Paisaje Rural
Enviado por emileidys • 15 de Junio de 2012 • 4.319 Palabras (18 Páginas) • 990 Visitas
EL ESPACIO RURAL
Posted septiembre 1, 2009 by geoplanet in El espacio rural. 10 comentarios
Definición: es el tipo de organización del espacio resultado del predominio de una población que desarrolla actividades encaminadas a explotar los recursos agrícolas, ganaderos, forestales y de pesca, más todas aquellas otras actividades que se desarrollan en ese mismo espacio pero que no son agrarias. Ej: industrias agroalimentarias, campings, espacios turísticos, residencias secundarias, etc.
Características de los espacios rurales: los espacios rurales ocupan la mayor parte de la superficie terrestre, aunque, en la actualidad, solo la mitad de la población mundial habita en ellos. Desde el nacimiento de la ciudad moderna, los espacios rurales se caracterizaron por un relativo aislamiento respecto de un conjunto de actividades que marcaban el pulso de la vida social. El difícil acceso a una amplia gama de servicios y actividades, que abarcaban desde la educación hasta los sistemas masivos de comunicación y las redes elementales de infraestructura creó en muchos la imagen de un mundo signado por la monotonía, la tradición e, incluso, el atraso. Pero esto está transformándose aceleradamente en buena parte del mundo.
La comprensión de las características del campo se dificulta por una serie de factores. En principio, porque en las definiciones estadísticas, así como en el sentido común, los espacios rurales son, simplemente, aquellos que no presentan ocupación urbana. Además, a la inexistencia de barreras precisas que marquen el fin de las áreas urbanas se suman los cambios globales contemporáneos que, por motivos económicos, sociales y tecnológicos, determinaron el establecimiento de actividades tradicionalmente urbanas en zonas alejadas de las ciudades. De este modo, tampoco se definen claramente las tareas específicas y propias de las zonas rurales.
En el campo predominan, sin lugar a dudas, las actividades vinculadas a la producción de materias primas. El llamado sector primario de la economía puede subdividirse en distintos tipos de producción: la agrícola, la forestal, la ganadera, la pesquera y la minera. Otra actividad de importancia en las zonas rurales, aún cuando pertenece al sector secundario, es la producción de energía.
Dado que estas actividades no requieren de gran concentración de personas, las zonas rurales tienden a presentar bajas densidades de población, si bien esta característica varía notablemente en distintas partes del planeta. Quienes residen en zonas rurales suelen agruparse en núcleos poblacionales más o menos pequeños que, por no acceder al rango de ciudades, se conocen como “aldeas” o “poblados”.
El tamaño de la aldea varía notablemente según el tipo de actividad rural predominante y los modos de organización social. Cuando los agrupamientos se reducen a simples caseríos esparcidos en enormes superficies, la forma de ocupación lleva el nombre de “población rural dispersa”. Los espacios rurales deshabitados pueden, a su vez, estar dedicados a las distintas actividades productivas o, en cambio, constituir áreas desiertas, como sucede en vastos territorios del mundo.
Condicionantes : la organización del espacio rural está condicionada por una serie de factores físicos y humanos. Entre los físicos los que tienen más relevancia son: el clima, el relieve y los suelos. El clima es el factor esencial y determinante de las posibilidades agrícolas y de los cultivos por desarrollar en una zona. De la región climática interesa conocer, no solo los valores promedio de los elementos que definen el tipo de clima, sino también los registros máximos y mínimos de temperaturas diurnas y nocturnas, los de precipitaciones y de evapotranspiración, así como las irregularidades en la duración del período de helada. La posibilidad agrícola también varía si se trata de un cultivo anual o plurianual. Si la planta es desarrollo anual, su cultivo se hará en la época más apropiada, por ej, si exige temperaturas bajas, el cultivo se realizará en zonas cuyo clima presente esas características, en cambio, si es plurianual, se hará en las zonas donde las condiciones variables del estado del tiempo a lo largo del año sean toleradas por dicho cultivo.
Los climas más apropiados para la agricultura son: el templado (de transición y marítimo), y cálido subtropical sin estación seca y tropical.
En otros exigen ciertas limitaciones, por ej el templado continental tiene períodos de frío intenso y prolongado, período estival muy cálido, deficiencia hídrica.
El clima subtropical con estación seca tiene deficiencia hídrica estacional.
El clima cálido ecuatorial tiene exceso hídrico.
En regiones agrícolas con niveles de deficiencia hídrica, ya sea en clima templado o árido, se recurre a algunos de los sistemas de riego. El sistema elegido será el que responda a las exigencias del cultivo y a la disponibilidad de agua. Esos diferentes sistemas, con tecnología diversa, se aplican tanto en zonas con elevado nivel de mecanización, como en aquellas de agricultura primitiva.
Hay distintos sistemas de riego: por inundación, el agua cubre parcelas en terrenos en pendiente, sin estancamiento, apropiadas para arroz.
Por infiltración, a través de canales y acequias, apropiadas para frutales y vid.
Por aspersión, el agua se obtiene por absorción de pozos subterráneos y se distribuye a través de cañerías y distribuidores giratorios móviles, apropiadas para hortalizas, cereales, papa.
Por goteo, distribuye por cañerías y goteros en cada pie de planta, apropiada para frutales y vid.
El suelo es otro factor de importancia. El suelo es la capa superficial de la corteza terrestre. Sus características dependen de la roca madre y de los procesos sufridos, en especial la acción climática. Los tipos esenciales de suelo son: arenoso, arcilloso y limoso. Los suelos se ven afectados tanto por el exceso como por la falta de agua. La acción hídrica se manifiesta en el lavado superficial y el arrastre de suelo con la consiguiente pérdida de condición agrícola. La deficiencia de agua, por su parte, permite la acción eólica, con procesos de erosión, arrastre y depósito con formación de médanos (también llamadas dunas).
También se deben considerar los derivados de la acción humana. Algunos de esos problemas se producen por realizar excesiva o profunda roturación con pérdida de humedad y voladura de suelos, no respetar las curvas de nivel en la labranza y acelerar el escurrimiento superficial o efectuar sobrecarga de agua por riego, con riesgo de acidez en los suelos.
Si el suelo está afectado por agotamiento o pérdida de fertilidad con disminución de nutrientes o materia orgánica, se debe recurrir al uso de fertilizantes
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