“MI LUCHA” ADOLF HITLER

“MI LUCHA”
ADOLF HITLER
Colegio La Florida
Alumna: Julia Sofía Cabrera Estrada 6to B A III Materia: IECSE
Docente: Veronica Hernández C.

Originario de una pequeña comarca en territorio Bávaro, lo que lo convertía en un austriaco cuyas interrogantes mas profundas eran encontrar la razón por la cual Alemania y Austria no podían compartir como una sola nación.

Joven, rebelde inquieto, Hitler se niega a seguir los pasos de su padre para convertirse en funcionario público.

Se dirige a la capital austriaca a realizar con ansia el examen de ingreso a la Escuela Nacional de Artes de Viena, de la cual es rechazado por no ser considerado un buen prospecto para pintor, ya que sus aptitudes lo esbozaban mas como un gran arquitecto, el problema se encontraba en la falta de acreditación de la capacitación de la escuela secundaria, lo que le impedía continuar con su sueño.

El tiempo pasó y Hitler se dedicó a sobrevivir en Viena, experimentando la miseria de la clase obrera y poco favorecida de la sociedad austriaca. Esta vivencia dejó una profunda huella en el carácter de Adolf, ya que estaba convencido de que no podía estudiarse a cualquier clase social si no se había experimentado la vida con ella.

La labor de la beneficencia es insuficiente para la eliminación de las deficiencias de la estructura socio cultural que son causa de la degeneración de las personas.

Horrorizado narra como los obreros austriacos comentaban que era lo mismo ser alemán a no serlo, mientras tuviera asegurado el sustento. Para él es inconcebible el hecho de tal desprecio del espíritu nacionalista, y alaba la educación de los jóvenes franceses que a todas luces defienden su terruño.

En base a su experiencia Hitler pensaba, que “el problema de la nacionalización de un pueblo consiste, en primer término, en crear sanas condiciones sociales como base de la educación individual; porque sólo aquel que haya aprendido en el hogar y en la escuela a apreciar la grandeza cultural y, ante todo, la grandeza política de su propia Patria, podrá sentir y sentirá el íntimo orgullo de ser súbdito de esa Nación. Sólo se puede luchar por aquello que se ama. Y se ama sólo lo que se respeta, pudiéndose respetar únicamente aquello que se conoce.”

Gran estudioso del problema social y convencido de que quien nada entiende de política pierde el derecho a cualquier crítica y a cualquier reivindicación, profundiza en el tema de la socialdemocracia y lo ve como un vehículo para el debilitamiento de la casa reinante “Los Habsburgo” por medio del sufragio universal secreto (voto).

En ese momento su ocupación era en el ámbito de la construcción, lidiando con obreros, en esa época fue invitado a participar en un sindicato, sin embargo no se dejo imponer tal encomienda, a la hora del almuerzo se escuchaba lo siguiente. “la Nación no era otra cosa que una invención de los "capitalistas" -¡qué infinito número de veces escuché esa palabra!-; la Patria, un instrumento de la burguesía, destinado a explotar a la clase obrera; la autoridad de la Ley, un medio de subyugar al proletariado; la escuela, una institución para educar esclavos y también amos; la religión, un recurso para idiotizar a la masa predestinada a la

explotación; la moral, signo de estúpida resignación. Nada había, pues, que no fuese arrojado en el lodo más inmundo”. Para Hitler hombre de férreo nacionalismo era inconcebible tales conceptos y puntos de vista de la vida, por tal motivo indagó hasta el cansancio hasta lograr tener un conocimiento muy profundo de las doctrinas socialistas y marxistas para poder refutar a sus contrincantes den las discusiones. Fue en ese momento el inicio de su pasión por la política.

Después de estas acaloradas discusiones, el final era violento y desventuras era despedido de su trabajo, al cual volvía por falta de sustento.

En su diaria frustración por el rocé con un modo de pensar totalmente diferente a él se da a la tarea de entender a la social democracia austriaca, cuestionandose de manera muy profunda si esa gente era realmente merecedora de pertenecer a una gran nación. Y su gran conclusión es que el pueblo no sabe que hacer con la libertad, se siente en abandono cuando la posee, prefiere la rigidez y la intransigencia de los movimientos “rojos” o la social democracia.

Era cada vez más claro como, los partidos social demócratas con sus discursos de lucha pro derechos de los trabajados, y la absurda actitud de la clase burguesa ante la mas mínima mejora de las condiciones de los trabajadores, lograban la aceptación del pueblo, y lo llevo a tener conceptos tan claros como el de sindicato como instrumento de defensa

de los derechos sociales de los trabajadores y de lucha por la mejora de sus condiciones de vida y el sindicato como instrumento de un Partido en la lucha política de clases.

Es en este momento que inicia su reflexión el momento en su vida en que junto con la teoria marxista-socialista, el autor entrelaza estos conceptos con el del “Judío” como enemigos de la nación.

En aquel entonces se presentaba la caída de la monarquía austriaca y el surgimiento del Reich, hecho que Hitler no aprobaba. Para entonces descubre el movimiento Cristiano socialista y a su fundador el doctor Karl Lüger , a quien admiraba. Aún cuando este descubrimiento trajo para si algo de indulgencia hacia el concepto del problema judío, posteriormente este concepto solo se vio exacerbado, considerando a los judíos como la peor lacra de la sociedad alemana, debido a que los judíos no ven, por cuestiones religiosas, al país que los alberga como su nación, por lo que Hitler entiende que los judíos no son, y no se consideran como alemanes. Más allá el judío al reconocerse como el pueblo elegido rechaza la posibilidad o la capacidad del hombre de alcanzar logros por sus méritos, lo que Hitler veía como una amenaza directa a la sociedad universal, lo cual llevaría al caos a la humanidad.

Hitler definió la edad ideal de participación en la politica, mas allá de los 30 años, porque decía que a esa edad uno ya se había conocido, ya había aprendido, y definido su ideales como persona.

Hitler, asiduo admirador del José II, emperador católico romano lo ve como figura máxima de respeto y alabanza ya que invirtió cada gramo de su energía espiritual y corporal en tratar de lograr la unificación del cumulo de pueblos que componían su imperio.

Después asistir durante largo tiempo a las sesiones del parlamento, se dio cuenta de que los representantes del partido social demócrata en su afán de representar a sus electores traicionaban los intereses de la nación alemana. Aludiendo al pensamiento de que “El parlamentarismo democrático de hoy (ese momento) no tiende a constituir una asamblea de sabios, sino a reclutar más bien una multitud de nulidades intelectuales”.

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