"MÁS ADMINISTRACIÓN Y MENOS POLÍTICA": El Impulso Económico Del País A Principios Del Siglo XX".

INTRODUCCIÓN

Al comenzar el siglo XX la situación socio-económica de Colombia era deplorable, la desorganización constituía uno de los principales factores que afectaban el desarrollo del país, al mismo tiempo que la reciente guerra civil (guerra de los mil días. 1899-1902) generó la impresión desmesurada de papel moneda, lo que llevo al fenómeno de la inflación a dispararse a niveles incontrolables. “Desde octubre de 1899 hasta 1903 se había emitido la cantidad exorbitante de 910’463.429 pesos nominales en papel moneda, sin respaldo”. (Historia económica de Colombia en el siglo XX, Gabriel Pobeda Ramos, pág. 60)

El robo de Panamá por parte de Estados Unidos, por otro lado, también creó un ambiente de incertidumbre y poca confianza en el gobierno, sin embargo, su efecto en el ámbito económico del país no fue tan grande, ya que el comercio entre Panamá y el resto de Colombia no era demasiado dinámico.

Otro aspecto a tener en cuenta era la cantidad de habitantes con que contaba el país, que además estaba dispersa por todo el territorio nacional. Además, la pobre comunicación dentro del país impedía que el mismo llevara un ritmo económico acorde a la disponibilidad de recursos en su interior. Prácticamente no había comunicación entre los diferentes departamentos, lo que hacía más complicadas las relaciones de intercambio entre individuos y la formación de industrias sólidas; sin embargo en algunos centros urbanos se logró consolidar algunas fábricas que producían tejidos y otras que se dedicaban a fabricar elementos de uso personal como velas y jabones. En Medellín y Bogotá, principalmente operaban talleres de fundición de metal y trabajos de metal-mecánica. Un hecho significativo en cuanto a la industria era la fundación de la hacienda “La Manuelita” que estaba dedicada a la producción de azúcar y que contaba con un equipo moderno para su época. Esto por mencionar algunos aspectos en cuanto a la dinámica industrial de principios de siglo.

Era evidente que el país necesitaba fuertes cambios que generaran un progreso más acelerado y que le dieran al país el impulso económico que este necesitaba. Para esto el 17 de Agosto de 1904 se posesionó como presidente el general Rafael Reyes Prieto, que inició una serie de procesos que llevaron al país a dar un salto en su economía que serían en parte las bases para posteriores resultados en cuanto a comercio exterior y la dinámica de intercambio al interior del país.

El lema con el que inició su gobierno fue “Más administración y menos política”, que fue básicamente la esencia de su gobierno dictatorial dedicado más que todo al sector económico del país.

Reforma monetaria

La necesidad de la creación de una moneda sana era necesaria para mejorar la condición inflacionaria en la que había caído la nación, por lo que el primer paso por parte del general Reyes fue el de pedir un préstamo en oro sólido, para luego formar la junta nacional de notables que estaba constituida por empresarios particulares que asesoraron tanto al general como a los gobernadores de cada uno de los departamentos, para establecer así, diferentes juntas de comisionados del comercio. Era de vital importancia que el comercio interno del país empezara a tomar una estructura organizada que respondiera a las necesidades de los individuos.

Paralelamente, en el ámbito internacional, el gobierno de reyes insistió en la necesidad de amortizar parte de la deuda externa, por lo que envió a Londres una misión dirigida por Jorge Holguín para negociar la deuda externa con los bancos ingleses. Con esto se logró llegar al acuerda llamado “convenio Holguín-Avebury”, quedando así, la deuda principal de Colombia representada en 2’700.000 libras esterlinas más unos intereses de 351.000 libras. De esta forma, el país dio como garantía, parte de sus rentas de aduana y sus ingresos

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