Publicidad En La Prensa De 1880 A 1899
Enviado por toyala • 19 de Marzo de 2014 • 764 Palabras (4 Páginas) • 327 Visitas
Soy un ser humano normal, diga lo que diga mi
vecino del quinto, y no me gustan los anuncios.
A nadie le gustan. Están en todas partes, como
un amante celoso, y quieren vendernos de todo.
Más tetas, menos culo, yugores que provocan
orgasmos, compresas que te llevan más alto que
un Airbus, detergentes con partículas de
antimateria...
Como ser humano normal (que no ha aterrizado
en este mundo proveniente de ninguna estrella
cercana a Sirio con ánimos de preparar la futura
conquista), siempre he pensado que la
publicidad nos aporta poco. Sin embargo,
cambié de opinión un buen día, navegando por
Internet. Fui a parar a una hemeroteca digital,
no me preguntes cómo, y acabé mirando un
anuncio de hace 130 años. Era el siguiente:Soy un ser humano normal, diga lo que diga mi
vecino del quinto, y no me gustan los anuncios.
A nadie le gustan. Están en todas partes, como
un amante celoso, y quieren vendernos de todo.
Más tetas, menos culo, yugores que provocan
orgasmos, compresas que te llevan más alto que
un Airbus, detergentes con partículas de
antimateria...
Como ser humano normal (que no ha aterrizado
en este mundo proveniente de ninguna estrella
cercana a Sirio con ánimos de preparar la futura
conquista), siempre he pensado que la
publicidad nos aporta poco. Sin embargo,
cambié de opinión un buen día, navegando por
Internet. Fui a parar a una hemeroteca digital,
no me preguntes cómo, y acabé mirando un
anuncio de hace 130 años. Era el siguiente:Soy un ser humano normal, diga lo que diga mi
vecino del quinto, y no me gustan los anuncios.
A nadie le gustan. Están en todas partes, como
un amante celoso, y quieren vendernos de todo.
Más tetas, menos culo, yugores que provocan
orgasmos, compresas que te llevan más alto que
un Airbus, detergentes con partículas de
antimateria...
Como ser humano normal (que no ha aterrizado
en este mundo proveniente de ninguna estrella
cercana a Sirio con ánimos de preparar la futura
conquista), siempre he pensado que la
publicidad nos aporta poco. Sin embargo,
cambié de opinión un buen día, navegando por
Internet. Fui a parar a una hemeroteca digital,
no me preguntes cómo, y acabé mirando un
anuncio de hace 130 años. Era el siguiente:Soy un ser humano normal, diga lo que diga mi
vecino del quinto, y no me gustan los anuncios.
A nadie le gustan. Están en todas partes, como
un amante celoso, y quieren vendernos de todo.
Más tetas, menos culo, yugores que provocan
orgasmos, compresas que te llevan más alto que
un Airbus, detergentes con partículas de
antimateria...
Como ser humano normal (que no ha
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