Relación Entre La Iglesia Y El Estado Mexicano Después De La Guerra Cristera

La identidad del mexicano

Para muchos, en México y el extranjero, ser mexicano es significado de valentía, de comer tacos, enchiladas, pozole, chiles en nogada o tamales; de tomar pulque, tequila o cerveza; cantar con mariachi, ser hospitalario, y dar el grito de ¡viva México!

La identidad no solo se basa en haber nacido en la República Mexicana y por tal motivo ser mexicanos, sino, en realidad sentirse identificado con el país y estar orgulloso de ser mexicano. Según la investigadora del tecnológico de monterrey Campus Toluca Arlene Ramírez Uresti ser mexicano Implica responsabilidades y obligaciones, analizar los avances en materia democrática, plantear retos, conocer y enseñar el significado de los símbolos patrios: la Bandera, el Himno Nacional, Y eso no solo se demuestra en un partido de la selección mexicana en un mundial, cantando a todo pulmón el Himno Nacional Mexicano.

otro claro ejemplo cuando “ todos son mexicanos” es el 15 de septiembre, que es una fecha muy importante para el país y debería ser aún más importante para nosotros porque se cumple un año más de ser independientes, pero solo lo utilizamos para echar cotorreo: tronar cohetes, tomar alcohol hasta mas no poder, y lo festejan porque es un día donde a todo el mundo lo mandan a descansar no por ser un día festivo no porque en realidad les interese o sepan la fecha.

Octavio Paz señalaba que es paradójico que el mexicano tenga problemas de identidad, cuando precisamente su cultura es una de las más exuberantes y vigorosas del planeta y esto se debe a que El mexicano asume su historia como una carga y no como una herencia. Lo que deriva en parte de la ignorancia de nuestra historia, de las deficiencias en su enseñanza, de la manipulación, consciente o deliberada, fruto de la llamada Historia Oficial, más bien oficialista, repleta de lagunas, contradicciones y mitos.

Se educa al mexicano para idolatrar un mítico pasado indígena (reducido a lo puramente azteca) y rechazar nuestra raíz hispana o europea. En realidad, la famosa crisis de identidad de los mexicanos y su complejo de inferioridad no son reales sino inducidos y no ancestrales, sino recientes.

Diversas encuestas internacionales muestran que la identificación cultural de lo mexicano es consistentemente alta en todo el planeta, debido a su originalidad y con una asertividad superior a 50%. Los jóvenes de todo el mundo identifican a México y la cultura mexicana casi de manera instantánea, lo cual enfatiza la fuerte presencia cultural mexicana.

Identidad nacional o identidad cultural hacen referencia a una nación, un pueblo, una colectividad o comunidad humana; pero, ¿Qué hace que un pueblo y una sociedad, sean lo que son y no otra cosa? Ya los griegos, en medio de la inacabable diversidad de culturas de su entorno, se referían al ethos como el patrimonio intangible que todo hombre carga desde su niñez. El ethos es todo: la herencia cultural, forma de ser, pensar, hablar, vestir, de plasmar el arte, que deriva de las formas culturales que cada persona ha aprehendido y que no pueden ocultarse. Con cierta frecuencia, se asimila la cultura de una nación con el «alma» que le da vida. No en balde expresa Chesterton en un célebre aforismo que «el alma de una nación es tan indefinible como un aroma.

En México, la identidad nacional incorpora sus manifestaciones más evidentes: población racialmente mestiza; territorio grande; situación geopolítica privilegiada, entre los dos océanos mayores del planeta; la hermosa lengua de Cervantes, el castellano, hoy una de las 6 lenguas oficiales de la ONU y la más hablada por número de países como lengua oficial, a la vez que conserva en su seno 70 lenguas indígenas; arte reconocido mundialmente en todas sus manifestaciones y un folklore (artesanías, gastronomía, fiestas y tradiciones) con un posicionamiento envidiable.

Recordemos también que México es el cuarto país del mundo en biodiversidad y es también uno de los diez primeros en densidad cultural. Hasta hace diez años, era también uno de los diez principales en la producción de artesanías y en innovaciones museológicas y culturales.

Por su peculiar situación

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