Piedra De Mar
Enviado por libinthon • 14 de Junio de 2014 • 1.133 Palabras (5 Páginas) • 293 Visitas
Piedra de mar:cuarenta años
Manuel Cabesa
Como si fueran seres reales, personas de carne y hueso con las que podemos tropezar cualquier día en una esquina, el pasado 23 de noviembre de 2008, Corcho y sus amigos, todos personajes de la imprescindible novela de Francisco Massiani, Piedra de mar, acaban de cumplir cuarenta años, y a pesar del tiempo transcurrido mantienen la misma vitalidad y frescura de cuando aparecieron por primera vez en la escena literaria en 1968.
“Espontánea, fresca, natural, es esta novela de Francisco Massiani, uno de los narradores más jóvenes con que cuenta la narrativa venezolana actual”, de esta manera entusiasta presenta el crítico Armando Navarro la aparición a finales de la década de los sesenta de Piedra de mar.
Hasta ese momento la narrativa venezolana había desembocado hacia dos vertientes bastante definidas. En primer término, y a raíz de la creciente violencia política desarrollada durante esos años, existe una fase testimonial que intenta dar fe de las experiencias vividas por la juventud de la época en las diferentes acciones de orden subversivo, y cómo esa misma lucha por cambiar el orden establecido fue degenerando hasta llegar al fracaso que sumió a esa misma juventud en un mar de frustraciones. La otra opción narrativa es la de la introspección psíquica evidenciada por una experimentación del lenguaje, muchas veces hueca y banal. En medio de estas dos aguas surge la novela de Massiani.
Orlando Araujo, en su libro Narrativa venezolana contemporánea, incluye a Piedra de mar dentro del grupo de novelas que el crítico denomina “de confesión y crónicas del hastío”, términos que sirven muy bien para comenzar a definir el contenido de la obra: Corcho, aprendiz de escritor, nos va contando las peripecias por las que tiene que pasar en el lapso de unas horas durante un periodo de vacaciones estudiantiles. La narración comienza en la playa donde Corcho consigue una pequeña piedra que será el motivo e hilo conductor de la trama. Araujo la define de la siguiente manera: “La piedra, guardada en un bolsillo, es la esperanza frustrada, el amor sin respuesta, el dolor de ser joven, la vida sin sentido, la inocencia, la búsqueda y el llanto”. Pero la piedra es también el móvil que permite a Corcho seguir adelante y enfrentar el vacío del mundo que lo rodea y, lo que es mejor, hacernos una descripción de él.
Al escribir su novela, que es casualmente la que estamos leyendo, Corcho nos confiesa su hastío ante una situación de vacío existencial que se le impone sin él desearlo; Corcho es víctima de las circunstancias que lo rodean, pero a diferencia de sus amigos está consciente de esa abulia, lo que lo coloca en la posición de ser testigo del malestar que lo absorbe y, por supuesto, su fiel relator.
Para llevar a cabo este relato Corcho pone en uso dos poderosas armas: su capacidad de observación y una gran sinceridad a la hora de narrar los acontecimientos que suceden. A medida que describe algún episodio nuestro personaje va imponiendo su particular punto de vista, no puede en ningún momento dejar de involucrarse en lo narrado. Oswaldo Larrazábal ve este asunto de la siguiente forma: “Quizás una de las consecuencias más importantes de esta obra esté en el hecho de que la prosa quiere acompañar el ritmo mental del autor. Como van sucediendo las cosas, así son narradas.
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