Reformas Urbanas

Pero los beneficios van más allá de lo puramente económico. Por norma general, el desarrollo urbanístico de las ciudades suele agradecer la celebración de unos Juegos, ya que imprime fuerza a áreas deprimidas, situadas cerca de la ciudad olímpica, y a la remodelación de ciertas infraestructuras. "Ser la sede de los Juegos Olímpicos permitirá el desarrollo de Stratford, un área al este de Londres con una grandísima necesidad de inversiones", señala Rosner.

Las compañías inmobiliarias también celebran con alegría la adjudicación del título olímpico, por la posible subida de los precios de la vivienda en Londres. De acuerdo con el banco hipotecario Halifax, las últimas cuatro ciudades que han albergado esta celebración vieron como el precio de los inmuebles creció más que la media nacional durante los cinco años previos al evento. Los proyectos previstos en Londres incluyen una oleada de nuevas construcciones en Lower Lea Valley, en la periferia oriental de la ciudad, donde se construirá un parque olímpico, unas 9.000 casas y dos escuelas.

El aspecto más espinoso de encajar dentro de toda la remodelación urbanística derivada de los Juegos, son las infraestructuras que se construyen específicamente para albergar las distintas disciplinas olímpicas. Aquí, el reto es conseguir que sean rentables no sólo durante el evento, sino también una vez que haya concluido.

Esto implica tener un proyecto de futuro para la zona. "El plan post olímpico debe contemplar la transformación de las infraestructuras en viviendas, oficinas e instalaciones deportivas. Un plan así evitaría a Londres la pesada carga de quedarse con un conjunto de instalaciones que, en demasiadas ocasiones, plagan las ciudades que han organizado unos Juegos", dice Rosner.

En Sydney, por ejemplo, la construcción de instalaciones deportivas no fue nada rentable. Un catedrático de la Universidad de Sydney comentaba en unas jornadas sobre Urbanismo celebradas en Madrid que lo único rentable había sido las infraestructuras donde se desarrolló la maratón, es decir, las calles de la capital, porque miles de personas pudieron ver cómo era la ciudad. El intento por adecuar estas nuevas construcciones edificadas conllevó un gasto de 34 millones de dólares al año.

Imagen de marca

Otro de los beneficios de celebrar unos juegos olímpicos radica en la imagen de marca del país. "El posicionamiento del país y la ciudad que los organiza mejora mucho. Para Japón, por ejemplo, organizar los mundiales de fútbol fue su puesta de largo en el escenario mundial.

China, por su parte, pretende conseguir la credibilidad internacional y estas cosas no pueden comprarse con dinero", explica Kimio Kase. Inocencio Arias, por su parte, opina que "para los países menos desarrollados o con regímenes políticos mal vistos por las democracias es un reconocimiento indirecto,

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