Michelle
Enviado por michellecoruiz • 26 de Septiembre de 2013 • Síntesis • 989 Palabras (4 Páginas) • 236 Visitas
Buenos días mujeres, hoy me dirijo a ustedes, para hablar de nosotras, y reclamar nuestros derechos, derechos que hemos sido capaces de logra gracias a nuestra lucha a través de la historia. La imagen de la mujer, casi en la totalidad de las civilizaciones, se ha visto catalogada como inferior al hombre, a tal nivel de disminuirla como un mero objeto. Si bien es cierto, los derechos universales del hombre han sido un tema de reciente estudio e interés,- a partir del siglo XVIII-, no se vio si no hasta el siglo XX la necesidad de hacer ver que la mujer está incluida dentro de la sociedad, en igualdad con el hombre, y esto es en el mejor de los casos, puesto que muchas religiones y creencias tienen inculcado desde la infancia que el rol de la mujer es estar subordinada por el hombre.
Parte de colocarnos en un nivel de diálogo, es el respetarnos sin la violencia que se ha ejercido por una sociedad machista: hacer valer nuestros derechos es el mínimo escalón que no se debiera tranzar. Este, nuestro derecho a vernos como entes pensantes en igualdad de condiciones, es una exigencia vital, que nadie jamás nos podrá quitar. La necesidad de vivir sin miedo, sin violencias, e incertidumbre y yo estoy aquí para luchar, luchar por el derecho que nos pertenece, vivir con respeto, dignidad, tolerancia, y por sobre todo buenos tratos.
Muchas de nosotras hemos sufrido algún tipo de violencia.
Y yo no estoy aquí para defender algún hecho aislado ni único, si no algo que ocurre todos los días, y no somos capaces de tomar conciencia sobre esto, nos damos cuenta, cuando somos testigos de un hecho atroz de femicidio en las noticias, y lo dejamos pasar cuando es un hecho cercano.
Más de alguna de ustedes ha sido testigo de un hecho violento, cuando una amiga te habla sobre un maltrato constante en el pololeo, o relaciones tortuosas en el matrimonios que se dan durante décadas, en donde se crían hijos bajo esa misma mentalidad.
Me pregunto, ¿por qué hemos sido capaces de aguantar tanto dolor y violencia?
¿Quizás por miedo? ¿Miedo al que dirán?, ¿Miedo a dejar todo lo que hemos logrado? o ¿miedo a él?
“Él” va a seguir siendo un todo poderoso, mientras se construya como tal.
Mujeres, el hecho es que el maltrato físico y psicológico, es una cobardía. El agresor se cree superior, y ataca a alguien que cree que es inferior a él. En el momento en que la mujer lo enfrenta, como un igual, se destruye, no puede actuar. Debido a su falta de discurso lógico, recurre a la violencia.
El sexo femenino, en el siglo XXI, a puertas de una sociedad desarrollada, mantiene aún inculcados preceptos que nos limitan a ciertas áreas del conocimiento, desde la infancia, frases tan típicas de la crianza como “una mujer debe ser así”, “¡se ve tan mal que una mujer haga esto!”, “eso no es de señoritas”; en fin muchas cosas que hemos aprendido desde pequeñas.
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