Próceres

Próceres de 1822

Los próceres, personas importantes para romper con el yugo español que azotaba diferentes países de América Latina, como Perú, Venezuela y Ecuador. Los cuales fueron de suma importancia para la independencia, tanto a sido su importancia que hasta la actualidad de los sigue conmemorando a aquellos luchadores de guerra, personajes como:

José de Antepara, quien en su momento fue comerciante, periodista, militar y político oriundo de Guayaquil en 1770 siendo considerado como el «precursor del movimiento emancipador»

José de Villamil, un prócer de la independencia de Guayaquil. Nació en la ciudad de Nueva Orleans, en el virreinato de Nueva España en la Luisiana durante el año de 1788, luego de servir como soldado en su patria, viajó por Europa, donde tuvo la oportunidad de hacer amistad con destacados ciudadanos sudamericanos con ideales de revolución hispanoamericana.

José Joaquín de Olmedo, fue un abogado, político, prócer y poeta guayaquileño. Inició, junto a otros partidarios de las ideas emancipadoras, la independencia de Guayaquil que se concretó el 9 de octubre de 1820.

Debido a su permanencia en diferentes países como México y Europa, adquirieron nuevos conocimientos sociales y políticos, el guayaquileño don José de Antepara y Arenaza, junto con el venezolano Francisco de Miranda, personifican con sus ideales, una total renovación para la vida y la paz de los pueblos americanos, para así poco a poco tener una independencia consolidada en contra de los militares españoles que estaban azotando a varios países y causaron estragos durante muchos años.

A partir de la era colonial, los españoles ya tenían contemplado en sus Ordenanzas militares el procedimiento que debían recibir y fueron repetidas las demandas para acogerse a aquellos beneficios. En cuanto al partido republicano, a lo largo de los primeros años de contienda independentista ha sido en verdad bastante escasa la atención que se les brindó a dichos militares, y, una vez que se dictaron varias reglas, estas sucumbieron frente a el vaivén de los cambios seguidos de régimen y el ambiente de tensión gracias a la confrontación militar.

 Los primeros adelantos significativos se brindaron primordialmente una vez que se comenzaron a sentar las bases definitivas de la República. De esta forma ejemplificando, en el numeral 9° del reglamento expedido el 17 de octubre de 1818 sobre las elecciones para el Congreso de Angostura, se dispuso lo próximo en temas de derechos políticos:

 A fines de abril de 1821, en instantes en que la milicia Libertador se preparaba para reanudar sus operaciones tras la terminación anticipada del armisticio, el general Bolívar manifestó su inquietud por la proporción de enfermos internados en los nosocomios de Barinas, epicentro del cuartel general. Frente a esta situación, impartió normas al gobernador de Mérida para que en compañía con el mejor cirujano y con el boticario Raimundo Talavera pasara revista en todos los nosocomios y se concediera licencia absoluta a los enfermos de extensa curación y a los inválidos. Siendo “muy doloroso y cruel” sacarlos abruptamente, se dispuso el traslado hasta Cúcuta para que ahí se les suministraran los auxilios necesarios luego de lo que podrían ser restituidos a sus viviendas.

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