Museo Histórico “Las Américas” en San Juan Puerto Rico.

Museo Histórico “Las Américas” en San Juan Puerto Rico.

El 29 de marzo de 2014, visité el museo de La América en San Juan Puerto Rico. Este museo antes de serlo fue un cuartel de Ballajá. El mismo está situado al segundo piso. Esta cuenta con varias exhibiciones, en las cuales se encuentran: La herencia africana, Conquista y colonización, el indio en América, artes populares, fashion art, entre otras. Las sala que mas me llamó la atención fue la del indio en América. Ya que esta contaba con varias exhibiciones del indio muy bonitas y hasta parecía como si estuviera en esa época. Esta sala lleva como título: “El Indio en América” veintidós etnias que han sobrevivido la conquista y colonización europea. Constituye un homenaje a las etnias indígenas que continúan luchando por sobrevivir y conservar su cultura. Estas etnias están representadas por veintidós esculturas hiperrealistas del escultor sueco-peruano Felipe Letterson. Con esta exhibición se rinde homenaje a los primeros pobladores de nuestro continente, sus sobrevivientes y a los indios tainos que poblaron Borinquén. Los tainos se distinguían por tener la piel cobriza y el pelo negro lacio y grueso. Se depilaban todo el cuerpo y andaban semi-desnudos. Las mujeres casadas usaban pequeños delantales de algodón amarrados en la cintura, llamados naguas y fajas de algodón en los tobillos y antebrazos. Se pintaban el cuerpo y la cara y se adornaban la cabeza con plumas. Los tainos creían que la frente achatada era un símbolo de belleza y para lograr esto se deformaban el cráneo, amarrando en la cabeza de los niños recién nacidos una faja de tela con dos pedazos de tabla. Su ocupación era la agricultura. Su único método de transporte era la canoa y sus principales armas eran el arco y la flecha. Los tainos creían en una vida después de la muerte. Los tainos hemos heredado nombres de pueblos como lo son: Jayuya, Mayagüez, Guayama,

Bayamón, Caguas, y Camuy entre otros. La escultura que mas me llamo la atención de la sala fue una cabeza en miniatura, la cual estaba deforme y con los labios y ojos cocidos como que con pelo. Esta escultura simboliza a los jivaros, los cuales son un grupo que viven en las laderas de los Andes ecuatorianos y peruvianos. Es un pueblo guerrero, conocido como Shuar, que se ha hecho notar principalmente por reducir las cabezas de sus enemigos muertos en combate. Esta costumbre tiene su origen en la creencia de que así se anula el poder maléfico del alma enemiga. Esta operación suele ocuparlos unas veinte horas. La técnica reductora de cabezas o tzanta, consiste en hacer un corte vertical en la parte posterior del cuello, para así poder retirar toda la piel del cráneo. Eliminan los parpados y sujetan la boca con astilla de madera. Introducen la cabeza en una cocción de hierbas que la reducen a un tercio de su tamaño normal y evita la caída del cabello. Tras cocer unas dos horas,

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