Pedro Gómez-Esteban, Las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. El tamiz.

Pedro Gómez-Esteban, Las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. El tamiz.

6 de julio del 2007

Las únicas bombas que han sido lanzadas en la historia del mundo, fueron aquellas que con una fuerza de destrucción implacable dieron el motivo para finalizar la segunda guerra mundial, estos proyectiles, que destruyeron dos de las ciudades más importantes del pueblo japonés, dieron inicio a una nueva era militar en el mundo; asimismo crearon un temor en las personas por tan inmenso poder.

El artículo. Las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki nos habla de los motivos del bombardeo realizado en la segunda guerra mundial por parte de los estados unidos a la nación japonesa. El proyecto Manhattan, el cual principalmente era una prevención contra un posible ataque nuclear nazi, fue usado para detener el avance militar japonés en la guerra, el ataque tuvo dos fases, la primera, fue el lanzamiento del primer proyectil llamado. Little Boy fue lanzado el 6 de agosto de 1945 en la ciudad de Hiroshima, con un radio de destrucción de 1.600 metros provocando fatalidades en el país, no solo ambientales y sociales sino que también emocionales para el pueblo nipones. Después del lanzamiento y la masiva destrucción el presidente Truman (el cual autorizo el proyecto y lanzamiento), se dirigió al pueblo japonés solicitando la absoluta rendición en la guerra o habría más muertos y más destrucción en el país. El emperador negó estas solicitudes y en un acto de desafío preparo a todo el país para que no se rindiera y decidió continuar con la guerra.

El presidente Truman, al ver que Japón no se rendiría para presionarlos más, decidió enviar otro ataque nuclear, fue el 9 de agosto de 1945 cuando la bomba llamada fat man partió de los estados unidos con destino a Nagasaki, la bomba destruyo todo en un radio de 1000 metros, provocando así la rendición del gobierno japonés en la guerra, la cual todavía mantiene secuelas de estos horrores en la población mundial.

Cabe resaltar que en ambos ataques, el pueblo japonés había recibido señales de vuelo alrededor de su zona, pero no les prestaron la de vida atención en el momento, también es justo destacar que en estos dos combates (por así decirlo) la cantidad de muertos supero los doscientos mil millones de personas en el momento de la explosión.

Para concluir estos ataques nucleares, que marcaron la historia, no solo de un pueblo sino de todo el mundo, nos hace entender los alcances que puede tener la mente humana, llegando al punto de desvalorizar la vida humana y no solo humana si no la vida en general solo para conseguir poder. Las consecuencias de estos actos han cambiado al pueblo japonés, (el único afectado por ataques nucleares en la historia) de maneras que el mundo no puede imaginar, su apreciación por la vida, la igualdad y especialmente la cultura no tiene comparación con ningún otro país.

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