"SABER PARA PREVER Y PREVER PARA OBRAR" GABINO BARREDA Y EL POSITIVISMO EN MÉXICO
Enviado por Yahuaka • 13 de Diciembre de 2012 • 5.237 Palabras (21 Páginas) • 3.898 Visitas
“SABER PARA PREVER Y PREVER PARA OBRAR” GABINO BARREDA Y EL POSITIVISMO EN MÉXICO
por. Juan Gabriel Yahuaka
CONTENIDO
Pag.
INTRODUCCION 3
1 EL POSITIVISMO 4
1.1 ¿Qué es el positivismo?..................………………………………………..4
1.1.1 El positivismo Comtiano…….……………………………………………6
1.1.2 El positivismo mexicano…………………...……………………………..7
1.2 Gabino Barreda y el positivismo mexicano………………………………..8
1.2.1 La oración cívica de Gabino Barreda…………………………………..12
1.3 El positivismo en la Republica Restaurada……………………………….15
CONCLUSIONES……………………………………………………………………..19
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………..
INTRODUCCIÓN
Este trabajo tiene como objetivo el dar a conocer la corriente filosófica llamada Positivismo, así como mostrar que el positivismo europeo fue diferente al positivismo mexicano y sobre todo tratar de enriquecer el contenido del seminario temático general II, donde se abordo este tema de una manera muy breve y dejar saber que el ser positivista no es sinónimo de ser optimista como muchos lo creemos o damos esa connotación a esta palabra.
El presente ensayo trata de mostrar los aspectos más sobresalientes sobre el positivismo, mostrando sus orígenes y el paso de esta corriente filosófica por nuestro país. Conocer a su principal percusor, la influencia que tuvo en México esta doctrina filosófica, los aportes dados a diferentes campos sociales, así como los personajes principales de esta corriente filosófica y los personajes mexicanos que trajeron e implantaron el positivismo en este país.
Como podemos especular al leer lo anterior, el presente texto aborda la filosofía o pensamientos de Augusto Comte, y Gabino Barreda. El porqué estos pensamientos fueron implementados en la reciente república restaurada. Las características de esta filosofía y las diferencias que hubo entre el positivismo Francés y el que se introdujo en México.
La estructura de este ensayo fue tomada de Gerardo Meneses Díaz, de su ensayo titulado Epistemología y Pedagogía. Esto por reunir las características con las cuales estamos más familiarizados, características del aparato crítico, las cuales se pueden encontrar en este ensayo.
1 EL POSITIVISMO
1.1 ¿Qué es el positivismo?
Durante mucho tiempo, hemos escuchado a la gente decir. “cambia esa cara, los problemas no son nada si eres positivo”, “cambia tu actitud, se positivo” y muchas frases como estas, usando la palabra positivo como un sinónimo de optimismo.
La palabra positivismo tiene muchas acepciones al igual que muchas palabras y conceptos de nuestra lengua, sin embargo veamos qué es lo que significa de acuerdo a José Ferrater Mora en su diccionario de filosofía:
POSITIVISMO. En un sentido amplio puede decirse que el término 'positivismo' designa toda doctrina que pretende atenerse a lo positivo y no a lo negativo. De acuerdo con ello podría corresponder el nombre de positivismo a la "filosofía positiva" de Schelling. Ahora bien, en tal caso no sólo el término poseería una excesiva extensión, sino que, además, llegaría a designar un modo de pensar estrictamente opuesto al que, de acuerdo con la tradición histórica, se llama el positivismo. Una primera reducción de su concepto obliga a considerar como adscritas al positivismo sólo aquellas doctrinas que poseen ciertos caracteres comunes y no incompatibles y que, además, han surgido dentro de una determinada situación histórica.
Ambas restricciones son necesarias. Por lo tanto, si nos ajustamos sólo a los rasgos formales podremos considerar como positivistas doctrinas habidas en cualquier período de la historia de la filosofía que se inclinen, por ejemplo, a considerar como objeto de conocimiento positivo sólo lo dado mediante los datos de los sentidos.
Ciertos rasgos del escepticismo antiguo o de la filosofía de la Ilustración serían entonces positivistas. De ahí la necesidad de la segunda restricción: la que obliga a alojar el positivismo en cierto ámbito histórico. Éste es el que se formó en la época de Comte y ha persistido con diversas variantes hasta nuestros días. En su sentido más estricto y de acuerdo con su significado más propiamente histórico, positivismo designa, por lo pronto, la doctrina y la escuela fundadas por Auguste Comte.
Esta doctrina comprende no sólo una teoría de la ciencia, sino también, y muy especialmente, una reforma de la sociedad y una religión. Precisamente la acentuación de uno u otro de tales factores fue lo que decidió el ulterior destino de la escuela: para algunos, el positivismo era una doctrina del saber; para otros, era una norma para la sociedad y una regla de vida para el hombre.
En general, ambos rasgos del positivismo permanecieron mezclados a lo largo del siglo XIX. Sin embargo, desde el punto de vista estrictamente filosófico ha sido la consideración positivista del saber lo que ha predominado y lo que se ha extendido hasta nuestros días.
De ahí que muchas veces se designe como positivismo todo un conjunto de tendencias que surgieron en parte como reacción frente a la filosofía romántica especulativa (idealismo alemán postkantiano, teísmo especulativo, etc.) y que se reafirmaron en cada uno de los instantes en que se quiso revalorizar el saber filosófico sin recurrir a ninguna de las corrientes metafísicas ya tradicionales.
Desde este ángulo se han considerado como positivistas muchas doctrinas diversas: no sólo, naturalmente, el comtismo, sino también buena parte de las corrientes filosóficas características de la segunda mitad del siglo XIX: utilitarismo, sensualismo, materialismo, economismo, naturalismo, biologismo, pragmatismo.
1.1.1 El positivismo Comtiano
Como lo vimos anteriormente hablar sobre el positivismo es inevitable que vengan a nuestra mente nombres de personajes como: Auguste Comte, David Hume, Saint-Simon, y al filosofo alemán Emanuel Kant. Sin embargo antes
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