce a los espacios interiores, que es posible visitar con el permiso de la vigilancia.

SAN JUAN DE GUADALUPE

La fundación del pueblo de San Juan de Guadalupe se sitúa en 1676; en esa fecha se separó del de San Miguelito, al que pertenecía originalmente. En la actualidad, y desde hace varios años, los vecinos de este barrio  realizan una magnífica representación de la pasión de Cristo durante la semana santa, que tiene como escenario la fachada del templo dedicado a San Juan Evangelista y a Nuestra Señora de Guadalupe.En el mismo lugar donde estuvo una capilla que había sido demolida tiempo atrás, se inició la construcción de la iglesia en 1800 y fue terminada 75 años después. La fachada y el interior del templo han sufrido varias modificaciones en las que ha perdido varios de sus elementos originales; sin embargo en el exterior se conserva la torre de cantera labrada de estilo neoclásico.  

BASÍLICA MENOR DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

 La Avenido Himno Nacional desemboca en la calzada de Guadalupe donde se levanta uno de los templos que recibe al mayor número de devotos cada año, especialmente durante el mes de Diciembre cuando se celebran las fiestas de la virgen de Guadalupe, a quien está dedicado el Santuario, como lo conocemos los potosinos.

La fachada del templo combina elementos churriguerescos con otros del estilo neoclásico. Las torres, que miden poca más de cincuenta metros de altura, son las más altas de la cuidad. En el segundo cuerpo se ubica un ventanal y una repisa donde está colocada una escultura barroca de San Miguel Arcángel; en la parte superior se encuentra la imagen de la Guadalupana, a quien la cuidad adoptó como patrona de las aguas, las minas y el comercio en el siglo XVIII.

...