Los primeros intentos de organización y el Imperio de Iturbide.

Los primeros intentos de organización y el Imperio de Iturbide.

Después de la independencia, México tenía muchos problemas en todos los ámbitos, sociales, económicos, políticos, problemas que desde antes de la independencia los venía arrastrando, y con la independencia lo único que hizo fue asentarlos más o incluso, empeorarlos. Después de que se firmara el acta de independencia, su primer problema, entre otros, fue la economía que estaba mal desde antes por la culpa de los peninsulares, con sus reformas y guerras que se pelearon con nuestros recursos habían dejado mal económicamente al país, y después de eso viene una lucha armada que es la independencia, afecto aún más a la economía. Pasando algunos meses después de la independencia, se estaba generando un problema social, y es que la sociedad se estaba dividiendo, para decidir que se iba a hacer con el país, los ricos querían una monarquía, que viniera Fernando VII o alguien más pero que la forma de gobierno fuera una monarquía, por miedo de que si se cambiaba la forma de gobierno, ellos perderían sus riquezas, y del otro lado estaban los pobres, los mestizos, indígenas, que querían que la forma de gobierno se modificara para bien de todos, y otro problema que surgió fue que aun después de la promulgación de documentos como los sentimientos de la nación, la abolición de la esclavitud, el plan de iguala, los indígenas seguían siendo esclavos, mal pagados, sobreexplotados. El plan de iguala fue un documento firmado el 24 de febrero de 1821 en Iguala, Guerrero, en el que se buscaban principalmente tres cosas las cuales eran: La religión católica como única, Que México se independizara de España, y que hubiera una unidad entre todas las clases sociales, la cual la unidad era la única que no se podía aplicar en esos momentos.

Meses después de haberse proclamado el Plan de Iguala se redactaron los tratados de Córdoba, que se firmaron en Veracruz el 24 de agosto en 1821 el cual constaba de 17 artículos, los cuales se derivaban del plan de Iguala. Fue el primer documento que fue aceptado por la sociedad mexicana y por algunos países más.

La problemática económica en los primeros intentos de organización era muy grave ya que durante la independencia del país, la guerra devastó varios acueductos y cosechas; como la mayoría de la población vivía en el campo no había forma de poder hacer crecer la economía, si no en ese entonces se decía que los campesinos nada más trabajaban para que pudieran sobrevivir. Además las minas estaban en el mismo estado, pero poco tiempo después vinieron algunos ingleses que vinieron a aportar el dinero que se necesitaba para que dichas minas volvieran a estar en condiciones para funcionar, pero la mala organización de la población hizo que dicha actividad no rindiera frutos.

En cuanto a la situación social, surgieron dos grupos: los conservadores y los liberales. Los conservadores querían que viniera a gobernar el país un monarca de Europa o si no algún mexicano, pero que de verdad fuera bueno para gobernar; este grupo tenía una idea centralista, es decir, que querían que siguiera siendo el gobierno como cuando estaban los españoles.

Por otro lado estaban los liberales, que querían que el gobierno más que nada cumpliera las necesidades del pueblo, ellos tenían una idea federalista, de hecho, algunos que formaron parte de este grupo se sabía que algunos habían contribuido al movimiento de la independencia.

Con el paso del tiempo conforme cambiaba el punto de vista de cada grupo político la gente cambiaba de opinión sobre cada uno. Algunas personas que empezaron creyendo en los conservadores acabaron apoyando a los liberales y viceversa.

Ya decretada la independencia del Imperio mexicano, quedaba por hacer la obra gigantesca de reformas sociales y económicas que habrían de beneficiar a la nación pero lo que va a hacer Agustín de Iturbide es que va a comenzar con las transformaciones políticas al establecer la Junta Provisional Gubernativa que se encargaría de redactar el Acta de Independencia del Imperio mexicano y de gobernar hasta que se nombre a un emperador, mientras se reunía un Congreso Constituyente que se va a encargar de elaborar la Constitución política y de elaborar el presupuesto del gobierno. En seguida se nombró a una Regencia que actuaria como poder ejecutivo y que quedaría integrada por cinco distinguidas personalidades como fueron Manuel de la Bárcena (sacerdote católico que residió en la Nueva España), Isidro Yáñez, Manuel Velázquez de León (quienes fueron políticos mexicanos), Juan O’Donojú (último Jefe político Superior de la Nueva España) y el caudillo independentista Agustín de Iturbide, quien sería nombrado presidente de este organismo.

Para mantener el control de la Junta Provisional Gubernativa, Agustín de Iturbide va a encargarse de nombrar a las personalidades que habrán de conformar a este organismo y van a ser hacendados, integrantes del alto clero, peninsulares dueños de ultramarinos y jerarquía militar del Ejército Trigarante aquellos que van a ser beneficiados por el voto del caudillo independentista, Agustín de Iturbide. La Junta Provisional va a quedar integrada por 38 miembros y por decisión unánime va a quedar Agustín de Iturbide como el presidente de la Junta.

Posteriormente se conformó el Congreso Mexicano, el cual va a quedar integrado por eclesiásticos, jefes militares y magistrados, quienes habrán de proponer la creación de una República o una Monarquía como las dos alternativas para la nación mexicana. La Regencia, por su parte, habrá de solicitar los recursos necesarios para cubrir los gastos del ejército, que se había incrementado a cerca de ochenta mil hombres y tenían que cubrir los salarios de una burocracia que estaba creciendo rápidamente ante la creación de nuevos empleos por parte del gobierno iturbidista. El Congreso Mexicano tenía una aparente autonomía y ésta era aparente porque en relación con la Regencia ya comenzaba a mostrar signos de dependencia ante las peticiones del iturbidistas, provocando que se acentuara la división entre sus integrantes, pues veían que Iturbide había apoyado a la creación de este organismo con el afán de impulsar su proyecto monárquico.

A principios de 1822 México envió representantes a Estados Unidos, Francia e Inglaterra con el propósito de obtener su reconocimiento como nación independiente e iniciar el camino para establecer relaciones comerciales que permitieran atraer capital y beneficios económicos a la nación. Se buscaría además frenar los intentos colonialistas de los españoles que pretendían desconocer el tratado de Córdoba.

En el mismo año las cortes españolas desconocían la independencia de México obligando a que el Congreso Mexicano retomara el Tratado de Córdoba y estableciera como nueva opción el nombramiento de un emperador mexicano.

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