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Mitología Griega

FanySantos11 de Julio de 2015

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Introducción

Hace miles de años Grecia era un imperio reconocido en todo el mundo. Los inventos, pensamientos, filósofos, astrónomos y descubrimientos que vieron la luz por primera vez en ese país repercuten en nuestras vidas aún en la actualidad. Pero una de las cosas más interesantes que, al menos al parecer de las autoras de este informe, Grecia tuvo, el que lo hizo diferente a todos los demás imperios que han gobernado en la tierra, fue su mitología.

Es por eso que en este informe se presentan algunos ejemplos de mitos y leyendas, así como criaturas mitológicas, la creación de todo y algunos de los dioses más conocidos (y otros no tanto) que existieron en la civilización griega.

La ciencia ha abarcado mucho desde la época de los griegos al presente; en ese entonces no se conocían todos los conceptos y procesos que ahora nosotros pronunciamos tan comúnmente; por esta razón los griegos, al tratar de darle una explicación a los sucesos que acontecían en el mundo (la mayoría de las veces refiriéndose a la naturaleza) atribuían todo al poder de dioses. Es por esto que la mitología griega está llena de dioses mayores y menores.

Se adentrará al lector a la mitología griega a grandes rasgos (ya que hablar de toda una civilización en un solo documento es casi imposible), mencionando de forma lo más concisa y breve posible el papel de los dioses, algunas criaturas mitológicas y el mito que las autoras consideramos como “el primer mito griego” que cuenta el derrocamiento de Chronos y la subida al trono de Zeus, Poseidón y Hades.

El primer mito

La creación

Según Hesíodo en un principio sólo existía el CAOS. Después emergió GEA (la tierra) surgida de TÁRTARO, tenebroso de las profundidades y EROS (El amor) elemento primordial que no hay que confundir con Eros o Cupido, hijo de Afrodita. Del Caos por la acción de Eros surgieron EREBOS (las tinieblas), cuyos dominios se extendían por debajo de Gea, y NYX (la oscuridad o la noche). Erebos y Nyx originaron a ETER y HEMERA (el día) que personificaron respectivamente la luz celeste y terrestre.

Con la luz, Gea cobró personalidad y comenzó a engendrar por sí sola. Es así como surgió URANO (El Cielo Estrellado). También produjo las altas montañas.

Urano contempló a su madre desde las elevadas cumbres y derramó una lluvia fértil sobre ella, naciendo así las hierbas, las flores y los árboles con los animales que formaron como un cortejo para cada planta. La lluvia sobrante hizo que corrieran los ríos y al llenar de agua los bajos se originaron los lagos y los mares, todos ellos deificados con el nombre de Titanes: OCÉANO - CEO - CRÍO - HIPERIÓN - CRONOS; y las Titánidas: TEMIS - REA - TETIS - TEA - MNEMOSINE - FEBE; de ellos descendieron los demás dioses y hombres.

Además Urano y Gea crearon otros hijos de horrible aspecto: los tres Cíclopes primitivos: ARGES - ASTÉROPES - BRONTES, quienes tenían un sólo ojo redondo, eran inmortales y representaban respectivamente el rayo, el relámpago y el trueno. Finalmente engendraron a los Hecatónquiros o Centimanos, tres hermanos con cincuenta cabezas y brazos cada uno que se llamaron: COTO - BRIADERO - GIGES.

Por su parte la noche engendró a TÁNATOS (La muerte), a HIPNO (El sueño) y a otras divinidades como las HESPÉRIDES (Celosas guardianas del atardecer cuando las tinieblas empiezan a ganar la batalla de la luz diurna, fenómenos que se repite cada día), las MOIRAS (Defensoras del orden cósmico, representadas con hilanderas que rigen con sus hilos los destinos de la vida) y NÉMISES (La justicia divina, perseguidora de lo desmesurados y protectora del equilibrio)

Otro hijo suyo fue Crono es el dios del tiempo. Se representa bajo la figura de un viento, teniendo en la mano derecha una guadaña y un reloj de arena, para indicar que el tiempo todo lo destruye y que pasa insensiblemente; y en la mano izquierda una culebra que se muerde la cola, como emblema de la prudencia. Se casó con su hermana Rea. Crono derrocó a su padre Urano y gobernó durante la mitológica edad dorada.

