Porfiriato
Enviado por luisoflizper • 14 de Enero de 2013 • 2.090 Palabras (9 Páginas) • 471 Visitas
Porfiriato
Condiciones De la Justicia Social
Las clases medias y la burguesía nacionalista exigían una participación en la conducción del estado.
El aniquilamiento formal del estado porfiriano provoco un vuelco profundo de la sociedad mexicana. La violencia fue la única vía para modificar los mecanismos estatales que sacrificaron la actividad democrática al progreso económico. Así como la reelección se volvió “forzosa”- expresión de Justa Sierra-, la revolución se hizo inevitable.
“Héroe epónimo”, “tirano”, “cesar zapoteca”, “el dictador más absoluto de su tiempo”, “constructor del México moderno”, son epítetos aplicados a Porfirio Díaz, algunos de los cuales han demonizado su transito por la historia mexicana.
Díaz rechazó la iniciativa de un adulador para que se levantara una estatua en vida; muerto, nadie ha osado proponerlo.
“Apóstol de la democracia”, “nuevo Juárez”, revolucionario incorruptible”, “reformador burgués” son calificativos de Madero.
El país en este período estuvo bien gobernado y bien guiado, como todo con sus altas y sus bajas, pero eso se da en cualquier lugar y en cualquier persona, ya que en este periodo se vieron grandes avances en la economía, política, ciencia, y en fin varios servicios como son la electricidad el ferrocarril etc.
Clases Sociales
Nueva división de clases sociales Durante el Porfiriato, la sociedad mexicana estuvo dividida en varias clases sociales de acuerdo con la fortuna y el origen de cada una de ellas. La aristocracia semifeudal, también llamada alta sociedad. Estaba integrada por los políticos, los capitalistas criollos y los extranjeros. Era la clase rica, la dueña de haciendas, de fábricas, de casas comerciales o de negocios financieros, que llevaba una vida desahogada. Los principales representantes de esta clase social fueron los científicos, grupo de amigos personales del dictador. La burguesía nacional estaba compuesta por los latifundistas o hacendados, por los grandes comerciantes, y por los accionistas en empresas mineras e industriales. La pequeña burguesía, o clase media estaba integrada por comerciantes e industriales en pequeño, burócratas, maestros, profesionales, periodistas y pequeños comerciantes. Esta esfera social tiene una gran importancia tanto económica como política, pues ayudó en la transformación política que el país necesitaba a principios del siglo XX.
El proletariado es la naciente clase obrera, que junto con los campesinos formaban el bloque de los oprimidos, vivían en condiciones muy deporables y soportando toda clase de injusticias. Crecimiento económico desigual entre diversos sectores de la producción El desarrollo económico en México experimentó un crecimiento desigual, dentro de los distintos sectores de la producción, durante el gobierno de Porfirio Díaz. Los puntos más altos de crecimiento los alcanzaron la minería y la industria, a estos dos les siguió la agricultura y después la ganadería, con una diferencia muy marcada en cuanto a su desarrollo se refiere.
Condiciones De Trabajo
Durante el Porfiriato se vivieron muchos cambios de la mayor importancia. Entre otros, destaca el que está relacionado con el nacimiento del moderno proletariado industrial. Los antiguos talleres artesanales, administrados por su propio dueño y operados con técnicas tradicionales, dejaron su lugar a las grandes fábricas, propiedad muchas veces de corporaciones internacionales y que contaban con la maquinaria más moderna. En esas fábricas eran empleados cientos y hasta miles de obreros, sometidos a una disciplina que incluía jornadas de trabajo de 12 horas diarias y salarios que no alcanzaban a cubrir las más elementales necesidades.
De esta manera, los cambios no supusieron ninguna mejora en las condiciones de vida y trabajo de los obreros. Por el contrario, los empleados de las grandes fábricas vieron cómo se ampliaba el repertorio de sus padecimientos: a los bajos jornales, la mala alimentación y la nula atención médica tuvieron que añadir la falta de vestuario y equipo adecuados, los frecuentes accidentes, las inhalaciones perniciosas y los numerosos inconvenientes derivados del hecho de vivir en la periferia insalubre de las grandes ciudades.
Para colmo de males, los trabajadores no contaban con organizaciones que los defendieran. El gobierno, aunque formalmente no objetaba ese derecho, procedía casi siempre de manera muy parcial, adoptando como propio el punto de vista de los patrones. Sólo pudieron organizarse mutualidades y cooperativas, que favorecían el trato entre sí de los trabajadores y la formación de cajas de ahorro, pero que no podían actuar con su representación en los muy frecuentes casos de dificultades, ni mucho menos oponer un dique a los abusos de los poderosos.
La Fundición Central, una de las dos más importantes industrias que se establecieron en Aguascalientes durante el Porfiriato, ofrece un buen ejemplo de la forma en la que eran tratados los trabajadores. Aunque se pagaban jornales de un peso diario, mucho más altos que los que imperaban en otras empresas, era necesario desquitarlos con creces, en jornadas de 12 horas diarias, en medio de un ruido infernal y de hornos que despedían toda clase de emanaciones tóxicas. Las altas temperaturas, el acarreo de minerales recién fundidos, el desplazamiento de grasas y combustibles y la presencia permanente de gases venenosos eran algunos de los factores que permanentemente atentaban contra la salud y aun contra la vida de los trabajadores.
Entorno Social
Si bien durante el porfiriato se lograron avances en la pacificación del país, el costo social de este progreso fue enorme; la desigualdad aumento a niveles pocas veces vistos, se crearon zonas de explotación sistemática de indígenas a los cuales casi se les trataba como esclavos, como Valle Nacional y buena parte de Yucatán. Además una represión a la prensa libre, que era silenciada ya sea por medio de sobornos o bien por torturas y desapariciones.
Durante el Porfiriato algunos miembros de las clases privilegiadas, que muchas veces no soportaban a los pobres recorriendo las calles de su ciudad, organizaban eventos de caridad como el que observamos en la fotografía. Hombres, mujeres y niños bien vestidos conseguían grandes cantidades de bolillos y los repartían a campo abierto entre los menesterosos. En la imagen, una mujer pobre recibe un bolillo de manos de su encumbrado bienhechor, quien ha tomado el pan del montón que hay en el suelo, sobre el pasto. A estos eventos asistían por contrato los fotógrafos itinerantes, cuyas imágenes después eran publicadas en magazines y periódicos, donde los ricos presumían sus obras piadosas. Esta repartición
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