Redes Sociales Y Desarrollo Económico En México, 1833-1860

Redes sociales y desarrollo económico en México, 1833-1860. ¿Una respuesta a la modernización económica del país?

Blanca García G.

Universidad Autónoma Metropolitana

México

El propósito de esta ponencia esta encaminada a presentar el papel económico que llevó a cabo un grupo de empresarios nacionales y extranjeros en México a partir de la emancipación de España en diversas actividades productivas del país en diferentes estados de la República Mexicana, tales como: la industria textil, haciendas agrícolas, compañía de tabaco, comunicaciones (Compañía de Diligencias), como en algunas empresas culturales (editoriales de periódicos y revistas), entre las mas importantes. Actividades que permitió establecer una relación social entre algunos de ellos, ya por haber formado una sociedad económica, por ser paisanos, o por compartir intereses comunes para fortalecer el desarrollo económico del país. Vínculos que reforzó su buena relación que tuvieron con el gobierno en turno a lo largo de gran parte del siglo XIX, ya que obtuvieron provecho económico (como prestamistas), dejando de lado los conflictos suscitados entre los grupos políticos -liberales y conservadores-, convirtiéndose además todos ellos en un importante grupo de inversionistas que contribuyeron al desarrollo y modernización productiva del país en los textiles, agricultura, comunicaciones, etc. a lo largo del siglo XIX.

I.-México: una nación en la búsqueda del desarrollo económico durante la primera mitad del siglo XIX

El período formación del Estado mexicano durante la primera mitad del siglo XIX enfrentó el problema de un largo y complejo período de inestabilidad política, crisis económica y malestar social. Fueron además los años en que el país estuvo presidido por caudillos militares, entre los que sobresalió Antonio López de Santa Anna, quien gobernó en once ocasiones (hasta 1855) . Fue un período en el que el poder político se disputó entre la fuerza política liberal y la conservadora, los que se abocaron la tarea de imponer su modelo de nación. Acción que se llevo dentro de un contexto de ensayos y tentativas de gobierno entre el sistema republicano federalista y el centralista, cada uno con sus distintas variables y matices de adecuación a la realidad nacional, según lo permitían las circunstancias históricas del país .

Por otro lado, la orientación económica nacional a lo largo de la primera mitad del siglo XIX se fue conformando paulatinamente a la par del desarrollo político del país. México desde que alcanzó su emancipación política de España en 1821, se preocupó por impulsar el desarrollo de las principales actividades económicas del país: la agricultura, la minería, la industria textil, etc.; empresas cuyo funcionamiento y progreso material estaban relacionadas con el uso de novedosos métodos de manejo tecnológico utilizados en Europa y en los Estados Unidos. Si bien durante las tres primeras décadas de vida nacional no pudieron alcanzarse muchas de las metas económicas propuestas por el gobierno nacional, fueron sin embargo, los años decisivos para sentar las bases de la industrialización nacional. Resultados que fueron alcanzados hacia finales de siglo, durante el gobierno de Porfirio Díaz (1876-1910), pero en condiciones internas y externas muy distintas (por la dependencia extranjera) a las planteadas al triunfo de la independencia.

II.- El surgimiento de la industria mexicana

México fue un país que al concluir su independencia política en 1821 pretendió reorganizar la actividad económica del país, cuyo impulso se dio en la agricultura, el comercio y la industria textil, principalmente. Ésta última estaría orientada a establecer un programa de gobierno que impulsaría el surgimiento de una clase capitalista que se interesará en invertir su capital en la industria de hilados y tejidos para establecer fábricas en diferentes lugares del país . Objetivo que a pesar de las dificultades económicas que enfrentó el gobierno por efectos de la guerra de independencia y la fuga de capitales españoles, pudo llevarse a cabo el financiamiento para impulsar la actividad textil a través de la creación del Banco de Avío, en 1830 . Iniciativa que llevó a cabo Lucas Alamán, quien a través del viaje que realizó por Europa en 1820, creyó que México podría realizar su revolución industrial con un éxito similar al alcanzado en Inglaterra.

Sin embargo, a pesar de que México estaba considerado un país rico, con abundantes recursos naturales, carecía de yacimientos carboníferos y sus principales ríos no eran aprovechables; también gran parte de sus bosques habían sido utilizados para la actividad minera. Por otra parte, si bien la política colonial española había permitido el desarrollo del ramo de manufacturas textiles, ésta no había formado las condiciones necesarias que requería una sociedad industrial, es decir, la formación de una élite empresarial que tiempo después pudiese invertir en la creación de fábricas modernas .

Tal exigencia económica encontró salida con el impulso financiero que otorgó el Estado durante el gobierno de Anastasio Bustamante en 1830 a través del financiamiento estatal coordinado por el Banco de Avío, el que hubo de enfrentar –hasta 1842- múltiples obstáculos políticos y económicos para cumplir satisfactoriamente dicho proyecto de modernización económica. Objetivo que intentó continuar posteriormente la Dirección General de la Industria Nacional, cuya directiva formada en 1842 por Alamán apoyó con los escasos recursos económicos de que disponía para la compra de maquinaria para las primeras fábricas textiles en el país . Años en el que se reactivo la producción de hilados y tejidos en la zona centro del país: México, Puebla, Celaya y Querétaro, como en el estado de Veracruz, cuyos propietarios de fábricas textiles vieron el inicio de una era de progreso industrial en el país .

La industria textil

La creación de fábricas textiles modernas durante la primera mitad del siglo XIX a lo largo del territorio nacional se dio en diferentes lugares: primero en Puebla, México (Tlalnepantla), Tlaxcala y Querétaro; posteriormente se expandieron a: Jalisco, San Luís Potosí y Durango. Actividad en la que el Banco de Avío apoyó la compra de maquinaria para textiles a Estados Unidos y se pidió a Francia máquinas para despepitar el algodón ; también se contempló la contratación de técnicos extranjeros para el funcionamiento de las máquinas traídas de Europa (Inglaterra) y de los Estados Unidos.

Sin embargo, durante los primeros años de trabajo fabril, muchos establecimientos textiles ante la escasez de agua en la región o de recursos

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