Origen Representación Visual

Ell origen de la representación visual

Hablamos de arte, tomando las palabras de René Huyghe., “[…] como una toma de posesión. Aparece como un medio concedido al hombre para ligarse al mundo exterior, atenuar la diferencia de naturaleza que lo separa de él y el terror que ante él experimenta” Pero para esto, en el acontecer de la historia del hombre, fue necesario un proceso evolutivo tanto biológico como cultural. Para introducirnos en la historia del arte, específicamente en los orígenes de la representación visual, es fundamental hablar del pre-humano y de su origen como hombre gracias a la creación del instrumento, del poder de su significación y las representaciones de su entorno.

Desde sus inicios, el hombre ha sentido la necesidad de conectarse con el escenario que lo rodea. Para esto, el instrumento fue lo que gatilló esta unión, la posesión de elementos dados por la naturaleza para facilitar y luego perfeccionar sus condiciones de vida, e instalarse como conquistador de su hábitat. El hombre le atribuye tal importancia a la utilidad de dichos instrumentos que luego se convierten en extensiones de su cuerpo, en la medida en que su mismo cuerpo va generando cambios tanto externos como internos, alterando su estructura craneal, irguiéndose, dando plena libertad a las extremidades superiores para ejecutar tareas más complejas, especialmente hablando de lo que significa el uso de las manos, todo esto acompañado de un desarrollo cognitivo adecuado.

Es necesario destacar la importancia de la mano, particularmente el mecanismo de pinza, puesto que gracias a él fue posible el proceso de humanización. Cabe destacar que también, gracias a su desarrollo cognitivo, el hombre fue capaz de comprender que los instrumentos utilizados en su favor, sirvieron para sustituir sus propios órganos, razonando desde su propia experiencia, de sus tentativas y desaciertos, logrando así un perfeccionamiento de su trabajo, una mejor comprensión de su medio y la posibilidad de interactuar en él.

Tomando en cuenta la importancia de la mano en la creación del hombre como tal, y sus rastros impresos en las cavernas como señal de registrar su existencia en el mundo, ¿es atrevido aventurarse a plantear la hipótesis de que, más allá de querer dejar su impronta o un vestigio de su presencia para trascender, el hombre, al igual como lo hizo con las “Venus” para representar la importancia de la fecundidad, quiso exaltar la virtud de sus manos como un hito que dio paso a su propio origen?

Por otra parte, según Gordon Childe, en un comienzo el uso de instrumentos era de tipo ocasional, con el objeto de satisfacer necesidades inmediatas para luego ser desechados al cumplir su función, lo cual a lo largo del tiempo fue cambiando, debido a la comprensión de parte del hombre sobre la posibilidad de reutilizar dichos instrumentos para futuras situaciones, lo que generó el uso de los instrumentos estandarizados, los que recogidos y conservados , otorgan un amplio abanico de funciones a ejecutar.

Así, Umberto Eco señala: “Se considera que la cultura nace cuando el hombre elabora utensilios para dominar la naturaleza […].” Así mismo determina que, para que hubiera utensilio (y por lo tanto cultura), se requerían las siguientes condiciones:

Un ser pensante establece la nueva función del guijarro (no es necesario que lo pulimente y lo convierta en badajo);

Lo “nombra” como “guijarro que sirve para algo” (no es necesario que lo nombre para otros o en voz alta);

Lo reconoce como “guijarro que responde a la función X y que tiene por nombre Y […]”

Considerando todos los aspectos mencionados sobre la creación interconectada del hombre y el instrumento dando origen al concepto de “cultura”, y retomando las palabras de Huyghe, estos instrumentos se constituyen dentro de los cánones artísticos por su necesidad de proyectarse y captar el universo. Para esto, el hombre atrapa a su entorno a través de la imagen, un doble en representación de la realidad. Ya sea de un modo gráfico, usado como intermediario, o de modo directo, creando danzas o rituales de carácter mágico, éstos son los primeros atisbos de las artes tales como las conocemos en la actualidad.

Dadas estas premisas, el hombre del paleolítico ya es capaz de contener ideas en una imagen, lo que implica el nacimiento del símbolo y por lo tanto, de la abstracción. Esto pudo haber dado origen a una idea de dominar su entorno a través de la imagen. Un ejemplo son las pinturas de animales salvajes, las cuales machacadas y cortadas en la pared sería un canal para

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