Nightmare

Una fría noche, en la esquina más recóndita de Chicago, los caminos de dos extraños se cruzan. Dos adolescentes con el mismo nombre, que se mueven en ambientes muy distintos, encuentran sus vidas dirigidas en nuevas e inesperadas direcciones; culminando su historia con un heroico cambio de sentimientos y con el musical más épico que jamás haya pisado el escenario del instituto.

OPINIÓN

La historia, si bien al principio cueste entenderlo un poco, se presenta desde el punto de vista de dos Will Grayson distintos que no se conocen y simplemente narran sus respectivas vidas. El primero tiene dos sencillas reglas: 1) callarse, 2) que nada le importe demasiado. La experiencia le ha demostrado que éstas dos reglas sirven bastante bien, y de momento no tiene ningún problema. Sin embargo, a veces se le hace un poco difícil seguirlas debido a su mejor amigo, Tiny, quien lo único que hace es llamar la atención. Por otro lado, está el otro Will, un chico con depresión que esconde su homosexualidad, en cuya grisácea vida sólo hay un punto de luz: Isaac, de quien está profundamente enamorado y que conoció por Internet. Una noche y por diversas circunstancias totalmente bizarras, ambos adolescentes concuerdan en el mismo lugar, creando en conjunto un situación de lo más extravagante. A partir de entonces nada volverá a ser igual; nuevas relaciones, nuevas emociones, nuevos conflictos, y la idea de hacer el musical más gay y fabuloso de todos los tiempos. Si bien hay quienes dicen que es un libro sobre la aceptación, la diversidad y blah, blah, blah, yo sé la verdad...trata de qué tan geniales pueden llegar a ser ciertos personajes.

Nunca leí nada de David Levithan, pero se nota mucho el estilo de John Green, y los personajes y escenarios que arman entre los dos son...son...okay, supongamos que tenemos un termómetro de perfección que va del 0 al 10, ellos lo ponen en 15. Los dos protagonistas son bastante marginados, pero no es algo que les moleste ni nada. El primer Will se rige por esas dos reglas que mencione arriba y está conforme con eso (no podría decir feliz, porque la felicidad es un concepto abstracto y dudoso, imposible de alcanzar en cualquier etapa de la vida...bam). Sin embargo, sus intentos de pasar desapercibidos se ven frustrados por su mejor amigo Tiny, quien tiene las proporciones físicas de un ballenato y las proporciones homosexuales de...de...no encuentro ninguna comparación adecuada, así que pongo la descripción de Will:

"Tiny Cooper no es la persona más gay del mundo, y no es el más grande del mundo, pero creo que tal vez es la persona más grande que es realmente, muy gay, y también la persona más gay del mundo que es realmente, muy grande."

Ahí lo tienen. Su relación es un tanto asfixiante, y en ocasiones el primer Grayson siente que ya no aguanta a su amigo, que estaría mucho mejor sin él. No le gusta verse arrastrado y que lo usen, o sentir cómo si sus únicos amigos se divirtieran a costa suya, lo que es más o menos lo que nos pasa a todos. En ocasiones puede parecer un tanto amargado, pero en realidad de preocupa, y sus dos máximas de vida no tardan mucho en dejar de funcionar. En un momento tiene un lapso epifánico que realmente vale la pena releer un par de veces, muy bueno. OOOOBBBBVIAMENTEEEEEE ambos protagonistas son súper ácidos y sarcásticos, por lo cual voy a levantarles un altar a los autores.

Ésto nos lleva al otro Will Grayson, con el cuál es un tanto más difícil conectar, porque si el anterior puede ser un tanto malhumorado, éste es capaz de arruinarte un viernes con su narración depresiva, lo que puede explicarse por el hecho de que sufre de depresión; sumémosle el hecho de que oculta su homosexualidad y tenemos un punto de vista bastante turbio, sí. La única cosa de su existencia que él considera de valor, son las conversaciones que mantiene con Isaac, su amor virtual, quien lo entiende y complementa a la perfección. Sin embargo todo cambia el día que se encentra con el otro Will, CHAN, CHAN, CHAAAAAAANNNN (ya van a saber porqué). No tiene ningún amigo verdadero, no en la escuela, y si bien nada con algunos chicos de acá para allá, no siente un apego real; su problema en éste aspecto radica en Maura una chica muy gótica muy molesta que no lo deja en paz y quiere saber qué hace constantemente. Por un lado puedo entenderla, a ella le gusta mucho, y las constantes negativas del chico incrementan su interés e insistencia. El sujeto en cuestión tiene una especie de indiferencia total hacia la vida en general y una especie de repudio hacia las emociones, lo que hace más interesante el ver sus reacciones hacia Isaac. Lo que me gustó

...