MEXICO PRHEISPANICO EN EL SIGLO XVI Y LA CONQUISTA ESPAÑOLA
Enviado por Boni039 • 21 de Octubre de 2021 • Síntesis • 2.855 Palabras (12 Páginas) • 145 Visitas
Alumno: Arellano Quiñonez Luis Fernando maestr@:M. en Arq. Amalia Edwiges Cosio Cabanilas[pic 1]
Titulo: MEXICO PRHEISPANICO EN EL SIGLO XVI Y LA CONQUISTA ESPAÑOLA
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Espacio, tiempo y lugar del renacimiento al barroco Alumno : Arellano Quiñonez Luis Fernando |
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MEXICO PRHEISPANICO EN EL SIGLO XVI Y LA CONQUISTA ESPAÑOLA |
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MEXICO PRHEISPANICO EN EL SIGLO XVI Y LA CONQUISTA ESPAÑOLA
MESOAMÉRICA UNA GEOGRAFIA CULTURAL
Nuestro punto de partida es la conquista de México. La historia de las culturas que antes de la llegada de los españoles habita- ron el territorio de lo que hoy es México es muy rica y ofrece la oportunidad de acercarnos a una de las civilizaciones que por sí sola alcanzó un estatus cultural que la coloca al lado de otras que también, sin la presencia de ninguna influencia, se convirtieron en altas culturas, como las de Mesopotamia, Egipto, India y China. La conquista fue un acontecimiento muy violento en el que los indígenas del México antiguo vieron cómo ante sus ojos se derrumbaba la realidad en la que hasta entonces habían vivido. Fue la época en la que, con mayor claridad, se sintieron diferentes de los españoles de la península.
ARIDOMÉRICA Y MESOAMÉRICA
La frontera norte de esta área cultural se caracterizó por su gran dinamismo. Es un hecho que cuando sobrevino el colapso de esta ciudad, la zona fronteriza comenzó a recorrerse hacia el sur hasta llegar al Valle de México. La frontera sur, en cambio, permaneció inmóvil debido a las escasas presiones que sobre ella ejercían los grupos que habitaban más al sur y que correspondían a una zona de cultura que se ha definido como intermedia. Algunas tuvieron una vida muy larga, otras desaparecieron y de ellas quedaron algunos centros habitados por hombres que heredaron algo del antiguo esplendor cultural.A la llegada de los españoles existía la zona de las culturas del golfo, cerca de las costas del golfo de México. Hacia el sur, en la actual península de Yucatán y hasta Chiapas, se encontraba la zona maya, que en los tiempos de la conquista no tenia ya el esplendor de otras épocas.
LO PECULIAR DE LA CULTURA MESOAMÉRICANA
Lo peculiar de la cultura mesoamericana La historia de Mesoamérica inició hace más de dos milenios en dos núcleos. Uno corresponde a la cultura olmeca, que surgió en la costa del golfo de México, en una región que se localiza en el sur del actual estado de Veracruz y en el norte de lo que hoy es Tabasco. El otro foco original se sitúa en el sur de la cuenca lacustre del Valle de México. En ambas zonas, en asentamientos cada vez más importantes, los indígenas construyeron obras hidráulicas para mejorar la tierra cultivable, levantaron habitaciones para los gobernantes y basamentos para sus templos.
En las dos regiones surgieron rasgos culturales propios que mediante el comercio o la guerra entraron en contacto y dieron lugar a procesos de sincretismo de los que surgieron rasgos comunes quien se puede afirmar fueron los primeros realmente mesoamericanos. A medida que esos primeros núcleos de cultura influyeron en grupos asentados en otras regiones, el área cultural se expandió dando paso a nuevos procesos sintéticos que enriquecieron los rasgos culturales originales. Así, el área mesoamericana adquirió un carácter dinámico en cuanto a su capacidad de expansión y las características culturales que la distinguieron. El estudio del área mesoamericana ha obligado a los especialistas a tienen en cuenta los rasgos culturales mencionados y a establecer una cronología que ha permitido estudiar los distintos momentos del devenir de esta arte cultural.
El clásico se distingue por la construcción de grandes centros cere nlales, algunas veces como el corazón de una gran ciudad y otro núcleo de una serie de pequeños poblados dependientes, con un régimen político teocracia.
TENOCHTITLAN SEDUCE A SU CONQUISTADOR
Imaginemos por un momento el esplendoroso panorama que Cortés pudo observar, cuando días después de su entrada, desde lo alto del gran templo de Tláloc y Huitzilopochtli, extendió la vista por la ciudad en su conjunto y por el lago que la rodeaba. México se erigía en medio de una gran laguna. En torno al recinto sagrado donde se levantaba aquel templo se situaban los palacios de los nobles, el bullicioso mercado, las casas de los hombres del pueblos, algunos templos más que pertenecían a los barrios, las chinampas que rodeaban la ciudad y, más allá, la laguna que continuamente recorrían pequeñas embarcaciones que llevaban y traían los más diversos productos. Cortés también pudo observar las otras ciudades que rodeaban al lago, con sus templos donde continuamente ardía el fuego en grandes braseros.
México-Tenochtitlan era una ciudad muy poblada. El resto de la población habitaba en casas pequeñas de una planta. Había petates, algunos asientos bajos, canastos de distintos tamaños, pero es posible que en las casas nobles hubiera mantas de algodón ricamente bordadas adornando algunas paredes. Por su parte, en el ánimo de los indígenas también debió imperar una extrañeza colmada de interrogantes.
VINO A LA GUERRA
Cortés se ausentó de la capital mexicana para hacer frente al pequeño ejército que, al man- do de Pánfilo de Narváez, había llegado a Veracruz enviado por Diego Velázquez, el gobernador de Cuba, con el fin de someterlo. En respuesta, los mexicanas sitiaron las casas donde se hospedaban los españoles. Cuando el capitán regresó se vio obligado a organizar apresuradamente la salida de su ejército, que se llevó a cabo una noche Oscura en la que los españoles en desbandada dejaron la ciudad y llegaron a tierra firme por Tacuba. Se dice que allí, a los pies de un ahuehuete, cuyos restos aún se conservan, Cortés lloró su derrota.
Este enfrentamiento entre mexicanas y españoles revela que, aun cuando éstos habían sido bien recibidos, las tensiones que generaba su presencia eran muy fuertes, pues los indígenas percibían que intención de los recién llegados era permanecer allí y transformar su realidad Para los mexicanas la guerra que siguió fue particularmente extraña. Su ciudad, fundada en una isla en medio de un lago, lo que constituía una defensa natural, nunca había sido sitiada.
UN NUEVO TERRITORIO, UNA NUEVA REALIDAD
Conforme avanzaba la conquista, surgieron fenómenos que dieron a Nueva España, primero, y al México de hoy, después, un carácter peculiar. Los complejos fenómenos de sincretismo cultural dotaron a cada región de características propias y se produjo un mestizaje sostenido cuya importancia radica en el origen de las peculiaridades raciales del México de nuestros días. Por su parte, la Corona española fue perfilando la administración de estas regiones. El poder recayó en un primer momento en el propio Cortés, quien ostentó el título de capitán general.
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