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¿Que Es Historia?


Enviado por   •  7 de Junio de 2015  •  1.025 Palabras (5 Páginas)  •  163 Visitas

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Con una parte del

texto de Carr “¿Qué es la Historia?”, se nos propuso una

reflexión acerca de algunas cuestiones centrales en la

tarea del historiador. Hecha la presentación del caso,

comparto con ustedes estas ideas surgidas de la lectura.

Al comienzo encontramos críticas a las corrientes

positivistas, que pretendían estudiar la Historia, en tanto

ciencia, a través del mismo modelo científico de las

ciencias naturales. Tal visión contiene un error grave desde

el punto de vista de que lo que pretende el positivismo con

esta línea de trabajo, es anular la relación entre sujeto y

objeto. Lo que se pretende es, entonces, separar el hecho

de la interpretación que alguien puede hacer sobre éste. Tal

operación es posible en las ciencias naturales debido a las

características de los objetos de estudio. Mas las ciencias

sociales, como la Historia, y aún más desde la visión y

compresión actual que tenemos de la Historia, requieren

una interacción entre sujeto y objeto que conduce a la

interpretación, y esta entendida como la mirada propia y

honesta de un sujeto frente a un objeto. Los Siglos XVIII y

XIX presentan una gran contribución en el campo

científico. La entrada en el periodo moderno implica, entre

otras cuestiones, un desplazamiento de la figura de Dios

como el gran ordenador que provee armonía universal y

respuestas a cada interrogante. El hombre debe salir al

mundo, afrontarlo y encontrar en él las respuestas a las

preguntas que en mayor o menor medida lo han seguido a

través del tiempo. Es por ello que en este periodo aparecen

ciencias tales como la arqueología, la epigrafía, la

numismática, la cronología y otras que significan un aporte

para la tarea del historiador. Carr se pregunta, asimismo

¿qué es un hecho histórico?, y afirma que, según el punto

de vista del sentido común, existen hechos básicos que

son los mismos para todos los historiadores y que

constituyen la espina dorsal de la historia. Dice, además,

que el historiador debe ser preciso al brindar datos tales

como fechas, lugares y nombres, y que para ello puede

ayudarse con las ciencias auxiliares de la historia. Sin

embargo, para este autor, la necesidad de fijar estos datos

no responde a ninguna cualidad particular de los hechos,

sino a una decisión del historiador. Los hechos no hablan

por sí mismos. Lo hacen sólo cuando el historiador apela a

ellos. Es el historiador quien decide que un hecho

pertenece a la Historia. Lo que existe, y en todo caso queda

destacada, es una decisión subjetiva. El historiador se halla

a sí mismo frente a un pasado (que por otra parte elige)

para descifrarlo. Es ese pasado la cosa en sí, a la que no

podemos llegar, pero que dialoga con nuestro presente, a

través nuestro, y serán nuestras decisiones las que lleven a

ese pasado a “decir” algo acerca de sí. Frente al pasado,

entonces, al decidir qué es un hecho perteneciente a la

Historia y qué no, el historiador debe decidir entre recordar

y olvidar, siendo honesto a la hora de decidir. A lo largo de

la Historia, muchos grupos han luchado, y luchan aún hoy,

para que se recuerde su versión, para que no se olviden

ciertos hechos puntuales. La honestidad del historiador

reside entonces, según mi parecer, en dos cuestiones: Una,

no caer en cuestiones políticas acomodaticias. En segundo

lugar, pero no por eso menos importante, ser lo

suficientemente íntegro e inteligente para permitirse en

algún momento (si las circunstancias lo requieren) cambiar

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