Popol Vuh
Enviado por 123456Ralda • 24 de Septiembre de 2014 • 930 Palabras (4 Páginas) • 286 Visitas
IX
He aquí, pues, la aurora, y la aparición del sol, la luna y las estrellas.
Grandemente se alegraron Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah e Iqui-Balam cuando vieron a la Estrella de la mañana. Salió primero con la faz resplandeciente, cuando salió primero delante del sol.
Enseguida desenvolvieron el incienso que habían traído desde el Oriente y que pensaban quemar, y entonces desataron los tres presentes que pensaban ofrecer.
El incienso que traía Balam-Quitzé se llamaba Mixtán-Pom; el incienso que traía Balam-Acab se llamaba Caviztán-Pom; y el que traía Mahucutah se llamaba Cabauil-Pom. Los tres tenían su incienso. Lo quemaron y en seguida se pusieron a bailar en dirección al Oriente.
Lloraban de alegría cuando estaban bailando y quemaban su incienso, su precioso incienso. Luego lloraron porque no veían ni contemplaban todavía el nacimiento del sol.
Enseguida, salió el sol. Se alegraron los animales chicos y grandes y se levantaron en las vegas de los ríos, en las barrancas, y en la cima de las montañas; todos dirigieron la vista allá donde sale el sol.
Luego rugieron el león y el tigre. Pero primero cantó el pájaro que se llama Queletzú. Verdaderamente se alegraron todos los animales y extendieron sus alas el águila, el rey zape, las aves pequeñas y las aves grandes.
Los sacerdotes y sacrificadores estaban arrodillados; grande era la alegría de los sacerdotes y sacrificadores y de los de Tamub e Ilocab y de los rabinaleros, los cakchiqueles, los de Tziquinahá y los de Tuhalhá, Uchabahá, Quibahá, los de Batená y los Yaqui Tepeu, tribus todas que existen hoy día. Y no era posible contar la gente. A un mismo tiempo alumbró la aurora a todas las tribus.
Enseguida se secó la superficie de la tierra a causa del sol. Semejante a un hombre era el sol cuando se manifestó, y su faz ardía cuando secó la superficie de la tierra.
Antes que saliera el sol estaba húmeda y fangosa la superficie de la tierra, antes que saliera el sol; pero el sol se levantó y subió como un hombre. Pero no se soportaba su calor. Sólo se manifestó cuando nació y se quedó fijo como un espejo. No era ciertamente el mismo sol que nosotros vemos, se dice en sus historias.
Inmediatamente después se convirtieron en piedra Tohil, Avilix y Hacavitz, junto con los seres deificados, el león, el tigre, la culebra, el cantil y el duende. Sus brazos se prendieron de los árboles cuando aparecieron el sol, la luna y las estrellas. Todos se convirtieron igualmente en piedras. Tal vez no estaríamos vivos nosotros hoy día a causa de los animales voraces, el león, el tigre, la culebra, el cantil y el duende; quizá no existiría ahora nuestra gloria si los primeros animales no se hubieran vuelto piedra por obra del sol.
Cuando éste salió
...