MÉXICO EN SIGLO XIX

Hablando acerca de un gobierno mundial o de un nuevo orden mundial, la gente divide opiniones. Muchos piensan que esto no se podría llevar a cabo debido a que los países no les gustaría perder su soberanía; asimismo  hay muchos países que piensan que esto no se puede llevar a cabo debido a que se convertiría en un gobierno tiránico. Pensemos que un gobierno mundial debería tener una cabeza, ¿quién sería? Por acuerdo de todos los países se tendría que elegir, pero quizás no todas las personas estén de acuerdo. ¿A quién le gustaría que un alemán lo gobernara?

La gente piensa como Julio César o Napoleón…”divide y vencerás”. Concentrando todo el poder del mundo en un pequeño grupo, dice la gente,  el mundo caería en una crisis que después nadie podrá levantar.

Pienso que es muy difícil crear un solo gobierno que pueda controlar todos los aspectos o velar por las necesidades de todo el mundo. Imaginemos todas las necesidades que surgen en un solo país y que el gobierno de ese país no puede controlar. Ahora imaginemos las necesidades de miles de países, ¿cómo controlas tantas cosas, se necesita un gobierno enorme que pueda cubrir las necesidades de cada uno de los países?

Pienso que  quizás hay bastantes temas (problemáticos o a tratar) en cada sociedad. Es algo difícil pensar en un gobierno que controle todo. Incluso las personas no están dispuestas a renunciar a sus tradiciones o a sus formas de gobierno por un “bien común” como se supone que es la creación de un gobierno mundial.  Sin embargo creo que deben de existir instituciones a nivel global que tengan autoridad política y legal en ciertos aspectos. Instituciones que puedan ser reguladoras en diferentes materias, sea economía, conflictos legales entre países, dignidad de las personas, etc.

Joseph Ratzinger “Benedicto XVI” propuso el establecimiento de un gobierno mundial capaz de coordinar acciones políticas consensuadas como alternativa para estabilizar la economía, en plena crisis a causa de los excesos del neoliberalismo.

Joseph destacó la necesidad del establecer una autoridad política mundial que supere las lógicas reduccionistas de los actuales mecanismos de coordinación como el Grupo de los Ocho (G-8) o el Grupo de los Veinte (G-20), vistos más como “clubes de amigos”.

Además constató la exigencia de un organismo que desarrolle las funciones de una especie de “banco central mundial” que regule el flujo y el sistema de los intercambios monetarios, con el mismo criterio que los bancos centrales nacionales.

Hablando acerca de un gobierno mundial o de un nuevo orden mundial, la gente divide opiniones. Muchos piensan que esto no se podría llevar a cabo debido a que los países no les gustaría perder su soberanía; asimismo  hay muchos países que piensan que esto no se puede llevar a cabo debido a que se convertiría en un gobierno tiránico. Pensemos que un gobierno mundial debería tener una cabeza, ¿quién sería? Por acuerdo de todos los países se tendría que elegir, pero quizás no todas las personas estén de acuerdo. ¿A quién le gustaría que un alemán lo gobernara?

La gente piensa como Julio César o Napoleón…”divide y vencerás”. Concentrando todo el poder del mundo en un pequeño grupo, dice la gente,  el mundo caería en una crisis que después nadie podrá levantar.

Pienso que es muy difícil crear un solo gobierno que pueda controlar todos los aspectos o velar por las necesidades de todo el mundo. Imaginemos todas las necesidades que surgen en un solo país y que el gobierno de ese país no puede controlar. Ahora imaginemos las necesidades de miles de países, ¿cómo controlas tantas cosas, se necesita un gobierno enorme que pueda cubrir las necesidades de cada uno de los países?

Pienso que  quizás hay bastantes temas (problemáticos o a tratar) en cada sociedad. Es algo difícil pensar en un gobierno que controle todo. Incluso las personas no están dispuestas a renunciar a sus tradiciones o a sus formas de gobierno por un “bien común” como se supone que es la creación de un gobierno mundial.  Sin embargo creo que deben de existir instituciones a nivel global que tengan autoridad política y legal en ciertos aspectos. Instituciones que puedan ser reguladoras en diferentes materias, sea economía, conflictos legales entre países, dignidad de las personas, etc.

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