México, La nación naciente.

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La nación naciente

Introducción

No podríamos comenzar a relatar la tan ansiada independencia de nuestro país respecto a España, sin relatar en principio los hechos que llevaron a ella. Se ha hablado mucho que la revolución francesa afectó drásticamente las condiciones del pensamiento de la razón mexicana, la verdad es otra, el único producto de ella que afectó verdaderamente a la entonces Nueva España fue la francmasonería, y aunque muchos han atribuido la obra independentista a esta organización liberal, la realidad es que hizo todo lo que estuvo a su alcance para entorpecerla. Un antecedente que podríamos considerar fundado son las situaciones políticas que acontecían en la Metrópoli, por ejemplo afectó mucho la lealtad al rey la abdicación del monarca Carlos VI a favor de su absolutista hijo coronado como Fernando VII el 19 de Marzo de 1808. Pero esto no agradó al emperador francés Napoleón, que invadió España e instauró a su hermano José Bonaparte en el trono español el 7 de Julio del mismo año. Aprovechando la situación del depuesto rey Fernando VII y por ser gobernados por un rey extranjero, Don Miguel Hidalgo, junto con otros conspiradores, da el afamado Grito de Dolores, bajo el lema ¡Viva el rey Fernando VII!, es extraño pero para incitar a la turba que Hidalgo mantuvo apeló al sentimiento de lealtad al rey español, alegando que la Nueva España no debía obedecer mandatos de un rey extranjero a España. Así inicia el periodo más sangriento en la historia de la Nueva España, debo aclarar que las fuerzas de Hidalgo era una turba descontrolada incitada por el posible botín que podían obtener de los saqueos, una mentira aceptada por todos es que Hidalgo estaba en contra de las matanzas y descontrol de su ejército, lo cierto es que no sólo aprobaba esto sino que lo incitaba, negándose a muchos militares que le ofrecían disciplinar y regularizar a su “ejército”. Al final sucedió lo inevitable, Hidalgo fue derrotado por Félix María Calleja al esparcirse el pánico entre sus tropas cuando superaban al enemigo diez a uno Allende se pone en su contra y lo toma prácticamente prisionero. Son capturados al tratar de rehacer su ejército en Chihuahua y fusilados el 30 de Octubre de 1811.

Entonces el Abogado Ignacio López Rayón toma el mando de la insurgencia, fue nombrado segundo al mando por Allende y mantuvo viva la llama de la insurgencia cuando no quedaba nadie. Había un pequeño problema, Hidalgo el 20 de Octubre de 1810 nombró a José María Morelos como segundo al mando, problema que se acrecentaría conforme la insurgencia ganaba terreno y fue modelo de discordia que aceleraría su caída. Cuando Morelos ya era una fuerza a considerar toma la ciudad de Cuautla, Que es sitiada por Calleja el 18 de Febrero de 1812, Morelos finalmente logra romper el cerco retomando fuerza.

Mientras eso pasaba en la América, en España había más tribulaciones el 19 de Marzo de 1812 las cortes liberales españolas redactan la constitución de Cádiz apoyadas por el régimen liberal francés que gobernaba el país. Eso dio más Fuerza a la Insurgencia.

Sin embargo sucedió algo inevitable, Napoleón se vio obligado a retirar sus fuerzas de España, con lo que quedó reinstaurado Fernando VII en el trono. Temerosos que volviera a su absolutismo despótico, las cortes lo hicieron jurar la Constitución de Cádiz el 14 de Marzo de 1814. Pero el día temido llegó finalmente, con el apoyo del ejército y la nobleza el rey reinstauró su absolutismo el 4 de Mayo del mismo año y esparció una ola de terror entre los liberales, ejecutando y encarcelando a gran cantidad de personas. Irónicamente esto restó gran impulso a la insurgencia en la Nueva España, que se acogían al indulto virreinal por cientos diariamente.

Desgastado el ejército de Morelos al Tomar Acapulco y Querétaro no pudo resistir la acometida de los realistas (incluido Iturbide), y es derrotado y capturado en Temalaca. Es finalmente fusilado en Ecatepec el 22 de Diciembre de 1815.

Al fallecer Morelos la causa insurgente está a punto de caer, quedando solamente Vicente Guerrero y Pedro Ascencio luchando en el sur sin representar gran peligro para la corona.

Poco después don Juan Ruiz de Apodaca asciende al cargo de Virrey de la nueva España en Septiembre de 1816.

Poco después en la península, el 10 de marzo de 1820, un insurrecto liberal de apellido Riego de alguna manera logro coordinar una rebelión en toda España obligando al despótico Fernando VII a jurar una variante de la constitución de Cádiz denominada la Constitución de las Españas.    

Ahí comienzan los hechos que relataré  

Antecedentes

Algunos años después de los sucesos que narrare, a bordo de un buque que le llevaba desterrado un hombre recordaba los acontecimientos suscitados en México a raíz de la constitución liberal. Escribió “(al jurarse) en el año 20 la llamada constitución de las Españas… por todas partes se hacían juntas clandestinas. Tal cual la dictaron las cortes era inaceptable a lo que se llamó Nueva España… muy pronto debían estallar mil revoluciones. Mi patria iba a anegarse en sangre. Me creí capaz de salvarle”. Ese hombre era Agustín de Iturbide.

Con el fin de conocerlo más a fondo relataré su historia completa.

Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arregui, Arámburu, Carrillo y Villaseñor nació el 27 de Septiembre de 1783 en Valladolid.

Poco después de cumplir los trece años, Agustín de Iturbide fue enviado por sus padres a estudiar gramática latina en el Seminario Conciliar de Valladolid. “Aunque era de clara inteligencia Agustín no dio trazas de querer convertirse en latinista… cuyo cuerpo pedía marciales arreos, y arreos marciales vistió Agustín, pues tiempo después entró en calidad de Alférez en el regimiento provincial de Valladolid, con carácter honorario, ya que no percibía sueldo por su comisión” nos dice Armando Fuentes Aguirre (la otra historia de México) “veintidós años tenía Iturbide cuando casó con doña Ana María Huarte. Es de pensarse  que no llegó Agustín al matrimonio movido por intensa pasión de amor: cumplidos sus primeros y gratos deberes de marido dejó más o menos abandonada a su mujer, que en el futuro estaría sola casi siempre… casi todo el tiempo se la pasaba Iturbide en campaña” nos dice el mismo autor.

Increíblemente Agustín de Iturbide y Miguel Hidalgo eran parientes. Cuando estalló la guerra de independencia una de las primeras cosas que hizo Hidalgo fue enviar un mensajero a su pariente Iturbide, invitándolo a formar parte de las filas insurgentes. Iturbide ni siquiera se dignó contestar, mucho después escribiría Iturbide sobre el hecho “Yo habría tenido uno de los primeros lugares en aquella revolución si hubiera querido tomar parte de ella… La propuesta era seductora para un joven si experiencia (pero) la desprecié porque me persuadí que los planes del cura estaban mal concebidos, y no podían producir más que sangre y destrucción… Hidalgo y  los que le sucedieron siguiendo su ejemplo asolaron al país, destruyeron las fortunas, radicaron el odio entre europeos y americanos… corrompieron las costumbres y, lejos de conseguir la independencia, aumentaron los obstáculos que a ella se oponían”.

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