Memoria, Identidad, Y Nación.ANTONI, DEFEZ I MARTIN

Dentro del contenido que propone el autor en torno a el papel de la memoria en la formulación de una identidad propia, se establece el ítem central de análisis el cual se sustenta en ¿Qué importancia tiene la memoria y el olvido en las naciones?, a partir de este interrogante se genera una puesta en la que el historiador y los mismos colectivos sociales estudian, analizan y generan la construcción de un nacionalismo en torno a una idea de futuro, como un proyecto objetivo, el cual busca la legitimación del pasado. En base a esto la reconstrucción de esa memoria, de ese pasado que puede a ser una identidad del sujeto como “parte de”, esto a partir de diferentes formas en especial como plantea el autor de una construcción a partir del orgullo que genere un suceso histórico. En este sentido se plantea la posibilidad y la importancia del olvido o de tergiversar el pasado mediantes falsas descripciones de lo sucedido y des virtualización del sentido de los sucesos enmarcados.

Ahora bien estas visiones abren camino a esa construcción de nacionalismo, de identidad, que mediante la memoria colectiva bajo la descripción del que sucedió, pueden ser reactivados o bien consiente o inconscientemente olvidados. En donde se pueden salir de esas propuestas positivistas que solo dejan la posibilidad de la memoria estática o desde un punto crítico y abierto al cambio se pueden generar identidades nacionales con un término activo, propositivo.

El autor propone como ejemplo de esas identidades colectivas a dos estados o provincias españolas como lo son: Cataluña por un lado que por su contexto histórico se envuelve en la ideología de la esencia de las derrotas para su autocomprencion y genera un sentimiento de identidad propia propositiva e n base un proyecto futuro enmarcado la idea de una Cataluña liberal, moderna trabajadora y eficiente para si misma, pensando en sí misma. Mientras que en el marco contrario se propone como una comunidad líder dentro del contexto español bajo la idea de nación de Valencia en donde como plante el autor se establece como un “seguir siendo el levante feliz”. Bajo estas dos perspectivas hay algo claro sin embargo, que es el hecho en que las naciones se hacen a partir de golpes de voluntad. De la trascendencia y de un recuerdo constante. Pero hay que analizar también que la nación es posible desde que el sujeto sienta y crea en ella, es decir ver a la nación o más bien a la identidad que esta genera como un fenómeno intencional que se trasforma en una realidad que a su vez puede o bien crearse más factiblemente o bien puede desaparecer. De igual forma se estipula la idea de raíces nacionales en donde se enmarca el sentido de una esencia antigua que va perdurando pero a su vez se puede ir transformando en este sentido las raíces nacionales identificadas a partir de la memoria, deben ser entendidas para que se de la manifestación de una identidad propia, una

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