NUESTRAS RAICES
Enviado por Marssel • 16 de Febrero de 2015 • 24.013 Palabras (97 Páginas) • 225 Visitas
“NUESTRAS RAICES”
Guillermo Marín.
Índice
Prologo.
PRIMERA PARTE
Quién soy yo.
- ¿por qué es importante conocer nuestras raíces?
- el yo que nos identifica y nos diferencias de los demás.
- yo soy yo y mi circunstancia.
- la conciencia del “SER”.
- las capas de la cebolla de la identidad.
- ¿qué es la Cultura y para qué sirve?
- las tradiciones: fondo y forma.
- la modernidad contra la tradición.
- la lengua es nuestra patria.
- transculturización.
- la colonización cultural.
- nuestras raíces culturales, nuestra herencia genética.
- el mestizaje biológico.
- el mestizaje cultural.
- lo “propio-nuestro”.
- latino, hispano, indio o mexicano.
- la identidad cultural.
- la identidad nacional.
- el patrimonio cultural.
SEGUNDA PARTE.
De dónde vengo.
- la Tierra, los seres humanos y las civilizaciones.
- nuestros Viejos Abuelos, nuestra raíz indígena.
- el encuentro de culturas y la herencia colonial.
- la formación de una nación.
- el Siglo XX en México.
- quiénes somos los mexicanos.
- los valores y principios de nuestra cultura.
TERCERA PARTE.
A dónde voy.
- El tiempo cíclico, el eterno retorno.
- educación integral e instrucción académica.
- educarse para vivir e instruirse para servir.
- el potencial de ser bicultural.
- hacernos responsables y asumir el desafío.
- la formación de una nueva identidad.
- qué entendemos por “salir adelante y progresar”
- la calidad y el nivel de vida.
- “los chavos banda” y otras consecuencias de la falta de identidad.
- el potencial espiritual de nuestra existencia.
- La trascendencia espiritual de la existencia.
''El sentimiento de amor a nuestra Cultura
y nuestra autoafirmacion
sólo florecerá mediante el cultivo constante
de la memoria histórica,
fuente de la verdadera identidad".
G.M.
A todos las personas que
han tenido que cruzar
heroicamente la frontera
para buscar las oportunidades
que su país no les dio y que
tanto me han enseñado del
potencial de nuestra Cultura.
A María Chávez y
los compañeros del Programa de
Educación Migrante, Región IX
quienes generosos y
solidarios me han apoyado
en este aprendizaje.
Primera parte
QUIEN SOY YO?
• ¿por qué es importante conocer nuestras raíces?
Un pueblo, una familia o una persona sin pasado, es como un árbol sin raíces. No posee vida, es frágil y cualquier viento lo puede derribar. Saber de dónde viene uno es fundamental para poder enfrentar los desafíos del presente y del futuro. Es estar “bien plantado”, firme y seguro de todo lo que hemos sido, orgullosos de todo lo que somos ahora y confiado de todo lo que se deseamos ser para el futuro.
Todos los seres humanos necesitamos sentir la seguridad y el orgullo de nuestro pasado. Pues todo lo que hemos sido, como pueblo y como persona, explica lo que en la actualidad somos. Todos los pueblos del mundo tienen una antigua historia. Lo mismo que todas las personas y las familias tenemos un pasado que explica lo que estamos haciendo en este momento. Nuestra historia nos dice de dónde venimos, nos enseña a entender en dónde estamos ahora y nos permite pensar a dónde en verdad queremos ir.
Un pueblo, una familia o una persona que no conozca su pasado, se encuentran perdidos y desolados. Pues en el milagro de la vida, todos formamos parte de una continuidad genética, histórica y espiritual. Una larga cadena de cadenas que se entrelazan unas con otras, nos unen y nos fortalecen. Lo que hicieron, aprendieron y crearon nuestros antepasados ahora es parte fundamental de lo que hoy somos, aunque a veces no lo entendamos puntualmente.
En la vida todo se da a través de un sistema de causas y efectos, muy pocas cosas son casualidades. Cuando uno conoce su pasado, y el pasado de nuestros padres y abuelos, y aun más, el pasado de nuestra Cultura, de nuestra Civilización; algo extraordinario acontece en nuestra conciencia y en nuestro interior. Una fuerza muy poderosa que viene desde muy adentro y desde muy atrás, nos llega como esas crecidas de los ríos en las cuencas secas que, aunque no llueva en el plano y todo este árido, de las montañas baja el agua con una fuerza inaudita llevando la vida a los animales y a las plantas.
De la misma manera, cuando uno conoce su pasado, tanto el personal, el familiar, como el de nuestra Civilización, una fuerza extraordinaria y poderosa llega hasta nosotros como un torrente de energía y confianza y se suma a nuestras vidas como un recurso más, para mejorar y darle sentido y orientación a nuestro existir y a nuestras familias. Debemos de buscar el conocer nuestros orígenes. Tenemos que buscar nuestras propias huellas en el tiempo y dar con lo mejor de nuestros padres y abuelos, de nuestros más lejanos antecesores, para poder honrarlos y mejor conducirnos en la vida, para mantener el orgullo de “todos los que hemos sido” y para dejarles herencia a los que preguntan mañana por nosotros.
Sí nos preocupamos por aquellos que vivieron antes de nosotros y nos dejaron su herencia, su semilla, su conocimiento. Y sí este tesoro se lo enseñamos a nuestros hijos a nuestros niños, sembraremos la semilla que no se acaba, que no muere en el tiempo, que no se seca ni se pudre en el olvido. La semilla que alimenta el corazón y fortalece nuestro espíritu. La semilla que nos forja “un rostro propio y un corazón verdadero”. El alimento que nos hace ser verdaderos. Mujeres y hombres de bien, familias y pueblos de gente honesta y recta. De gente con tradición, con costumbre y con rostro. Gente respetuosa y trabajadora, con el corazón florecido y altivo. Gente con dignidad.
Necesitamos conocer la historia de nuestros antepasados, conocer su obra, su huella y su fruto; para poder ser, dignos herederos de ellos. Para poder sembrar la semilla en nuestros hijos, semilla de honor, rectitud y nobleza. Y para que nuestros hijos, así mismo lo hagan en sus hijos y en
...