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Los griegos y los otros: Comparación del capítulo III de Hartog memoria de Ulises, con el libro de Нeródoto V


Enviado por   •  29 de Abril de 2014  •  Trabajo  •  4.282 Palabras (18 Páginas)  •  629 Visitas

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1. LOS GRIEGOS Y LOS OTROS

Compare el capítulo III de HARTOG, Memoria de Ulises, con el Libro V de Heródoto cuyo texto se agrega aparte. Elabore su comparación teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

1. ¿Qué es ser griego?

Según Hartog, las guerras médicas y el testimonio de Herodoto sobre las mismas ayudaron a territorializar la figura del bárbaro que ubican en el rostro del persa. Pero esta dicotomía bárbaro – griego contiene una característica particular de índole política. La diferencia se basa en quienes viven en la polis y quiénes no. Por lo tanto, ser griego es ser político, es ser “libre”; mientras que ser bárbaro es estar sometido a un rey. Cuando se personificó al bárbaro con el persa, al mismo tiempo se creó otra dicotomía: la de Europa – Asia. Si bien esta marcada por un antagonismo, esta dicotomía es de alguna manera vinculante, ya que, “Sin griego no hay bárbaro, pero tampoco hay bárbaro sin griego” Además, según el autor, ambas podían concebirse en sucesión de ser primeros bárbaros y luego griegos. Entendiendo la capacidad de crecimiento del pueblo griego, lo que les permitió dejar de ser bárbaros. En el texto de Herodoto, puede verse esa mirada hacia “el otro” que no es griego: “Pues que no son aquellos, pues, bárbaros hombres de valor, y vosotros sois en la guerra la tropa más brava del mundo. ¿Queréis ver claramente lo que afirmo? En las batallas las armas con que pelean son un arco y un dardo corto, y aún más, entran en combate con largas túnicas y turbantes en la cabeza. Mira cuán fácil cosa será vencerles”

Aparece también otra figura de gran importancia que es la del tirano. Relevante a finales del período arcaico, cuando van a ir apareciendo ciudades isonómicas. Derrocar la tiranía, explica Hartog es situar el poder en el centro. Cada ciudadano a igual distancia del centro del poder y que de a poco lo privado se transforme en público. Herodoto, muestra en su texto la relación entre rey y tirano, el poder despótico o bárbaro. “Si tan convincente os parece que las riendas del gobierno estén en manos de un tirano, ¿por qué no sois los primeros en colocar un déspota sobre vuestras cabezas? ¿Por qué con vuestro ejemplo no animáis a los demás a que sufran un señor absoluto? La isonomia instaura la ley, el nomoi. El espacio circular con su centro en el medio y los bordes todos a la misma distancia. Así como Anaximandro concibió el mundo, con un centro valorizado, explica Hartog: “Ese modelo geométrico va a servir a los griegos para pensar el mundo, ya sea para definir la salud como isonomía entre elementos antagónicos (…)” Esta representación también aparece en el texto de Herodoto: “Con estos Jonios que ahí ves (esto iba diciendo mostrando los lugares en aquel globo de la tierra que en la mano tenía, grabado en una plancha de bronce)”

2. ¿Cuáles son las diferencias de los griegos con los otros?

La diferencia de los griegos con los otros, según Hartog, está basada en otro antagonismo: mesura – desmesura. Los griegos son el “justo medio” volviendo a la referencia de Anaximandro de la valoración del centro referente de la isonomia. Los bárbaros, en cambio, sufren de Hýbris, incapaces de mesura, generan excesos, desbordes, transgresiones. Esto se puede ver en el texto de Herodoto: “Forzado, pues, Amintas, manda a las mujeres a que se sienten al lado de los Persas, quienes habiendo ellas obedecido, no supieron contener sus manos con la licencia que les daba el vino, sino que las llevaron a los pechos de las damas, y no faltó entre ellos quien se desmandase en la lengua” Es este exceso el mismo que padece el déspota, que no respeta los nomoi, las leyes, reglas y costumbres de su sociedad o las ajenas. Así es también como Herodoto ve a todos los líderes persas, por ejemplo: Ciro bloqueando con un puente Asia de Europa, Cambises “el loco” que pierde a su ejército en el desierto, Jerjes que azota el mar, culpable de impiedad porque se trata de un dios. Todos ejemplos de la desmesura que personifica al bárbaro.

3. ¿Quiénes pueden ser los “otros” y por qué?

Según Hartog, durante los siglos IV y III la dicotomía griego – bárbaro va a empezar a dar un giro. De característica netamente política, la diferencia ahora va a ser cultural. En lo sucesivo la “grecidad” va a poder adquirirse. Dejar de ser “el otro” para ser griego ahora es un asunto de educación (paideusis). El bárbaro se va despolitizando de a poco y el sinónimo barbarie ya no pertenece al tirano o rey. En el siglo V el rey ya no niega los valores de la polis, sino, que puede poner fin a la stasis o guerras civiles que están paralizando a la ciudad. En esta posición intermedia, de la justa medida, de la isonomía, ya no se encuentra Jonia (Grecia de Asia) ahora, sino, la raza (génos) de los griegos situada a igual distancia de Asia y Europa.

4. Elabore conclusiones al final de la comparación.

En la historia de la humanidad el hombre siempre se definió así mismo en oposición a otros. Aquello que no podía entender lo condenaba. Esta fue la visión del pueblo griego con respecto a “los otros”, los bárbaros. Aquellos que ayudaron a definir su identidad. En Herodoto hay un pasaje muy claro, cuando en el incendio de Sardes quedó arrasado por las llamas el templo de la diosa nacional. El autor hace una referencia a esto, como la excusa que utilizarán en el futuro los persas para incendiar los templos de Grecia cuando invadan su ciudad. Mientras que una nota al pie aclara, que los persas no sólo incendiaron templos en Grecia, sino también en Egipto, guiados por su principio religioso de que los dioses no debían estar encerrados, sino al aire libre.

2. MUNDO MICÉNICO

Elabore una síntesis del C. IV de CHADWICK, J., El mundo micénico.

El desciframiento de las tabillas de lineal B nos presenta al mundo micénico en una vida social centrada alrededor del palacio, de función religiosa, política, militar, administrativa y económica al mismo tiempo. En esta economía palatina, el rey reúne en su persona todos los elementos del poder y los aspectos de la soberanía. El desciframiento del lineal B nos permite saber el desarrollo del palacio de Pilo, Cnosos y Micenas. Un ejercicio anual acerca de objetos, entradas y salidas de productos y relaciones de personas. Cada palacio era entonces un centro administrativo. El autor nos explica que es posible que esa oficina sea al mismo tiempo la residencia del administrador. “Cada centro de administración implica un administrador, bien sea un monarca independiente, un príncipe semiautónomo o un barón local que debe lealtad a un señor superior”

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