Manifiesto De Cartagena
Enviado por mari.will • 16 de Marzo de 2014 • 717 Palabras (3 Páginas) • 263 Visitas
Permitidme que animado de un celo patriótico me atreva a dirigirme a vosotros, para indicaros ligeramente las causas que condujeron a Venezuela a su destrucción; lisonjeándome que, las terribles y ejemplares lecciones que ha dado aquella extinguida república, persuadan a la América mejorar de conducta, corrigiendo los vicios de:
Unidad.
Solidez.
Energía que se notan en sus gobiernos.
El más consecuente error que cometió Venezuela, al presentarse en el teatro político fue su contradicción, la fatal adopción que hizo del sistema tolerante; sistema improbado como débil e ineficaz, desde entonces, por todo el mundo sensato y tenazmente sostenido hasta los últimos períodos, con una ceguedad sin ejemplo.
Las primeras pruebas que dio nuestro gobierno de su insensata debilidad, las manifestó con la ciudad subalterna de Coro, que denegándose a reconocer su legitimidad, la declaro insurgente, y la hostilizo como enemigo.
Filósofos por jefes.
Filantropía por legislación.
Dialéctica por táctica.
Sofistas por soldados.
De aquí nació la impunidad de los delitos de estado cometidos descaradamente por los descontentos y particularmente por nuestros natos e implacables enemigos los españoles europeos, que maliciosamente se habían quedado en nuestro país.
Al abrigo de esta piadosa doctrina, a cada conspiración sucedía un perdón, y a cada perdón otra conspiración que se volvía a perdonar.
¡Clemencia criminal, que contribuyó más que nada a derribar la máquina que todavía no habíamos enteramente concluido!
LA DISIPACIÓN DE LAS RENTAS PÚBLICAS.
En objetos frívolos y perjudiciales; y particularmente en sueldos de infinidad de oficinistas, secretarios, jueces, magistrados, legisladores, provinciales y federales, dio un golpe mortal a la república, porque la obligó a recurrir al peligroso expediente de establecer el papel moneda, sin otra garantía que las fuerzas y las rentas imaginarias de la confederación.
Esta nueva moneda pareció a los ojos de los más, una violación manifiesta del derecho de propiedad.
EL SISTEMA FEDERAL.
Bien que sea el más perfecto y más capaz de proporcionar la felicidad humana en sociedad, es, no obstante, el más opuesto a los intereses de nuestros nacientes estados.
Generalmente hablando todavía nuestros conciudadanos no se hallan en aptitud de ejercer por si mismos y ampliamente sus derechos; porque carecen de las virtudes políticas que caracterizan al verdadero republicano; virtudes que no se adquieren en los gobiernos absolutos, en donde se desconocen los derechos y los deberes del ciudadano.
Es preciso que el gobierno
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