Lutero Y El Cambio Obligado De La Iglesia Católica

Introducción

El estudio de la religión cristiana, en este caso durante el S.XVI, es de gran importancia ya que este siglo marcaría de por vida a la iglesia católica, por lo que es necesario saber qué fue lo que impulsó todos estos cambios que hasta nuestros tiempos siguen vigentes.

Las 95 tesis publicadas en 1517 por Martín Lutero fue el inicio de un cambio radical dentro en la historia de la iglesia católica. Lo que se buscaba con la publicación de esta Reforma era frenar todos los vicos y abusos que se habían observado por parte de la iglesia local en Alemania, principalmente por parte del predicador dominico Johann Tetzel, el cual fue el encargado de movilizar y recolectar el dinero ganado en varias zonas de Alemania para después ser enviado a la seda principal en Roma; la venta descontrolada de indulgencias fue lo que llevó a Martín Lutero a publicar sus 95 tesis, en las cuales expresaría su inconformidad por los actos llevados a cabo por parte de la iglesia católica.

La venta de indulgencias fue el principal motor de la iglesia católica para poder continuar la magna construcción de la Basílica de San Pedro (iniciada por el Papa Julio II). El argumento del clero tras la venta de indulgencias era el perdón temporal para una persona viva o bien reducir el tiempo de un difunto en el purgatorio ya que, la indulgencia no perdona el pecado en sí mismo, sino que exime de las penas de carácter temporal que de otro modo los fieles deberían purgar, ya sea durante su vida terrenal, o luego de la muerte en el purgatorio. Dicha venta indiscriminada de indulgencias se llevaría a cabo durante el papado de León X.

Después de la Reforma Protestante la iglesia católica entró en una fuerte crisis, y tuvo que poner freno a los abusos que se estaban cometiendo, y fue en el Concilio de Trento donde se pondría fin a la venta de indulgencias y posteriormente a su respuesta con la contra reforma para responder a lo que planteaba Martín Lutero.

Es por eso que analizaremos cuales fueron los factores que impulsaron a Martín Lutero a desarrollar sus 95 tesis y cómo fue que la iglesia católica se vio afectada, como respondió con su Contra Reforma para tranquilizar a la gente, que cada vez en mayor número estaban en contra de las acciones que estaba realizando la iglesia para su beneficio.

Desarrollo

Antecedentes de la Reforma:

La iglesia católica ya se encontraba tiempo atrás en crisis antes de la Reforma protestante.

Desde el siglo pasado (siglo XV) dicha institución ya se encontraba con problemas internos en el occidente de Europa, pues que se era muy común ver actos de corrupción. A pesar de todos estos problemas la iglesia de supo mantener en pie, sin embargo el papel de la iglesia en ese momento no le permitía empezar desarrollar su magna construcción, “julio II había iniciado la construcción de la basílica renacentista de San pedro del Vaticano y su sucesor, León X, prosiguió su construcción” y por falta de recursos fue que recurrieron a la venta de indulgencias para así poder sustentar económicamente la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma la cual pasaría a ser la sede principal de la iglesia hasta nuestros días.

La Reforma.

Antes de pasar a ver los motivos de la publicación de la reforma, es importante saber su definición.

“Por reforma se entiende a aquel cambio que se propone, proyecta o bien se ejecuta sobre determinada cuestión con el objetivo de conseguir una innovación o una mejora en el rendimiento, la presentación, entre otras cuestiones.”

Ya una vez definido el concepto de Reforma podemos tener con más claridad que es lo que buscaba Lutero con sus 95 tesis.

A pesar de que Lutero se mostró inconforme con lo que estaba pasando en el mundo religioso él mismo no se exentaba de la salvación de su alma puesto que “en el mundo europeo religioso, flotaba como preocupación común y frecuente la salvación del hombre” , en aquella época y desde años atrás la gente europea tenía un fanatismo muy marcado, la religión para la mayoría de la gente era sumamente importante, su vida giraba en torno a ella, y vivían con el miedo de que su alma pasara toda una eternidad en el purgatorio o peor aún, en el infierno. Todo esto pasaba porque la gente acudía a pedir perdón a las iglesias por su continuo abuso con otras personas. Erasmo de Rotterdam nos explica esto en el Elogio De La Locura:

“¿y que puedo agregar de quienes disfrutan mintiéndose a sí mismos con supuestos perdones de sus pecados? Van midiendo como con clepsidra el tiempo de su permanencia en el purgatorio, y contando los siglos, los años, meses, días y horas con la precisión de una tabla matemática, sin ningún error. Tampoco diré nada de quienes confiados en ciertas fórmulas y cadenas de oraciones mágicas-inventadas por algún impostor para bien de su alma o para ganar dinero- se prometen toda clase de riquezas, honores, placeres, satisfacciones, eterna salud, larga vida, que concluya en una ancianidad vigorosa.”

“También a Lutero esta preocupación le había llevado a entrar en la vida religiosa y a tomarse en serio, dentro de ella, leyes, normas y prescripciones.”

Tanta era la devoción de Lutero por la religión que no podía creer que la iglesia abusara tanto de sus fieles, al decirles que solo con el comprar una indulgencia su alma o la de un difunto sería libre de pasar tanto tiempo en el purgatorio, “la indulgencia sería plenaria y podría aplicarse por los difuntos” , a Lutero como a la demás gente también le importaba salvar su alma y fue ese el motivo el que lo llevó a integrarse a las filas de los estudiosos de la fe católica. Sin embargo como ya se mencionó anteriormente la gente en aquel tiempo abusaba mucho de otras personas.

“Como ejemplo, tenemos a algunos negociantes, soldados o jueces que creen purificar para siempre la hidra de Lerna, que es su vida, con el único centavo de sus saqueos miserables. Creen que sus incontables sacrilegios, lujurias, borracheras, peleas, matanzas, trampas engaños y traiciones quedan olvidadas como por contrato, y absueltas de tal manera que pueden empezar una nueva rueda de crímenes.”

En Alemania Alberto de Brandeburgo, obispo de

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