Revolucion Cultural
Enviado por caccadura • 9 de Marzo de 2014 • 2.723 Palabras (11 Páginas) • 294 Visitas
Orígenes[editar]
El fracaso del Gran Salto Adelante había forzado la salida del poder de Mao Tse. Éste, aunque conservando sus cargos como presidente del partido y como presidente de la Comisión Militar Central, dejaba las tareas de gobierno en manos del nuevo presidente de la República Popular Liu Shaoqi y del secretario general del Partido Deng Xiaoping. A pesar de esto, Mao no se resignaría a perder su influencia y su autoridad. Consciente de cómo Jrushchov había repudiado la figura de su antecesor Stalin en la Unión Soviética, y viendo que Liu y Deng parecían buscar una mejora en las relaciones con Moscú, Mao veía la evolución política de China a principios de los años 1960 como una traición a los ideales revolucionarios. De manera sorprendente, dada su edad avanzada y su falta de apoyo entre los miembros importantes del Buró Político, las ambiciones de Mao darían lugar a una enconada lucha por el poder que acabaría devolviéndole la autoridad absoluta y encumbraría de nuevo su imagen pública como líder indiscutible del régimen. Este retorno al poder se produjo a través de una enorme campaña de reafirmación ideológica, la Gran Revolución Cultural Proletaria, en la que se alentó al ejército y a los jóvenes a condenar a todos aquellos cuyos actos se apartaban de la ortodoxia del espíritu revolucionario.
La violencia extrema de la campaña condenaría al ostracismo a la mayor parte de dirigentes del partido y a los intelectuales, quienes, acusados de derechistas y contrarrevolucionarios, desaparecerían de la vida pública durante varios años. Muchos de ellos, como el propio Liu Shaoqi, morirán. Liu Shaoqi muere en un accidente aéreo en las montañas de Mongolia, huyendo hacia la Unión Soviética.
La puesta en marcha de la Revolución Cultural y el retorno al poder de Mao no habrían sido posibles sin el apoyo de dos figuras fundamentales en ese momento histórico: Lin Biao, militar fiel a Mao que se había convertido en ministro de defensa en sustitución de Peng Dehuai, y la propia esposa de Mao, Jiang Qing, que años más tarde encabezaría la llamada Banda de los Cuatro. Tanto Lin Biao como Jiang Qing se servirían del prestigio de Mao para atacar a los otros dirigentes del partido, y promover así sus propias aspiraciones a la sucesión en el poder. Así, la Revolución Cultural sería el fruto de la combinación de, por una parte, los deseos de Mao de recuperar su protagonismo político y, por otra, de las ambiciones de poder de personas que ocupaban puestos poco relevantes en la jerarquía del partido.
El ascenso de Lin Biao en la jerarquía de poder había comenzado tras la defenestración de Peng Dehuai en la Conferencia de Lushan de agosto de 1959. En aquella reunión de los miembros del Comité Permanente del Buró Político, Peng criticó abiertamente a Mao por el fracaso del Gran Salto Adelante y éste, que aunque apartado entonces de la jefatura de estado conservaba sus cargos como líder del partido y del ejército, forzó su destitución. Fue Lin Biao, como uno de los militares de más prestigio del Ejército Popular de Liberación y leal a Mao, quien reemplazó a Peng como ministro de defensa y como líder máximo del ejército. Desde esa posición de poder en el ejército, Lin inició una serie de medidas para reforzar la fidelidad ideológica de los soldados al Partido y, muy en especial, al propio Mao.
Con este fin, en 1963, Lin Biao recopilaba un pequeño libro titulado Citas del Presidente Mao (en alusión al rango de Mao como presidente del Partido Comunista). Este libro contenía una recopilación de los discursos más importantes pronunciados por Mao Zedong y sería conocido popularmente como el libro rojo de Mao. Otro libro que se convertiría en obra de referencia obligada de los jóvenes soldados del ejército sería el Diario de Lei Feng. Lei Feng había sido un joven militar fallecido del que se dijo que había escrito un diario descubierto tras su muerte. En el diario, Lei Feng describía su esfuerzo constante por servir al pueblo y al partido, siempre siguiendo las enseñanzas del presidente Mao. Aunque hoy en día sabemos que el Diario de Lei Feng había sido escrito por los servicios de propaganda del ejército, en aquel momento el ejemplo de Lei Feng tendría una enorme influencia sobre la juventud china. Entre 1964 y 1971, también se produjeron historietas de intención pedagógica y amplísima tirada para intentar llegar al máximo número posible de lectores.6 Todas estas obras se convirtieron en los instrumentos de adoctrinamiento político de los jóvenes integrados en el Ejército Popular de Liberación, sometido a la autoridad de Lin Biao y a la fidelidad ideológica a Mao.
Lanzamiento de la Revolución Cultural[editar]
Mientras Lin Biao alentaba el culto a la personalidad hacia la figura de Mao, su esposa Jiang Qing, antigua actriz implicada en la vida cultural del país, promovía la defensa de los ideales revolucionarios en la producción artística. Precisamente a través de un ataque a una obra literaria se desencadenaría la Revolución Cultural. En 1961, Wu Han, escritor de prestigio y vicealcalde de Pekín, había publicado una obra de teatro, Hai Rui cesado de su cargo (海瑞罢官 / 海瑞罷官 Hǎi Ruì Bàguān), en la que se utilizaban personajes de la época de la dinastía Ming para aludir al conflicto entre Mao Zedong y Peng Dehuai. Esta obra había indignado a Mao, que reconoció las alusiones evidentes a su persona. Otros dos miembros del gobierno municipal de Pekín, Deng Te y Liao Mosha, recurrirían también a la ficción histórica para criticar a Mao. En aquel momento, el gobierno municipal de Pekín, con su alcalde Peng Zhen al frente, albergaba a muchos de los partidarios de Liu Shaoqi y Deng Xiaoping, y contra ellos se dirigirían las primeras críticas de los maoístas. Consciente de la hostilidad hacia su persona en Pekín, Mao viajó a Shanghái en el verano de 1965. En esa ciudad, durante una reunión del Comité Central en el mes de septiembre, Mao hizo un llamamiento a la resistencia frente a la ideología burguesa reaccionaria. La contraofensiva había empezado y Mao, desde Shanghái, preparaba su retorno. Mediante la influencia de Jiang Qing y gracias al apoyo del ejército, el editorialista de la edición de Shanghái del Diario del Ejército de Liberación Yao Wenyuan, estrecho colaborador de Jiang Qing, escribía un agresivo editorial en ese diario en el que atacaba a Wu Han por la deslealtad del argumento de Hai Rui cesado de su cargo.
Así, la estrategia de Mao y sus seguidores eludía el ataque directo a Liu Shaoqi y Deng Xiaoping y se cebaba en quienes los apoyaban. Esto ponía en una situación difícil a los líderes del partido ya que, a pesar de todo, Mao seguía teniendo el reconocimiento como máximo ideólogo del régimen y las críticas al equipo del gobierno
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