Reseña Adam Smith la riqueza de las naciones

• CAPÍTULO VIII: DE LOS SALARIOS DEL TRABAJO

Smith comienza este capítulo explicando que el producto del trabajo compone el salario del trabajo o una recompensa  natural, esto quiere decir que el producto es el salario natural del trabajo.

Antes de que surgiera el capitalismo la tierra, el capital y la acumulación de  capital pertenecían al trabajador. Las consecuencias que hubiese tenido si este sistema siguiera serían: un aumento en los salarios de trabajo, una baja en los precios de las mercancías, los bienes producidos con la misma cantidad de trabajo se hubiesen intercambiado naturalmente uno por otro, y su compra se haría con el producto de una cantidad menor de trabajo. Puede decirse que las mercancías se abaratarían pero el resultado, según Smith, es lo contrario, serían más caras.

Este Estado originario no perduró mucho ya que entró en rigor la primera acumulación del capital y apropiación de la tierra, el trabajador dejó de gozar de todos los aspectos y medios por los cuales producía. Seguido de esto, al pertenecer injustamente todos los medios y tierras a una persona, ésta, exige obtener una parte de los ingresos generados por el producto. El beneficio del patrón consiste en su participación en el producto del trabajo de sus operarios o en el valor que el trabajo añade a los materiales.

Los salarios dependen y van de la mano del convenio entre patronos y obreros, aunque obviamente los patronos son los que se llevan la mayor parte. Los salarios del trabajo son de la misma forma el estímulo de la industria, que, como cada otra calidad humana, mejora de manera proporcional al estímulo que recibe. Donde están los más altos salarios, en consecuencia, siempre encontraremos a trabajadores más activos, diligentes, y expeditivos que en donde están bajos.  Cuando los tiempos son buenos, los trabajadores dejan a los empleadores y confían en su subsistencia propia.  Los salarios pueden alcanzar un nivel muy alto cuando existe una cantidad demandada muy gran de mano de obra.

Smith establece que los salarios de un país no crecerán aunque su riqueza sea muy grande si encuentra estacionaria. El aumento de salarios trae otros aspectos importantes consigo, como: el incremento de la población, existencia de un estado progresivo y un gran estímulo para la actividad económica. El precio del trabajo, por lo tanto, se aumenta en relación al nivel de confianza entre ellos.  En años de la escasez, por el contrario, la dificultad y la incertidumbre de la subsistencia, hacen que toda la gente quiera volver al servicio. Hay más gente deseando el empleo que la cantidad de gente que puede conseguirlo fácilmente; muchos están dispuestos a tomarlo por salarios más bajos que el normal, y por esto, éstos se hunden con frecuencia en estos años.

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