Mochicas

Mochicas

MOCHICAS UNA VISION PARA EL PRESENTE

Al contemplar el crepúsculo del tercer milenio pasado hallamos a los mochicas. Es anecdótico visualizarlos como una vertiente de río impetuoso que desmorona cumbres altas en el afán de abrirse paso y al mismo tiempo como un mar calmo, en pos de la perfección del arte y la arquitectura, es como un estado de conexión entre el Yo y la naturaleza.

Muchas veces me he detenido junto al vitral del tiempo contemplando su quehacer diario, la manera en que Vivian, y al acceder a ese mundo tan ajeno y tan propio me permite ver la alegría y tristeza en un pueblo lejano, la carcajada y el grito de guerra cuando se sentían invadidos o al conquistar un nuevo territorio.

Puedo ver al primer orfebre con su obra o al niño pequeño realizando su ceramio deformado despertando la risa de quienes le veían, pero que paulatinamente fue perfeccionando su arte, instruido por artesanos padres quienes le inculcaron la manera correcta de realizar una tarea perfecta. El perfeccionismo es un campo que solo le compete a la gente que trasciende en el tiempo por ende los mochicas en lugar de ser gente ordinaria se constituyeron en gente extraordinaria, no fue un grupo humano de gente común, fue un conglomerados de mentes deseosas de convertir las cosas comunes en algo perfecto.

Su ingenio e inteligencia se ven plasmados en la construcción de canales (Wachaques), allí donde la tierra era seca, donde no se podía llevar agua ellos lo hicieron posible, su intelecto queda demostrado con obras para resolver tiempos de sequias, construyeron represas dando soluciones inmediatas a los problemas importantes.

El trato especial que daban a la tierra es admirable y digno de imitar, siendo esta su fuente de sobrevivencia alimentaban su fortaleza y vigor nutriéndolas con guano traído desde lugares lejanos (isla de chincha) lo cual remarca sus dotes como navegantes y constructores ingeniosos, ya que para esta empresa construyeron embarcaciones usando

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la totora como materia prima.

La destreza en la pesca y la calidad de grandes navegantes hablan de ellos como una cultura aventurera, arriesgada, que se atrevía y así mismos se imponían retos mayores a su propia fuerza por tanto, no es solo el arte, ni la agricultura, si no el deseo de superación, el poder asumir un compromiso lo que los hace especiales, la mayor virtud del ser humano no es mirar los defectos en los demás si no visualizar sus virtudes y valorar por ello el esfuerzo y compromiso leal.

Es extraordinario ser testigos de la innovación tecnológica y producción metalúrgica de Los Mochicas ya que usaron el cobre en la fabricación de ornamentos, armas y herramientas. La más importante proeza fue dorar el cobre con una sofisticada técnica que obtiene los mismos resultados que el sistema electrolítico inventado en Europa recién a fines del siglo XVIII.

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