El destrono del rey

En el antiguo mito registrado por Hesíodo en su Teogonía , que a continuación citaremos, se cuenta el derrocamiento del dios del tiempo:

“Rea, entregada a Cronos, tuvo famosos hijos: Histia, Deméter, Hera de áureas sandalias, el poderoso Hades que reside bajo la tierra con implacable corazón, el resonante Ennosigeo y el prudente Zeus, padre de dioses y hombres, por cuyo trueno tiembla la anchurosa tierra. A los primeros se los tragó el poderoso Cronos según iban viniendo a sus rodillas desde el sagrado vientre de su madre, conduciéndose así para que ningún otro de los ilustres descendientes de Urano tuviera dignidad real entre los Inmortales. Pues sabía por Gea y el estrellado Urano que era su destino sucumbir a manos de su propio hijo, por poderoso que fuera, víctima de los planes del gran Zeus. Por ello no tenía descuidada la vigilancia, sino que, siempre al acecho, se iba tragando a sus hijos; y Rea sufría terriblemente. Pero cuando ya estaba a punto de dar a luz a Zeus, padre de dioses y hombres, entonces suplicó enseguida a sus padres, los de ella, Gea y el estrellado Urano, que le ayudaran a urdir un plan para tener ocultamente el parto de su hijo y vengar las Erinias de su padre y de los hijos que se tragó el poderoso Cronos de mente retorcida. Aquéllos escucharon atentamente a su hija y la obedecieron; la pusieron ambos al corriente de cuanto estaba decretado que ocurriera respecto al rey Cronos y a su intrépido hijo, y la enviaron a Licto, a un rico pueblo de Creta, cuando ya estaba a punto de parir al más joven de sus hijos, el poderoso Zeus. A éste le recogió la monstruosa Gea para criarlo y cuidarlo en la espaciosa Creta. Allí se dirigió, llevándole, al amparo de la rápida negra noche, en primer lugar, a Licto. Le cogió en sus brazos y le ocultó en una profunda gruta, bajo las entrañas de la divina tierra, en el monte Egeo de densa arboleda. Y envolviendo en pañales una enorme piedra, la puso en manos del gran soberano Uránida, rey de los primeros dioses. Aquél la agarró entonces con sus manos y la introdujo en su estómago, ¡desgraciado! No advirtió en su corazón que, a cambio de la piedra, se le quedaba para el futuro su invencible e imperturbable hijo, que pronto, venciéndole con su fuerza y sus propias manos, iba a privarle de su dignidad y a reinar entre los Inmortales. Rápidamente crecieron luego el vigor y los hermosos miembros del soberano. Y al cabo de un año echó fuera de nuevo su prole el poderoso Cronos de mente retorcida, engañado por las hábiles indicaciones de Gea, vencido por la fuerza y habilidad de su hijo. Primero vomitó la piedra, última cosa que se tragó; y Zeus la clavó sobre la anchurosa tierra, en la sacratísima Pito, en los valles del pie del Parnaso, monumento para la posteridad, maravilla para los hombres mortales. Libró a sus tíos paternos de sus dolorosas cadenas, a los Uránidas, Brontes, Estéropes y el vigoroso Arges, a los que insensatamente encadenó su padre; aquéllos le guardaron gratitud por sus beneficios y le regalaron el trueno, el llampeante rayo y el relámpago; antes los tenía ocultos la enorme Gea, y con ellos seguro gobierna a mortales e inmortales.”

Después de que Zeus derrocara a su padre y salvara a sus hermanos y hermanas, gobernó el Olimpo y repartió a Poseidón y a Hades los mares y el Inframundo, respectivamente, puesto que ellos habían ayudado, después de ser regurgitados por su padre, a derrocarlo. Según algunos mitos tras derrotar a su padre Cronos, Zeus y Poseidón traicionaron a Hades y lo obligaron a gobernar el inframundo, desde entonces Hades trató innumerables veces de gobernar el Olimpo pero fracasó.

Fue así como se dio el inicio la versión del mundo en Grecia.

Dioses mayores

Como ya se ha mencionado, los Griegos tenían por principales a los dioses que a continuación explicaremos:

Zeus.- Es el «padre de los dioses y los hombres», que gobernaba a los dioses del monte Olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a él como tal. Era el Rey de los Dioses que supervisaba el universo. Era el dios del cielo y el trueno. Sus atributos incluyen el rayo, el águila, el toro y el roble. Además de su herencia indoeuropea, el clásico Zeus «recolector de nubes» también obtuvo ciertos rasgos iconográficos de culturas del antiguo Oriente Próximo, como el cetro. Zeus fue frecuentemente representado por los artistas griegos en dos poses: de pie, avanzando con un rayo levantado en su mano derecha, y sentado majestuosamente.

Hijo de Crono y Rea, era el más joven de sus descendientes. En la mayoría de las tradiciones aparece casado con Hera, aunque en el oráculo de Dódona su esposa era Dione, con quien según la Ilíada fue padre de Afrodita.

Es conocido por sus numerosas aventuras e infidelidades de las cuales muchos de sus hijos fueron grandes héroes o dioses como Atenea, Apolo y Artemisa, Hermes, Perséfone, Dioniso, Perseo, Heracles, Helena, Minos y las Musas. Con Hera suele decirse que fue padre de Ares, Hebe y Hefesto.

Poseidón.- Dios de los mares, las tormentas y, como “Agitador de la Tierra”, de los terremotos. El nombre del dios marino etrusco Nethuns fue adoptado en latín para Neptuno (Neptunus) en la mitología romana, siendo ambos dioses del mar análogos a Poseidón. Este Dios fue venerado en Pilos y Tebas en la Grecia micénica de finales de la Edad del Bronce, pero fue integrado en el panteón olímpico posterior

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