PROCESO DE REORGANIZACIÓN NACIONAL

INTRODUCCION

Veremos períodos que marcaron a nuestro país tanto como para bien como para mal.

Conocer nuestra historia, nos ayuda a no repetir errores y valorar esta democracia en la que vivimos, sobre todo desde el 2003, donde el pueblo se siente parte de la política, término que era poco o casi no creíble.

PROCESO DE REORGANIZACIÓN NACIONAL

Después de la muerte de Perón, su viuda Isabel de Perón había llegado a la presidencia, Isabel y sus asesores se lanzaron a una política que cambio el rumbo del gobierno.

El gobierno de Isabel y López Rega llevó a delante un programa inicial de derecha, pues se basaba en una línea muy autoritaria que significo el cambio de alianza respecto del peronismo histórico y rompió el delicado equilibrio de fuerzas que apoyaban al gobierno. Se aparto de los sindicatos y pequeños empresarios y de los partidos chicos, se acercó a los militares y grandes empresas.

Las grandes movilizaciones populares, ejemplo el Cordobazo, que no pudieron ser neutralizadas y la evolución de estas luchas que ya no pretendían sólo provocar el caída de un gobierno, sino fundamentalmente transformar las relaciones socio económicas del país y reubicar a la Argentina en el plano internacional, hizo que las fuerzas armadas y sus aliados decidieran que el problema argentino no era estructural, por lo que aplicaron soluciones estructurales y reaccionaran por medio de un golpe militar.

Aunque, en 1974 había un presidente constitucional, aquellos enfrentamientos armados se fueron haciendo cada vez más crueles e intensos, atento a esta circunstancia, el ministro López Rega, creó la Triple A, una nefasta organización clandestina, que se encargaba de contraatacar al Ejército Revolucionario del Pueblo y a los Montoneros. En ese período era tan endeble el clima que vivía el país, que el Ministro de Interior, Carlos Ruckauf, firmó un decreto mediante el cual autorizaba a la Gendarmería y a las Fuerzas Armadas a intervenir en el conflicto.

La violencia cotidiana instaurada por Grupos como Montoneros, Ejército Revolucionario del Pueblo y la Triple A e inflación descontrolada fueron los procesos que inmovilizaron a los sectores políticos y prepararon el ambiente para el golpe militar encabezado por el general Jorge Videla.

Según Vicente Muleiro “el golpe militar de 1976 tuvo su base civil fundamentalmente en grupos ultraliberales”, entre ellos se encontraba el grupo liderado por Jaime Luis Enrique Perriaux que nucleaba a Martínez de Hoz entre otros, el grupo La Plata liderado Rodríguez Varela y el Club Azcuénaga presidido por Federico de Álzaga, entre otros.

El golpe del 24 de marzo de 1976 que derrocó al gobierno de María Estela Martínez de Perón (Isabel Perón) fue instaurado un régimen militar que sería conocido como Proceso de Reorganización Nacional. La junta militar compuesta por los comandantes de las tres armas, (el general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier Orlando Ramón Agosti) resuelve que el Teniente general Videla asuma la Presidencia de la Nación.

El 25 de mayo de 1976 el nuevo presidente, el general Jorge R. Videla señala: “Las Fuerzas Armadas no fueron escuchadas. Como consecuencia de ello y previendo la inexorabilidad de la crisis, se prepararon para hacer frente a esta situación y las Fuerzas Armadas, como institución, dieron una respuesta institucional a una crisis también institucional.”

El sociólogo Torcuato Di Tella, asevera que el proceso iniciado en 1976 constituyó una “intervención transformativa”, que tuvo la intención de “construir” una “nueva Argentina” a través de la modernización de la economía, el disciplinamiento de los sindicatos y la liquidación de la subversión izquierdista.

Asimismo, Marcelo Cavarozzi caracteriza este régimen como “autoritario refundacional”, por su propósito de transformar al conjunto de la sociedad argentina e imponer un orden económico y social ortodoxo que eliminara todo vestigio de las políticas populistas de peronismo.

Adolfo Pérez Esquivel sostiene que nunca las fuerzas armadas pueden dar un golpe de Estado solos, necesitaron del apoyo y la complicidad de sectores civiles, empresario y apoyo exterior, su silencio también es cómplice.

Cavarozzi expresa que el Proceso de Reorganización Nacional fue la dictadura cívico militar (…). Los golpistas tomaron el poder en un contexto de violencia creciente, caracterizado por acciones de terrorismo de Estado llevadas adelante por las fuerzas armadas y el grupo parapolicial Triple A y la actuaciones de organizaciones guerrilleras como Montoneros ( de tendencia peronista) y el ERP (de orientación marxista).

Leyendo estos autores concluyó que coincido absolutamente con lo manifestado por Pérez Esquivel y Cavarozzi ya que los militares han tenido apoyo civil para ejercer el poder, el pueblo de clase alta no estaba conforme con las medidas adoptadas de Perón y aprovechando su muerte silenciosa pero efectivamente han comenzado a trabajar para que el proceso de reorganización nacional se llevara a cabo sobre todo los grupos ultraliberales. Asimismo han sido apoyados por instituciones prestigiosas, como la Sociedad Rural que declaró abiertamente su solidaridad con la dictadura y la cúpula de la Iglesia Católica que adopta una conducta de colaborador con este proceso.

La junta militar intentaba reorganizar el país valiéndose de represión, censura y muerte, adoptando medios macabros e inhumanos para reorganizar el país, reorientándolo al modelo agroexportador que, según los actores de ese momento, era la solución para reorganizar el fino equilibrio entre los distintos sectores sociales. Esto fue el régimen militar instaurado el 24 de marzo de 1976, el cual se autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional” (PRN). Un Estado terrorista había nacido ese 24 de Marzo, donde la palabra se destacó el término “desparecidos”, donde fueron vulnerados absolutamente los derechos humanos y donde la reorganización fue un caos definitivo.

PROYECTOS POLÍTICOS Y ECONÓMICOS

El proyecto político de una supuesta reorganización nacional, conllevo a que este proceso tomara las siguientes medidas: la creación de la comisión de asesoramiento legislativo (CAL), disolución del Congreso Nacional, remoción de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia, suspensión de la actividad de los partidos políticos, disolución de las 48 agrupaciones u organizaciones políticas, gremiales, sociales y universitarias, y las 62 organizaciones, suspensión del derecho de huelga, intervención de los sindicatos, creación de consejos de guerra para reprimir toda clase de alteración del orden público, suspensión de la vigencia del Estatuto

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