RESUMEN DE LA COYUNTURA COMERCIAL DEL SIGLO XIX EN EL PERÚ

El Perú cuando se inicia como república independiente en 1821 apertura sus puertos a todas las potencias marítimas, esto duro tres siglos consecutivos, donde en este monopolio casi absoluto era ejercido por la corona española.

La eliminación del monopolio español trajo consigo la posibilidad de acceso a un vasto mercado a los comerciantes europeos y de manera predominante a los británicos. Por la aparición de la “Ley de prohibiciones” (vigente desde 1828 hasta 1940) la entrada de mercancías inglesas, fundamentalmente textiles de algodón y de lana, en los mercados regionales, elimino definitivamente los vestigios de la artesanía colonial. El comercio de artículos de lujo con Francia sirvió para el consumo improductivo de los grupos poderosos hablando en términos monetarios y políticos.

La debilidad económica del Perú republicano naciente no hizo posible restablecer este desequilibrio comercial. A mediados del siglo XIX las fluctuaciones del crecimiento económico del Perú dependieron estrechamente de la explotación comercial de unos cuantos productos. Gracias a estas transacciones comerciales, el Perú pudo insertarse en el mercado internacional y no solo eso, también esto trajo el crecimiento de nuestro país.

Conocer el comercio exterior del Perú desde su independencia hasta el término del siglo XIX, así como saber el movimiento de la producción nacional para detectar las pulsaciones de fondo de la economía en esas épocas es el objetivo principal que tiene Bonilla.

Por las pocas fuentes encontradas Bonilla centra las relaciones comerciales de Perú, solo con Francia y Gran Bretaña; y estas por su volumen y gran tamaño son altamente representativas.

Debido a la ausencia de una serie completa de porcentajes de exportaciones del Perú con estos países, dentro del total de exportaciones peruanas, Bonilla se limitó a señalar las siguientes cifras:

AÑO 1836 = 60%

AÑO 1837 = 70%

AÑO 1844 = 85%

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