Macartismo versus espíritu norteamericano: Scoundrel time de Lilian Hellman y The Crucible de Arthur Miller
Enviado por Cintia20071982 • 25 de Abril de 2019 • Apuntes • 2.472 Palabras (10 Páginas) • 231 Visitas
CAPÍTULO III
Macartismo versus espíritu norteamericano: Scoundrel time de Lilian Hellman y The Crucible de Arthur Miller
La fuerza de la represión macartista cayó esencialmente sobre medios como el cine y el teatro por una razón evidente: un castigo aplicado a una personalidad famosa, un actor, una actriz, un escritor, multiplica el impacto del castigo sobre la sociedad, sobre todo si se trata de una sociedad adicta al cine y al teatro.
En este estudio mi intención es estudiar la forma en que dos escritores importantes volcaron lo que vivieron en dos obras publicadas con más de veinte años de diferencia y analizar la forma en que esas dos visiones del período se relacionan con un ideal de persona muy emparentado con el mito esencial de los Estados Unidos y dentro de este mito, con el individualismo.
Tanto Arthur Miller como Lillian Hellman tenían que resultar sospechosos a los hombres del Comité de Actividades Antiamericanas en el contexto de la represión desatada por el llamado Miedo al Comunismo». Lillian Hellman era miembro del Partido Comunista aunque no lo admite en Scoundrel Time, el texto que me interesa estudiar. Era la mujer Hammett, otro miembro del partido que terminó en la cárcel. La enfermedad y muerte de Hammett está directamente relacionadas con el periodo que el escritor pasó en la cárcel. Scoundrel Time es un homenaje de Hellman a la memoria de Hammett, el escritor llevó a la novela policial hacia la denuncia social y creó el subgénero llamado “novela negra” el libro es un llamado de atención a los estadounidenses después de la elección de Nixon como presidente. A Hellman le horroriza que la gente de su país haya olvidado el rol de Nixon en el Comité de Actividades Antinorteamericanas y esté dispuesta a aceptarlo como presidente.
Hellman se interesa por los temas sociales.
Los dos textos que me interesan son diferentes Hellman y Miller eran dramaturgos pero en Scoundrel Time (tiempo de canallas) es un relato autobiográfico en prosa escrito años después del momento histórico que describe (se publicó en 1976, cuando el impulso renovador de la década del 60 se había agotado) The Crucible (Las brujas de Salem) es una obra de teatro del mismo tema (se publicó en Estados Unidos en 1953). La relación de lo que pasa en la obra con los interrogatorios del Comité de Actividades Antiamericanas es evidente pero en lugar de situar la acción en las décadas de 1940 o 50, Miller la dramatiza a través de un retrato de los procesos de quema de brujas de 1692. Así el medio del comunismo aparece representado como el miedo a la brujería y al dominio. Miller pone a ambos en el mismo escalón de irracionalidad, e insinúa que las consecuencias para los involucrados eran trágicas en ambos casos.
Scoundrel Time es un recuerdo de los tiempos en que Hellman había sufrido la presión de las listas negras y el encarcelamiento de su esposo y una afirmación de la necesidad de recordar lo que pasó en esa época. Hellman cuenta dentro de la tradición del testimonio. Scoundrel Time está planteado como parte de la historia misma como documento. The Crucible representa en un drama los procesos contra las brujas de Salem del siglo XVII. No es un testimonio, sino una construcción teatral de un momento histórico especial en los Estados Unidos. En las publicaciones posteriores a la desaparición del Comité de Actividades Antiamericanas, Miller interrumpe el texto con largas explicaciones en prosa en las que define su punto de vista sobre lo que sucedió en el Comité y la relación entre los dos procesos, el de Salem y el de Mc Carthy. Yo quiero estudiar la forma en que Miller trata los personajes y el conflicto, para compararla con la presentación que hace Hellman del macartismo en Scoundrel Time.
Delación y confesión
Los dos textos pueden leerse como análisis lento y detallado de los mecanismos de la delación y de sus relaciones con el poder. La delación es el objetivo principal de las preguntas.
El mecanismo de la delación en ambos textos es el interrogatorio y en todo interrogatorio hay por lo menos dos partes, dos bandos enfrentados, el de los que preguntan y el de los que responden, dominados o víctimas. Tanto Hellman como Miller se interesan sobre las víctimas.
Hellman y Miller analizan en profundidad el método que utilizan, la forma en la que alienta la delación desde el poder y la convierten en un momento heroico, en un acto loable.
En ambos textos, el método es el mismo y la primera herramienta de ese método es el miedo, miedo a la muerte. Ambos están centrados en las víctimas; el odio y el desprecio más marcados son para los que ceden a la presión, los que aceptan la delación como escapatoria, los que se “quiebran”. Hellman aclara que ella comprendería esa reacción frente a la muerte o al dolor físico pero nunca frente al tipo de amenaza que utilizaba el Comité.
La obra de Miller y la de Hellman analizan con cuidado el proceso que para ellos es la base del poder de los interrogadores: el que transforma a la víctima en delator. En realidad, lo que hacen es estudiar el funcionamiento de las relaciones de poder y las jerarquías. La víctima, acorralada frente a lo que teme (la muerte, la pérdida del trabajo o del estátus), acepta la salida que le ofrece el poderoso: se pasa al bando del poder, se protege adoptando la actitud que puede hacerle obtener al mismo tiempo la clemencia del tribunal y esa actitud poder sobre otros que todavía no se han quebrado. La clemencia y el poder van juntos. En la obra de Miller, Abigail recorre ese camino paso por paso: de víctima y acusada, pasa a «arrepentida» y lo que al principio era un gesto de defensa propia termina por convertirse en placer, sobre todo cuando descubre que su posición le da poder incluso frente a los jueces.
En The Crucible, la delación aparece como un tipo de poder a través del nombre, el que nombra ejerce un poder sobre la persona a quien nombra, la señala y con ese gesto, la convierte en víctima.
Para los interrogadores, la víctima se convierte en héroe. Y los “arrepentidos” tienen poder también sobre los acusados.
Hay otra posible frente a la presión: negarse a delatar, negarse a ser instrumento del poder. Hellman y Miller hablan frente a los jueces sobre sus propias convicciones, pero se resisten a nombrar a otros, a ejercer el poder de la delación. Se declaran víctimas y solo eso.
La sociedad como caldo de cultivo
En Scoundrel Time y en The Crucible esta actitud está planteada como un triunfo y un fracaso al mismo tiempo y de la combinación de las dos cosas surge lo que podría llamarse la posición crítica de Hellman y Miller frente al macartismo. Pero la resistencia también es una derrota porque recibe un castigo:
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