¿Que Es Historia?
Enviado por jeis34 • 7 de Junio de 2015 • 1.025 Palabras (5 Páginas) • 163 Visitas
Con una parte del
texto de Carr “¿Qué es la Historia?”, se nos propuso una
reflexión acerca de algunas cuestiones centrales en la
tarea del historiador. Hecha la presentación del caso,
comparto con ustedes estas ideas surgidas de la lectura.
Al comienzo encontramos críticas a las corrientes
positivistas, que pretendían estudiar la Historia, en tanto
ciencia, a través del mismo modelo científico de las
ciencias naturales. Tal visión contiene un error grave desde
el punto de vista de que lo que pretende el positivismo con
esta línea de trabajo, es anular la relación entre sujeto y
objeto. Lo que se pretende es, entonces, separar el hecho
de la interpretación que alguien puede hacer sobre éste. Tal
operación es posible en las ciencias naturales debido a las
características de los objetos de estudio. Mas las ciencias
sociales, como la Historia, y aún más desde la visión y
compresión actual que tenemos de la Historia, requieren
una interacción entre sujeto y objeto que conduce a la
interpretación, y esta entendida como la mirada propia y
honesta de un sujeto frente a un objeto. Los Siglos XVIII y
XIX presentan una gran contribución en el campo
científico. La entrada en el periodo moderno implica, entre
otras cuestiones, un desplazamiento de la figura de Dios
como el gran ordenador que provee armonía universal y
respuestas a cada interrogante. El hombre debe salir al
mundo, afrontarlo y encontrar en él las respuestas a las
preguntas que en mayor o menor medida lo han seguido a
través del tiempo. Es por ello que en este periodo aparecen
ciencias tales como la arqueología, la epigrafía, la
numismática, la cronología y otras que significan un aporte
para la tarea del historiador. Carr se pregunta, asimismo
¿qué es un hecho histórico?, y afirma que, según el punto
de vista del sentido común, existen hechos básicos que
son los mismos para todos los historiadores y que
constituyen la espina dorsal de la historia. Dice, además,
que el historiador debe ser preciso al brindar datos tales
como fechas, lugares y nombres, y que para ello puede
ayudarse con las ciencias auxiliares de la historia. Sin
embargo, para este autor, la necesidad de fijar estos datos
no responde a ninguna cualidad particular de los hechos,
sino a una decisión del historiador. Los hechos no hablan
por sí mismos. Lo hacen sólo cuando el historiador apela a
ellos. Es el historiador quien decide que un hecho
pertenece a la Historia. Lo que existe, y en todo caso queda
destacada, es una decisión subjetiva. El historiador se halla
a sí mismo frente a un pasado (que por otra parte elige)
para descifrarlo. Es ese pasado la cosa en sí, a la que no
podemos llegar, pero que dialoga con nuestro presente, a
través nuestro, y serán nuestras decisiones las que lleven a
ese pasado a “decir” algo acerca de sí. Frente al pasado,
entonces, al decidir qué es un hecho perteneciente a la
Historia y qué no, el historiador debe decidir entre recordar
y olvidar, siendo honesto a la hora de decidir. A lo largo de
la Historia, muchos grupos han luchado, y luchan aún hoy,
para que se recuerde su versión, para que no se olviden
ciertos hechos puntuales. La honestidad del historiador
reside entonces, según mi parecer, en dos cuestiones: Una,
no caer en cuestiones políticas acomodaticias. En segundo
lugar, pero no por eso menos importante, ser lo
suficientemente íntegro e inteligente para permitirse en
algún momento (si las circunstancias lo requieren) cambiar
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