Ruanda conflicto

Introducción

En todos los tiempos de la humanidad se han desarrollado incontables conflictos, propios de la convivencia y de las diferencias de pensamientos del ser humano.

Las causas de los mismos pueden variar, tanto como ideales existan, pudiendo ser causas culturales, religiosa, lucha de intereses, lucha de poder o simplemente por un odio generacional que trasciende el tiempo y toda lógica.

En este informe analizaremos la historia de Ruanda que es un país pequeño de elevada densidad demográfica, situado en la región de los Grandes Lagos, en el África Oriental.

El primer estallido interétnico se dio en 1959 a 1963, desde entonces se han presentado sucesivos brotes de intensidad desigual en 1973, 1990 y 1994 que es catalogado como el más grave de todos.

Es un conflicto interno de carácter no internacional desestructurado, es decir producido por grupos armados que aprovechan el debilitamiento parcial o total de las estructuras estatales, para intentar tomar el poder.

El caso Ruanda está basado en diferencias étnicas y en la intromisión de países vecinos que poco o nada ayudaron a mejorar la situación, pero sí a agravarla.

En 1994 Ruanda vivió una crisis que se extendió al ámbito económico cuando el país perdió más del 40% de sus exportaciones al caer el precio del café a la mitad, con una población que crecía sin límites, la lucha por el suelo fértil enfrentó a  dos étnias, los Tutsis y los Hutus, los primeros desarrollaban la ganadería y los otros la agricultura a esto le añadimos el elemento de poder que los Belgas concedieron a los Tutsis.

Aunque en el siglo XVI, las diferencias socio económicas entre Tutsis y Hutus ya estaban muy pronunciadas cabe destacar que el estatus si podía definirse de a cuerdo a la etnia, y para esa época ya se había comenzado una relación de vasallaje dominada por la etnia menos significativa en la zona, los Tutsis.

En el siglo XIX se creó una casta militar y social compuesta por Tutsis y que excluía a los Hutus. Esa estructura clasista aumentó cuando Ruanda fue colonizada por Alemania (1987-1916) y luego por Bélgica.

Esta diferencia social se terminó de institucionalizar en 1934, cuando los Belgas imponen un carnet étnico, que otorgaba a los Tutsis mayor nivel social y mejores puestos en la administración colonial.

Aunque los actores directos de esta matanza fueron los mismos ruandeses, se cuestiona el papel que desempeñó la comunidad internacional que influyó activa y pasivamente en el clima de violencia interna que azotó a Ruanda.

Bélgica privilegió a la minoría Tutsis, denominándola como la clase élite. En tanto que la iglesia hizo crecer sus dominios respecto a los Hutus.

Francia por su parte firmó un acuerdo de suministro de armas con Ruanda en 1975, y no hizo nada por evitar lo que se veía venir, siguió apoyando a ese gobierno sabiendo que financiaba a las milicias radicales.

Otro actor externo en este conflicto fue Estados Unidos, quien tuvo discrepancias con el entonces secretario de la ONU, Boutro Gali, para que este organismo no interviniera más rápidamente para detener el conflicto.

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