Raúl Leoni
Enviado por Pedroven • 17 de Enero de 2014 • 1.552 Palabras (7 Páginas) • 377 Visitas
DR. RAÚL LEONI ENTREVISTADO POR MIGUEL OTERO SILVA
(Clemente Leoni nació en Muratto, Cantón de Bastías, al norte de la isla de Córcega. Un tío suyo que era gerente de las minas de El Callao, en la jungla de una remota e ignorada Venezuela, le propuso que cruzara el Atlántico y viniera a probar fortuna en Guayana, Clemente Leoni se leyó El soberbio Orinoco de Julio Verne y le tentó la aventura. Desembarcó en tierras venezolanas en 1895. Primero trabajó con el tío en las minas de oro, luego montó tienda por su cuenta y riesgo, un almacén que abastecía a los purgüeros antes de perderse éstos en la selva en misión de sangrar los altaneros árboles de caucho. Clemente Leoni conoció a Carmen Otero Fernández, hija de don Ramón Otero Vigas de Cumaná, una muchacha alta y delgada, con unos extraños ojos color de la hoja del tabaco, a quien sus amigas llamaban "La Quita". El joven francés entusiasta y palabrero se enamoró de la guayanesa severa y pensativa. Se casaron al despuntar el siglo XX. El primogénito se bautizó Clemente como el padre. Luego nacieron Raúl y Tancredo. Raúl Leoni Otero, segundo hijo de ese matrimonio y personaje central de nuestra historia, vino a la luz del sol el 26 de abril de 1905, dice la gente que en El Manteco, aunque la fe de bautismo afirma irreversiblemente que fue en Upata).
El Presidente y el periodista pasean por entre los corpulentos árboles de La Casona. Al Presidente le faltan pocos días para entregar el poder a su sucesor. Ya ha empaquetado sus libros, ya ha descolgado sus cuadros, ya ha organizado sus maletas. Debe experimentar cierto aleteo de nostalgia al abandonar esta hermosa casa de enclaustrados patios interiores, de desbocados verdes más allá de las puertas, que ha sido adquirida y remodelada por iniciativa suya para albergar con dignidad al jefe del Estado venezolano de hoy y de mañana. Pero el hombre no hilvana saudades sino espera cautelosamente las preguntas del periodista.
¿Qué políticos, doctrinas, libros, influyeron más decisivamente en su formación como intelectual y hombre público?
En primer término, y como texto de lectura sobrentendido, influyó sobre mi pensamiento la obra del Libertador: su carta de Jamaica, su mensaje de Angostura, su ideario de libertad y justicia. Luego debo UCAB/CIC/RECOM/SVI/Miguel Otero Silva Página 1 de 4citar el libro de Gil Fortoul, la Historia Constitucional de Venezuela, que me proporcionó una visión positivista del pasado de mi país. Más tarde, a las alturas de 1928, leí con pasión a nuestros panfletistas: Pío Gil, Blanco Fombona, Pocaterra, plumas que exaltaban el repudio a las dictaduras, al caudillismo y al servilismo. Al mismo tiempo devoré las obras de ensayistas latinoamericanos como José Enrique Rodó, Manuel Ugarte y el José Vasconcelos de la "raza cósmica", que postulaban principios americanistas, nacionalistas, antimperialistas. Más tarde, ya en el destierro, me entregué de lleno al estudio de la filosofía política moderna, nuevo liberalismo, laborismo, socialismo, marxismo. En cuanto a la literatura propiamente dicha, mi afición estuvo siempre inclinada hacia las tendencias realistas y sociales. Mis novelistas predilectos eran los rusos: Tolstoi, Dostoievsky, Gorki, Andreiev. Y los franceses: Baizac, Zola, Romain Rolland. Entre los españoles leía con preferencia a Miguel de Unamuno.
-¿Se considera usted antimperialista, como cuando leía en su juventud a Manuel Uzarte?
-¿Cuál ha sido el verdadero aporte de Menca a su gestión presidencial?
Es una pregunta difícil de responder. No es a mí a quien toca hacer el elogio de Menca, mi mujer.
Pero, al menos, te contaré una anécdota. En vísperas de mi elección presidencial fue a visitarnos a casa un grupo de sindicalistas del partido, y uno de ellos, que me consideraba excesivamente hosco y desabrido para el cargo de primer mandatario: comentó al salir: "Menos mal que Menca puede enseñarlo a sonreír y a saludar". La verdad es que me enseñó muchas cosas más. (Las llamadas del 23 de enero de 1958 devolvieron a sus hogares a todos los presos, a todos los desterrados. Raúl Leoni se incorporó a la dirección de su partido y luego a la campaña presidencial de Rómulo Betancourt. Después del triunfo de Betancourt y de la tarjeta blanca, Leoni fue elegido
-¿Es cierto que usted comete errores de dicción cuando pronuncia sus discursos?
Estamos de regreso a los protectores tejados de La Casona, tras habernos paseado largamente por entre los chaguaramos, mangos, granadinos y faroles que pueblan el inmenso parque. El Presidente suelta una carcajada.
- Puede que sí los cometa. Al menos eso dicen los humoristas. La verdad es que yo nunca he tenido oratorias como Jóvito Villalba, como Rómulo Betancourt, como Andrés Eloy
...