Plan de desarrollo de la universidad del magdalena

PLAN DE DESARROLLO DE LA UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA

La educación es el instrumento más eficiente para alcanzar el bienestar social. En este sentido, la función primordial de la universidad como institución de enseñanza superior es mediar, para que la docencia, la investigación, la innovación y la cultura se integren y se potencien en la búsqueda de intereses comunes, en aras de la modernización del país. La universidad genera conocimiento conductor de desarrollo, y actúa en el interior del tejido social, económico y político del país, formando un valioso capital humano a la altura del siglo XXI, que se caracteriza por el vertiginoso vuelo de la tecnología y de las comunicaciones.

 En nuestros tiempos, el desarrollo económico está cada vez más ligado a la destreza de adquirir y aplicar conocimiento científico, técnico, cultural y socioeconómico. En este orden de ideas, el proceso de globalización, entendido como la radical eliminación de todas las fronteras, exige que el conocimiento sea fuente de progreso integral.

 La mayor riqueza de una nación es su talento humano, y la formación de este talento no se limita sólo a la actividad técnica, sino también a las relaciones sociales, y a los valores ético estéticos, y esta tarea compete a la universidad. Asimismo, el talento humano debe tener la oportunidad de realizarse para beneficio de todos, sin distinción de raza, credo, estrato social, edad o género. Las instituciones de educación superior enfrentan el reto de participar en movimientos de cambio, pero sobre todo deben optar por el lema impostergable de convertirse en garantes de la preservación de la cultura, de la identidad y de la soberanía nacional.

El objetivo fundamental e imprescriptible de los gobiernos actuales, sin exclusión geográfica, apunta a que sus políticas y acciones se traduzcan en un eficiente proyecto social. En este marco conceptual, la educación superior, es en efecto, un hilo conductor de desarrollo, pero con la condición de que no debe ser siempre sinónimo de justicia social.

 El rol de la universidad cobra vigencia ante todo como actor de la región en la que se encuentra inmersa y comprometida. Cuando ha cumplido con acierto su papel protagónico en la región, se proyecta de forma global a toda la nación, en alianza con las otras instituciones afines, para cumplir la misión que le corresponde como organismo asesor de los proyectos y decisiones del Estado que, a la postre afectan a todos los ciudadanos.

No obstante, el escenario preferente es la región como sujeto y actor imprescindible de su propia historia. Pero, no significa que la universidad se atrinchere en un espacio limitado.

 Por el contrario, desde su entorno prioritario se fortalece y cruza fronteras, ya que la meta es posicionarse en el país, en el continente y en el mundo. La visión global es que la suma de todos los aportes y de todos los esfuerzos produzca la cultura de la paz.

 El propósito del Plan desarrollo es orientar la gestión y la acción coordinada de los diversos agentes comprometidos en la responsabilidad institucional en el largo plazo. En las páginas de este documento base se consignan las líneas estratégicas y los presupuestos de tipo conceptual y filosófico que en un tiempo determinado, permitirán el logro de todos sus objetivos en el ámbito de la educación superior, por la nación y por el mundo.

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