¿POR QUÉ EL CAPITAL NO FLUYE DE LOS PAÍSES RICOS A LOS PAÍSES POBRES?
Enviado por aleja9816 • 18 de Mayo de 2017 • Reseña • 1.466 Palabras (6 Páginas) • 430 Visitas
Juliet Alejandra Molano Rizo
2161832
Grupo: P
Bucaramanga, 16 de mayo de 2017
¿POR QUÉ EL CAPITAL NO FLUYE DE LOS PAÍSES RICOS
A LOS PAÍSES POBRES?
Robert. E. Lucas, Jr. “Lecturas Sobre Crecimiento Económico”. 2005. Capítulo 2. “¿Por Qué el Capital No Fluye de los Países Ricos a los Países Pobres?”. Pp. 103-115. Grupo Editorial Norma. Bogotá, Colombia.
Robert Lucas es un economista estadounidense nacido en 1937, quién obtuvo el premio Nobel de economía en 1995 por su aportación a la macroeconomía, más exactamente por su teoría sobre las expectativas, es considerado uno de los 10 economistas más influyentes en el ránking de artículos de investigación económica, además de ser el creador de la paradoja del capital, la cual se explicará en el siguiente escrito.
El autor inicia haciendo una breve introducción de lo que va tratar a lo largo del texto, es así, como describe la sencillez de los modelos de comercio y crecimiento económico con tecnología, de esta manera parte a explicar lo que sucede cuando dos países fabrican el mismo producto, pero la producción del trabajador es diferente entre ambos, es decir, los niveles de trabajo y capital no son los mismos -Ceteris paribus-, por lo que la ley de rendimientos decrecientes, afirma que es en el país más pobre en el que una inversión dará más utilidades, por lo que recibirá más, hasta el punto de igualarse con el país más rico, en cuanto a los retornos de capital y salarios.
Evidentemente esto no sucede en la vida real, pues no hay una migración de capitales de los países ricos a los pobres, además de que no llegan a igualarse, sino por el contrario parecen alejarse cada vez más, es por esto que el autor se plantea unas posibles respuestas:
En primer lugar se plantea las diferencias en cuanto a capital humano, por lo que toma unos datos de un estudio hecho por la economista estadounidense Anne Kruger en 1968, que si bien son bastante antiguos, dice que es mejor hacer una aproximación estimada que no hacer ninguna, además argumenta que no ha cambiado mucho en los últimos 25, para esto toma las variables, nivel educativo, edad y sector, de trabajadores de diferentes países.
Los resultados fueron determinantes, se pudo observar que los trabajadores estadounidenses y canadienses eran cinco veces más productivos que los ghaneses, hindúes e indonesios, pero también el pago era superior, además de contar con mejor tecnología, lo que claramente hacía más amplia la brecha laboral; es así, como el autor se plantea, ¿qué pasaría si las tasas salariales fueran las mismas?, claramente la respuesta no puede ser más que especulativa, por otra parte, hace la reflexión de que en la realidad los capitales no fluyen de los países ricos a los pobres, sino que de los países pobres migran trabajadores a los países ricos.
Los beneficios externos del capital humano constituyen para el autor otra posible respuesta, ya que se supone que el stock de capital humano de un país recae exclusivamente sobre los productores de este, no se tiene en cuenta el desbordamiento de conocimiento hacia el extranjero, una práctica muy común, ya que, el personal más calificado de un país pobre va a intentar mejorar su estado laboral en uno más rico, lo que en materia intelectual afecta al otro país, puesto que se quedará con los trabajadores menos competitivos, lo que lo empobrecerá aún más.
Las imperfecciones del mercado de capitales, se dan cuando un país rico ve potencial en uno pobre y decide invertir en él, con la condición de recibir en el futuro una retribución, lo que es, en pocas palabras, un préstamo, con intereses bastante altos. Sin embargo, se debe prever que el país después no pague, por diferentes motivos, por lo que el rico obtendría pérdidas y el pobre ganancias, esto se le conoce como ‘riesgo político’, claramente para que esto no suceda se hacen acuerdos crediticios internacionales, los cuales protegen la inversión del país.
Este tipo de préstamos fue popular en los años 40’s, pues los países en vía de desarrollo se acogían a reglas impuestas por Europa para que este tipo de transacciones se dieran, y así los países desarrollados tenían la confianza de que les pagarían, sin embargo, nunca se lograron igualar en la relación capital – trabajo efectivos por medio de flujos de capital, por lo que se crea la duda, ¿por qué?, unas de las repuestas se encuentran en la época de la colonia, alrededor del siglo XIX, donde los imperialistas tenían el dominio de una colonia, de su trabajo, de su capital, en general, de su economía, lo que les obligaba a aquellas colonias a entregar todo a quién decía el país imperialista, por lo que se instauraban monopolios bastante fuertes, pues se creaban derechos comerciales exclusivos para ciertas empresas.
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